Los obispos de Argentina y México se solidarizan con los prelados nicaragüenses

Monseñor Báez: «Seguimos creyendo que el diálogo es el camino para superar la violencia»

Confirma que los obispos seguirán mediando en el diálogo nacional tras sufrir ataques en Diriamba

Monseñor Báez: "Seguimos creyendo que el diálogo es el camino para superar la violencia"
El obispo Báez (i) y el cardenal Brenes (d) rezan en la capilla de la catedral de Managua @silviojosebaez

Los obispos mexicanos: "Nos unimos al llamado a la comunidad internacional para colaborar en la solución de este conflicto, en esta hermana Nación, para que se encuentre pronto el camino que lleva a la paz"

Los obispos nicaragüenses anunciaron este martes que seguirán mediando en el diálogo nacional pese a la agresiones físicas y verbales que sufrieron este lunes, porque confían en hallar una salida pacífica a la crisis sociopolítica que sufre Nicaragua y que ha dejado al menos 320 muertos desde abril.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua en pleno acordó continuar como garante en ese foro, iniciado el 16 de mayo, porque «seguimos creyendo que el diálogo es el camino para superar la violencia», dijo el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.

«No nos retiramos pese a la hostilidad del Gobierno», sostuvo Báez, uno de los obispos agredidos y uno de los más influyentes en Nicaragua.

El religioso exhortó a los nicaragüenses a tener fe y esperanza en que la paz se alcanzará usando métodos pacíficos.

«Por tanto, no abandonaremos el diálogo», afirmó Báez, al salir de un encuentro del pleno del Episcopado.

A esa conclusión llegaron los obispos tras una reunión de más de seis horas que se celebró en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua, presidida por el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes.

El Episcopado convocará a finales de esta semana a la reanudación del diálogo, dijo, por su lado, el obispo de la diócesis de Jinotega (norte), Carlos Herrera.

La Conferencia Episcopal suspendió este lunes las mesas de trabajo creadas para superar la crisis en el país debido a las agresiones físicas que sufrieron los religiosos en una basílica en la ciudad nicaragüense de Diriamba, 42 kilómetros al sur de Managua.

Ese día, un grupo de agentes parapoliciales irrumpió violentamente en el templo de San Sebastián, donde agredieron a los obispos y periodistas, entre ellos el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag, el cardenal Brenes y el obispo Báez.

Mientras, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) condenaron «enérgicamente los graves hechos de violencia ocurridos en diferentes zonas de Nicaragua este fin de semana, que han dejado alrededor de 20 personas fallecidas, entre ellas, al menos dos policías, y decenas de heridos».

«Asimismo, la CIDH y la Oficina Regional del Alto Comisionado reiteran el llamado al desmantelamiento urgente de los elementos armados progubernamentales«, indicaron esos organismos, en referencia a los grupos parapoliciales, paramilitares y fuerzas de choque oficialistas.

Rechazaron, además, «la estigmatización y persecución de personas defensoras de derechos humanos y otros actores en el proceso de diálogo nacional» entre el Gobierno y representantes de la sociedad civil.

 

 

La CIDH y Acnudh recordaron al Gobierno «sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos», entre ellas que «el Estado es responsable de garantizar la seguridad, el derecho a la vida y el ejercicio de los derechos humanos de toda la población».

«Cualquier operativo que lleven a cabo las fuerzas de seguridad debe ajustarse al uso razonable y proporcional de la fuerza», apuntaron.

También repudiaron «enfáticamente» las agresiones físicas y verbales del lunes contra varios líderes de la Iglesia católica, y «alertaron» de la «campaña de estigmatización» sufrida por los obispos y sacerdotes por «sus labores de protección a la integridad física de las personas manifestantes» y por su rol de mediadores en el diálogo.

En su declaración exhortaron al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, a abstenerse «de hacer declaraciones públicas» contra los defensores de los derechos humanos, ya que esto puede incentivar la violencia en contra de las personas en razón de sus opiniones.

El Ejecutivo ha dicho «que como Estado y Gobierno legítimamente constituidos y con base en la Constitución Política y las Leyes de la República», tiene «el deber de defender la seguridad, la paz, el derecho a la vida y el ejercicio de los derechos fundamentales de todos los nicaragüenses».

Los obispos argentinos: «Unidos pedimos a Dios por el don de la paz»

Mientras tanto, La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó este 10 de julio en una carta su «profunda comunión por el fiel testimonio evangélico ante la agresión padecida» por obispos de Nicaragua en momentos que «llevaban el consuelo y la fortaleza de la fe a sacerdotes y fieles víctimas de la violencia».

La carta está dirigida al arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, cardenal Leopoldo Brenes, y lleva las firmas del obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Óscar Vicente Ojea, y el obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, monseñor Carlos Humberto Malfa.

«Compartimos las palabras y gestos del Episcopado y nos solidarizamos con el pueblo de Nicaragua», manifestaron los obispos argentinos.

«Invitamos al pueblo argentino a acompañar el sufrimiento de los nicaragüenses y unidos pedimos a Dios por el don de la paz y la sabiduría del diálogo fraterno«, agregaron.

«Cercanía y solidaridad» de los prelados mexicanos

Por otro lado, la Conferencia del Episcopado Mexicano también expresó su «cercanía y solidaridad» con sus «hermanos Obispos de Nicaragua» frente a la situación de «grave violencia y agresiones sufridas» este lunes en Diriamba.

«Nos unimos al llamado a la comunidad internacional para colaborar en la solución de este conflicto, en esta hermana Nación, para que se encuentre pronto el camino que lleva a la paz», expresaron los obispos mexicanos.

«Elevamos nuestra oración para que el Señor Jesús los fortalezca, los ilumine. Reafirmamos nuestro acompañamiento hacia todo el pueblo nicaragüense», prosiguieron, añadiendo que rezan «para que Santa María de Guadalupe, Emperatriz de América, los auxilie y los proteja en estos momentos de dificultad«.

(RD/Agencias)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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