"Luces y sombras a 50 años de Medellín"

El grito de los pobres, gritos por la vida

Raúl Vera: "Medellín fue un parteaguas para la Iglesia latinoamericana"

El grito de los pobres, gritos por la vida
Conferencia de Medellín

En el Encuentro pediremos perdón a l@s miembr@s de nuestras iglesias cristianas que fueron perseguid@s por las jerarquías eclesiásticas y por los diferentes poderes institucionales (militar, económico, político, etc.)

(Juan José Tamayo, Director de la Cátedra de Teología y Ciencia de la Religiones «Ignacio Ellacuría». Universidad Carlos III de Madrid y teólogo de la liberación).- El 28 de agosto de 2018 comenzado en Medellín, «ciudad de la eterna primavera», la celebración del 50 aniversario de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que tuvo lugar en la ciudad colombiana de Medellín.

El tema de reflexión y análisis aparece explicitado en el título: «Medellín + 50. El grito de los pobres, gritos por la vida. Luces y sombras a 50 años de Medellín» bajo la convocatoria de 19 organizaciones de las diferentes iglesias conforme a la metodología ver-juzgar-actual, seguida en la Conferencia de Medellín .

Para hacer memoria histórica liberadora de dicha efemérides, que tuvo lugar del 26 de agosto al 6 de septiembre 1968, estamos reunidos cerca de 200 personas de distintas denominaciones cristianas procedentes de los cuatro continentes, con una presencia significativa de latinoamericanos y latinoamericanas con el objetivo de analizar el significado, hoy, de la opción por las personas empobrecidas y por los pueblos oprimidos en un mundo sometido a la una múltiple opresión, por el trabajo por la justicia en un mundo global estructuralmente injusto y por las comunidades de base, que adquirieron carta de ciudadanía eclesial en la Asamblea de Medellín y queremos relanzar frente al actual modelo jerárquico-piramidal-patriarcal de Iglesia.

Y lo haremos no desde un universalismo abstracto, sino desde una lectura plural de la realidad: negra, indígena, ecológica, ecuménica, de género y juvenil, bajo la inspiración del profético documento aprobado por los obispos latinoamericanos en 1968 en esta ciudad colombiana donde celebramos nuestro Encuentro.

Nuestros análisis y reflexiones intentan responder a cinco preguntas fundamentales, donde se combina el pasado y el presente: ¿Cómo vio y analizó Medellín la situación de la pobreza y de las personas y los pueblos empobrecidos en América Latina? ¿Cómo vemos y analizamos hoy, cincuenta años después, las diferentes formas de pobreza estructural y la crisis socio-ambiental en América Latina? ¿Cuál fue el mensaje interpelante de Medellín sobre la pobreza y qué podemos decir hoy en el nuevo escenario político, social, económico y religioso? ¿Qué dijo Medellín sobre la Iglesia pobre y de l@s pobres y cuál es, hoy, la situación en que se encuentra dicha Iglesia? ¿Cómo pensar y desarrollar una correcta articulación con los demás espacios presentes desde la reformulación de la opción ético-evangélica por l@s empobrecid@s y la pasión-acción por la justicia (ecológica, social, ética, distributiva, de género, étnica, generacional?

 

 

En el Encuentro pediremos perdón a l@s miembr@s de nuestras iglesias cristianas que fueron perseguid@s por las jerarquías eclesiásticas y por los diferentes poderes institucionales (militar, económico, político, etc.) que recurrieron a perversos e inhumanos mecanismos de represión. Dicha persecución fue consecuencia de la ubicación de cristianos y cristianas ejemplares (laic@s, sacerdotes, obispos, arzobispos, religiosos, religiosas, etc.) en el lugar de l@s empobrecidos y de su compromiso por la justicia, siendo fieles a las orientaciones proféticas de Medellín. La petición de perdón irá acompañada de la denuncia por tamaños crímenes, así como de la rehabilitación y justa reparación de las víctimas. Se trata de recuperar y relanzar Medellín en una situación favorable con Francisco como Papa.

El Encuentro quiere ser memoria histórica de un acontecimiento cargado de utopía que cambió el paradigma del cristianismo latinoamericano pasando de la Iglesia primero colonial y después desarrollista a la Iglesia de la liberación. Junto a la memoria histórica, haremos un análisis crítico de la realidad, denuncia profética de los poderes opresores, celebración gozosa de la vida y mirada esperanzada al futuro.

Iniciamos el Encuentro con una presentación-rueda de prensa en la que intervinieron: Raúl Vera, obispo de Saltillo (México), Emilie Smith, presbítera de la Iglesia Anglicana y presidenta del SICSAL de Canadá, Olga Lucía Álvarez, participante en la Conferencia de Medellín y obispa, Abilio Peña, teólogo, miembro de Justicia y Paz y del SICSAL y Armando Márquez, presidente del SICSAL.

Monseñor Raúl Vera definió Medellín como parteaguas para la Iglesia Latinoamericana, que supuso un cambio teológico-pastoral, abrió perspectivas y horizontes nuevos y puso el acento en la opción por l@s empobrecid@s y el trabajo por la justicia.

Emilie Smith destacó la importancia y los avances de Medellín en dos campos: las comunidades eclesiales de base y los obispos liberadores, pero también los retrocesos posteriores a Medellín a nivel global: la naturaleza amenazada por el cambio climático y el sistema económico neoliberal, fenómenos ambos destructivos de la vida. De cara al futuro propuso la solidaridad con los pueblos originarios y el apoyo a sus reivindicaciones.

Olga Lucía Álvarez puso el acento en el protagonismo de los obispos misioneros proféticos en Medellín, subrayando el papel fundamental que jugaron el obispo colombiano de Buenaventura Gerardo Valencia Cano y el obispo de los indios Leonidas Proaño Villalba. Habló del documento elaborado en la reunión episcopal de Melgar, que no fue aprobado por el Vaticano. Se refirió también a las ausencias y sombras de Medellín, entre las que cabe citar: el lenguaje no inclusivo, la falta de atención al medio ambiente, la escasa sensibilidad hacia las comunidades afrodescendientes e indígenas y la tensión creada por el sector ultraconservador.

 

 

En relación con esta efemérides del 50 aniversario, el teólogo colombiano Abilio Peña mostró la necesidad de ver atrás, pero no de manera añorante y pasiva, sino para mirar creativamente hacia adelante. Fijó como prioritarios en este Encuentro el relanzamiento de Medellín en una situación favorable con el papa Francisco, la recuperación del método ver-juzgar-actuar y la necesaria orientación ecuménica.

El salvadoreño Armando Márquez se presentó de esta guisa: «Vengo de una Iglesia martirial» y e hizo memoria de l@s mártires de su país por los militares y los escuadrones de la muerte. Se refirió a uno de los problemas fundamentales de su país: la migración.

En la próxima crónica presentaré las excelentes intervenciones de Edgard Beltrán, participante en los encuentros de preparación de Medellín, en su celebración y en el posMedellín, de la teóloga y pastora colombiana Gloria Ulloa, del Consejo Mundial de Roma, del pastor presbiteriano Luis Fernando Sanmiguel y del monseñor Raúl Vera.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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