Cosas del Islam

He pillado el siguiente comentario en Twitter y no considero necesario incluir el nombre del usuario porque para el caso no hace falta. Va a continuación: «Como cada septiembre, alumnas musulmanas abandonan los estudios porque los centros educativos deciden que sus derechos fundamentales están por debajo de los del resto. La falsa laicidad de este país es solo un instrumento de segregación y expulsión racial de todo espacio público».

Vivimos en una democracia, lo cual debería significar que bajo el imperio de la ley. Ninguna religión debería poder imponerse a ella. Nadie impide a los musulmanes que vengan a España, pero una vez llegados deben saber que aquí se come jamón y se bebe vino. Y no está admitido legalmente el maltrato ni el desprecio a la mujer. En un país democrático ambos sexos tienen los mismos derechos. Eso de que son «sus costumbres». Quienes aducen esa excusa no son demócratas, aunque siempre tengan la palabra democracia en la boca. La ensucian. Las únicas costumbres aceptables son las que no incumplen ninguna ley.

De modo que el comentario citado al principio lo único que puede pretender es la complicidad de algunos políticos o partidos políticos malintencionados con el fin de obtener ventajas sobre el resto de los estudiantes.

Es un sarcasmo que vengan inmigrantes con una religión incompatible con la democracia y el progreso y que en lugar de respetar los usos y costumbres locales quieran imponer los suyos mediante argumentos grotescos e indefendibles y que no obstante sean atendidos por políticos extremistas menos en el bien común que en provocar una catástrofe.

Islam significa sumisión, lo cual es totalmente incompatible con la democracia. Para poder venir a España debería ser obligatorio que se dejasen la religión en casa y que nada más entrar, como prueba de ello, tuviesen que comer morcillas y longanizas y echar un buen trago. Es así como demostrarían que vienen a trabajar y a contribuir a la prosperidad de la nación que los acoge.

2016. Año bisiesto’
‘El Parotet y otros asuntos’
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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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