No quiero que Iglesias vaya a la cárcel
No le deseo ningún mal, a Iglesias ni a nadie, al contrario que él a mí, aunque no a mí particularmente, puesto que no me conoce, sino a todos, a tenor de las ‘lindezas’ que salen de su boquita de piñón. Da la impresión de que si él pudiera provocar una explosión nuclear y exterminar a todos excepto él, lo haría. Mi deseo sería que se retirara a vivir en su mansión de Galapagar, con sus amantes, en el caso de que sean muchas, o con una, si es el caso, con su servidumbre, y sin los guardias que vigilan ...