El negocio okupa

Hay que partir de la base de que, moralmente, el okupa no tiene ningún derecho; por tanto, tampoco debería tenerlos en la ley.

Hay jueces podemitas que dicen que no es para tanto y que las okupaciones son pocas y que sólo se dan en las viviendas cuya propiedad ostentan los bancos o los fondos. Contra esto hay que decir, en primer lugar, que el hecho de que un juez sea podemita es indicio evidente de que no ama a la justicia, porque para Podemos los jueces han de estar al servicio del poder. Y en segundo lugar que no es cierto, y si lo fuera tampoco tendrían derecho a okupar esas viviendas.

Quien tiene la obligación de atender a los ciudadanos es el Estado, no los particulares, puesto que éstos ya contribuyen con sus impuestos al bien común. Si quienes ostentan el poder no consideran que su obligación es atender a los ciudadanos, sino que tienen otras prioridades es otra cuestión y es inmoral que se traslade esa obligación incumplida a los particulares.

La ley debería permitir, y si no lo hace es inmoral, que el dueño de una propiedad pudiera echar por sí mismo a quien se haya introducido en ella sin permiso. Su única obligación debería ser la de demostrar al juez que el bien okupado es realmente suyo y que los medios empleados para echar al intruso han sido proporcionales a la resistencia que ha opuesto. Y si su bien ha sufrido desperfectos debería ser indemnizado. O que bastara con una llamada a la policía para que ésta actuara.

Podemos es un partido cuya intención es llevar el país a la ruina y quebrar la convivencia entre los españoles. Se va viendo con todas las leyes que imponen, con todas sus propuestas, con todas sus proclamas y con todos sus deseos confesados.

El sistema español permite partidos antisistema, y hay muchos, lo cual es suicida. Debería haber sido pensado para favorecer y proteger a los demócratas que cumplen sus obligaciones, y está basado en un falso concepto de la democracia, según el cual todo el mundo tiene derecho a hacer escuchar su voz y no es así. La democracia se basa en el imperio de la ley y sólo quienes están dispuestos a cumplirla deberían tener derecho a participar.

Esos libros míos

 

 

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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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