El papa y Cuba

Hubo un tiempo en que las extranjeras venían a España a lo que venían. Los que no vivieron aquel tiempo pueden tener dificultades para entenderlo. Había un obispo en Pamplona que parecía precursor de Setién. Se llamaba Olaechea. Franco no podía permitirse el lujo de enfrentarse con la Iglesia, por lo que optó por una solución imaginativa. Lo ascendió a arzobispo y lo mandó a Valencia, en donde por arte de magia se le olvidaron sus veleidades nacionalistas. La malasombra no. Quiso excomulgar a Pedro Zaragoza Orts, alcalde de Benidorm, por permitir el bikini. Esos tiempos eran.

Contaré un chiste de la época. Una sueca regresa a su país hablando, entusiasmada, del Pacorro. Tal era su entusiasmo que una amiga suya lo quiso conocer. ¿Cómo puedo dar con él? Es muy conocido, cuando llegues, pregunta por él. Llega la mujer a España y en la Aduana, pide: ¡El Pacorro, el Pacorro! Los aduaneros se miran entre ellos y deciden llamar al párroco, que se presenta con la sotana abotonada desde el cuello hasta los pies. La sueca se le queda mirando y pregunta: Señor Pacorro, ¿todo eso es bragueta?

He recordado el chiste al enterarme de que el papa, el párroco de Roma, ha pedido diálogo para resolver la situación de Cuba. O sea, no ha condenado al criminal régimen cubano, no ha exigido la inmediata liberación de todos los presos políticos, no ha exigido a la ONU que tome cartas en el asunto, que intervenga la isla, que capture a los criminales que han torturado y asesinado y que promueva elecciones libres en un plazo prudencial.

No cuesta mucho imaginar que Ratzinger debe de estar muy apesadumbrado por la peor decisión que tomó en toda su vida y seguramente es consciente de que cuando tenga que rendir cuentas al Altísimo se le va a reprochar que diera paso a un enviado del Maligno. Para una vez que hay un papa argentino sale peronista. La ruina de Argentina y de la Iglesia.

‘2016. Año bisiesto’
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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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