Los grandes partidos europeos no se han tomado en serio lo que en realidad es una cuestión de vida o muerte: La construcción de la Unión Europea, fuera de la cual todo aquello que ha costado tanto de conseguir no puede mantenerse. Me refiero a lo que conocemos por el Estado del Bienestar.
Como consecuencia de tanta banalidad, de tanto pensar únicamente a corto plazo, han emergido con fuerza los partidos eurófobos. En Francia, concretamente, el partido de la demencial Marine Le Pen ha conseguido un éxito espectacular.
Los resultados de España han sido catastróficos para la ciudadanía. Todo lo malo se puede empeorar. El hecho podría tener un efecto positivo, que consistiría en que el PP y el PSOE se dieran cuenta de que la cosa va mal y conviene tomar alguna que otra medida. Pero no parece probable que lo hagan. Tienen mucho miedo a que la democracia se convierta en real, que la justicia sea independiente y que la prensa funcione en libertad. Todo parece indicar que no podrán resistir la tentación de enrocarse en lo que hay y dejar pasar el tiempo.
Por parte de UPyD la tentación puede ser la de considerar que van por el buen camino, puesto que han doblado los resultados de la vez anterior. La realidad es más cruda. Este partido sólo ha podido captar un pequeño porcentaje de los desencantados del PP y del PSOE. Otros partidos, cuyas características son la demagogia, el populismo y la irresponsabilidad, han conseguido resultados mejores. Rosa Díez debería plantearse la conveniencia de pactar con Ciudadanos y hacer algunos cambios si de verdad aspira a que UPyD se convierta en el gran partido que España necesita.
Artur Mas quizá se dé cuenta de que todo el tiempo ha estado trabajando para ERC (también cabe la posibilidad de que no se entere). El PP y el PSOE han dejado hacer a Mas, porque sabían que se iba a desinflar. Y se han encontrado con ERC. ¿Y ahora qué?
Donde imperan la arbitrariedad y el autoritarismo es lógico que triunfen los menos demócratas de todos.
‘Llovieron estrellas’
‘Diálogos Inter Nos’
‘El eco de la palabra’
‘Las lunas de Miles Davis’
‘Dragoste y Los finales y los sueños’
‘Yo soy el hijo de Franco’
‘¡Abajo las armas!’
‘El amor no es un verso libre’
