Al borde de la calle Punta Ballena, donde el ‘mamading’ salpicó tamporadas pasadas a todos los rincones del planeta, dejando más que atragantada de vergüenza a la localidad de Magaluf: allí se ubica el bar que estrena vídeo y temporada por todo lo alto.
El escenario es un local que pertenece al mismo propietario del tugurio donde la famosa chica practicó felaciones a destajo a cambio de chupitos, solo que ahora el protagonista del despropósito es un británico con una tajada de espanto, que se deja azotar a gusto con un cinturón por una fémina algo rara, tras bajarse los calzoncillos y ponerse mirando a Cuenca. La faena la remata una maciza camarera que le da de bofetadas.
Publicado por ‘MallorcaDiario‘, -y cuyo eco ya ha llegado hasta el ‘Mirror‘-, da fe de cómo las advertencias y promesas de los políticos de turno se han quedado en agua de borrajas.
El Ayuntamiento de Calvià sigue mientras tanto haciendo el paripé. Advierte de que va a tener «tolerancia cero» con todas aquellas actividades que supongan una imagen negativa para el municipio. La Policía Local ha abierto una investigación «para identificar el local», aunque parece que a todos se la sopla.