Para saber que al PSOE le espera un calvario judicial no hace falta que se chiven los jueces, basta con estar al corriente de las noticias. Se suceden los escándalos, uno tras otro, y hay denuncias y querellas. Así que los jueces no tienen más remedio que hacer su trabajo.
Si la corrupción a la que se refieren esas noticias tuviera que ver con el PP, todo el equipo de opinión sincronizada, con el Hazmerreír a la cabeza, estaría dando la matraca sin parar. Pero ocurre que se trata de Begoña, David, Ábalos, Koldo, Salvadorilla…, y eso no lo puede consentir el presidente, al que vengo llamando el Felón, pero me parece que lo de Hazmerreír le cuadra más.
Es que el tipo da risa. Piensa que es el presidente por sus méritos, y no se da cuenta de que ha tenido que ocurrir una serie concatenada de hechos afortunados (para él; para los demás, nefastos), lo cual unido a su falta absoluta de escrúpulos le ha permitido sentar sus posaderas en el sillón presidencial. Pero, ojo, el detalle de que no se haya percatado de que le debe todo al azar supone que también se le escapa que las rachas se acaban y entonces tendrá que valerse por sus medios.
Lo que se sabe, porque se ha ido viendo en el transcurso del tiempo, es que confía tan poco en ellos que siempre hace trampa. Todo en él es tan cutre que da risa. Hay que ser sectario para no comprender que nos gobierna (peor que mal) la nada y que cuando no tenga más remedio que abandonar la Moncloa, quizá para huir, acaso para ir a la cárcel, pasará a ser nadie, pero no el nadie poético que engañó a Polifemo, sino el dramático por inútil.
Es tan bobo que lleva tiempo cabreando a los jueces. Le espera una serie de disgustos que bien puede catalogarse como calvario.
