Vamos a morir

Digo esto porque recuerdo aquellas manifestaciones multitudinarias en contra del aborto en la que se veían muchas pancartas con el lema ‘el ser humano es un fin en sí mismo y no un medio’. Me chocaba esta pancarta porque recordé a Charlotte Delbo y sus comentarios sobre las palabras ligeras y falsas.

No se ve por las calles a tantas personas capaces de ser consecuentes con ese pensamiento. Lo habitual es que se use al prójimo de forma nutritiva. Para reforzar el ego, para alimentar la vanidad, para medrar social o laboralmente.

La vanidad no sirve para nada. Como dijo una cajera de Mercadona: tanto correr para acabar todos en el mismo sitio. Un traidor, que no obstante se tenía por la cima de la ética, exigió que le dedicaran una calle en vida. Y lo consiguió. Con la muerte desaparece la vanidad. ¿Para qué sirve tener una calle? Colón es una calle. Pocos saben ya quién fue Colón, y la prueba es el trato que se da a sus estatuas. Es imposible imaginar que Pedro Sánchez, de haber vivido en aquel tiempo, quisiera, como Colón encontrar una nueva ruta hacia las Indias, porque es demasiado burro para adquirir los conocimientos que llevaron al descubridor a plantearse la aventura. Pero es que en el caso de los hubiera adquirido, por habérselos robado al propio Colón, o sea, como una modalidad de plagio, le habría faltado valor para llevarla cabo. Ahora bien, para cobarde Puigdemont.

El caso es que a pesar de lo grande que fue su hazaña, ya muchos no tienen ni idea de lo que hizo, sino que se imaginan lo que quieren, lo mismo que ocurre con Fray Junípero Serra. Pueden borrar lo que les habría envanecido, si vivieran; los hechos quedan.

No se entiende, por ello, la utilización del prójimo para alimentar la vanidad, o para reforzar el ego, porque desaparecen con la muerte y solo quedan luego los hechos. Buenos y malos.

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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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