Hans Lipschis había sido deportado de Estados Unidos hace 30 años por mentir sobre su pasado
Nadie hubiese dicho que el aplacible anciano que llevaba viviendo desde hacía 30 años en una casita unifamiliar en la ciudad alemana de Aalen, era en realidad un antiguo integrante de la división de las tropas de asalto de las SS.
Y mucho menos que trabajó como capataz entre los años 1941 y 1945 en el campo de concentración de Auschwitz, y quién sabe si como ejecutor de parte de los 1,5 millones de judíos que fueron masacrados en el lugar.
Pero todos los indicios recabados por el Centro Simon Wiesenthal así parecen confirmarlo, y por eso Hans Lipschis acaba de ser detenido en la citada localidad alemana, según informa la BBC haciéndose eco del Die Welt, después de que hubiera sido incluido por la organización ‘caza nazis’ hace apenas un mes en su lista de los cuatro fugitivos más buscados.
TRABAJÓ EN UNA FÁBRICA DE GUITARRAS
Nacido en Lituania, se había alistado a las SS en su ciudad natal de Kretinga en 1941 y, tras la guerra y no sin antes haber sido enviado al frente oriental, emigró a Estados Unidos donde tuvo una hija y en donde trabajó en una fábrica de guitarras ubicada en Chicago. Allí estuvo hasta que en 1983 fue expulsado sin miramientos por haber mentido sobre su pasado nazi.
Bajo custodia de las autoridades de la ciudad de Aalen perjura ahora que en realidad tan sólo trabajó como cocinero en el campo de concentración, que nunca mató a nadie y que no tiene ni un céntimo para pagarse un abogado. Parece que la víctima es él.
Sea como fuere otro medio centenar de guardias de Auschwitz, que pudieran estar con vida, esperan su turno tras las investigaciones que han reemprendido las autoridades alemanas.