Suprimir municipios

Cierto pájaro de cuenta, que acostumbra hacer el mal para obtener beneficios personales y lo viene haciendo impunemente, ha dicho que para hacer más recortes habría que suprimir municipios.
Es que esa es una de las primeras medidas que se deberían haber tomado, lo que ocurre es que a los políticos no les interesa porque supone la reducción del número de cargos y de asesores.
No sólo habría que suprimir los municipios con un reducido número de habitantes, sino que lo ideal sería que todos esos grupos de poblaciones en los que los pueblos que los componen están pegados unos a otros se reunieran en un sólo municipio por grupo. Lógicamente, a los políticos de esos pueblos no les interesa. Los hay que superan los diez mil habitantes. ¿Cómo van a renunciar los políticos a esa bicoca? Recurrirían, si se plantease la cuestión, a toda una serie de argumentos emotivos; es decir, utilizarían la técnica de los nacionalistas, que consiste en dirigirse a los sentimientos de la gente, mientras que quienes de verdad quieren el bienestar de la gente se dirigen a la razón y al sentido común. A menudo se comprueba que contra pulsión autodestructiva de los pueblos no hay nada. Se nota cuando eligen líderes que no solo los llevan a la catástrofe, sino que lo peor es que los enajenan emocionalmente.
Lo racional es que los pueblos que están juntos se unan en uno solo, para así aprovechar mejor los recursos y, por otra parte, reducir los gastos de la gestión. Las tradiciones, costumbres y demás hechos culturales que merezcan la pena se pueden conservar perfectamente. Y aquellas tradiciones que se oponen al progreso y la civilización es mejor olvidarlas.
Hay que optar siempre por la libertad y no encadenarse al pasado, ni a ninguna otra cosa. Lo que dificulta el bienestar de la gente, o se opone a la opción más lógica, debe ser desechado.
‘Los malos del cuento’
‘Tu hijo puede ser un genio de las mates’
‘Gloria mía’
‘Televisores cuadrados, ideas redondas’
‘Me salvo una lágrima’
‘Con la cal en los dedos’
‘El Camino y otros pasos’
‘Los penúltimos días’

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

Lo más leído