Un terrible drama que se salda de momento con la cifra oficial de diez personas muertas tras las lluvias torrenciales que asolaron este martes 9 de octubre de 2018 por la noche la comarca de Levante de Mallorca. Siete de los fallecidos son españoles, dos un matrimonio británico de edad avanzada y una mujer holandesa. Seis de ellos hombres y cuatro mujeres.
Tras explicar Pedro Sánchez que este jueves el Consejo de Ministros iniciará los trámites para la declaración de zona catastrófica y la inmediata puesta en marcha de las ayudas económicas, ha trascendido la escalofriante historia de una joven madre que murió por salvar a sus hijos.
Se trata de la farmacéutica Joana Lliteres Planas, de 40 años, a quien sorprendió la riada de lodo en la rotonda de la localidad de Sant Llorenç cuando circulaba con sus tres hijos de corta edad y la abuela, a bordo de un vehículo Hyndai que fue arrastrado.
Logró salvar a su hija de 7 años, pero no a su hijo de 5, que está siendo buscado desde entonces por los equipos de rescate. Algunos testigos corrieron en su auxilio, entre ellos un alemán que pudo sacar a uno de los niños. La abuela logró salir y la madre salvó a su hija, pero luego desapareció en el agua con el pequeño.
El cadáver de la madre ha sido encontrado en el interior del automóvil. La riada arrastró a muchos coches que han quedado destrozados, con los cristales rotos y que están llenos de ramaje y piedras.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) está rastreando todo el recorrido a lo largo del torrente desbordado de Sant Llorenc, de 7 kilómetros de extensión, hasta su desembocadura en el mar.
Sánchez, que ha visitado la zona afectada por las intensas lluvias, ha transmitido a los familiares de los nueve fallecidos su «respeto, cariño y empatía» y, tras destacar el extraordinario trabajo de las cuerpos de emergencias, ha señalado que la prioridad es encontrar con vida a las cinco personas que siguen desaparecidas.