Líderes indígenas del Amazonas se plantan ante el Gobierno

«Nuestras tierras son inalienables e indisponibles y nuestros derechos innegociables»

"Enfrentaremos cualquier amenaza, obstáculos y desafíos que atentan contra la vida y la identidad de nuestros pueblos"

"Nuestras tierras son inalienables e indisponibles y nuestros derechos innegociables"
Líderes indígenas del Amazonas se plantan ante el Gobierno Luis Miguel Modino

Es explícita la postura política del nuevo gobierno federal de negar los derechos humanos fundamentales, individuales y colectivos, con manifestaciones llenas de prejuicios, racistas y discriminatorias

(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- Educación y sanidad siempre han formado parte de las reivindicaciones de las organizaciones indígenas. De hecho, éstas son unas de las causas de la migración de los indígenas para las ciudades, lo que pone en peligro el ecosistema amazónico, dando pie a invasiones externas de quienes ven la Amazonía como lugar de explotación desmedida.

Discutir estas cuestiones ha sido el objetivo fundamental del IV Encuentro de Educación y Sanidad Indígena del Amazonas, organizado por el Foro de Educación Escolar Indígena del Amazonas – FOREEIA, celebrado en Manaos de 12 a 14 de diciembre, en una tentativa planear estrategias en defensa de las causas indígenas, como es la existencia digna, derechos colectivos, territorio, educación, sanidad, cultura, justicia social y democracia.

Como reconoce el antropólogo indígena Gersen Baniwa, uno de los grandes inspiradores de las políticas sobre educación indígena, «el mayor desafío es, sin duda, la dificultad del Estado brasileño para reconocer los derechos específicos y diferenciados», lo que se especifica, según el Profesor de la Universidad Federal del Amazonas, en «el reconocimiento y promoción de las culturas, de las tradiciones, de las lenguas, de los saberes indígenas propios», una realidad que, a pesar de la garantía jurídica, no es llevada a la práctica, pues «no se da valor a la lenguas, pedagogías, saberes, modos de educar, de pensar de las culturas indígenas», según el antropólogo indígena.

 

 

En ese sentido, Gersen Baniwa, señala que, ante la llegada del nuevo gobierno brasileño, «la mayor amenaza es anular todos los derechos que fueron conquistados en los últimos treinta años«, lo que supondría retornar a la situación de hace 50 años, poniendo en peligro el «derecho al territorio, a la autonomía étnica, comunitaria y cultural de los pueblos indígenas y el acceso a políticas públicas como la educación y sanidad diferenciadas». Por encima de todo, «las amenazas están centradas en la cuestión territorial, que es el corazón de la identidad indígena», cuya falta de reconocimiento provoca la falta de todo lo demás, inclusive «la propia identidad indígena, que tiene como punto de referencia el territorio, algo establecido en las propia cosmovisiones indígenas», afirma el profesor Baniwa.

Los indígenas, en el documento final del encuentro, dejan claro que hay elementos a los que no están dispuestos a renunciar, dando el ¡alto ahí! y afirmando con contundencia que sus tierras son inalienables e indisponibles y sus derechos innegociables, que muestra el clima de reivindicación presente en todo el encuentro, «en un escenario que apunta a la reducción de los derechos indígenas conquistados a través de años de lucha», como recoge el propio documento. Estas reclamaciones han sido entregadas a representantes de diferentes esferas gubernamentales en un acto público llevado a cabo en la Universidad Federal del Amazonas.

Como reconocía Guenter Francisco Loebens, del Consejo Indigenista Misionero – CIMI, las conquistas fueron fruto de las luchas comunitarias, del movimiento organizado, de la movilización. Actualmente eso es algo que resulta necesario, pero al mismo tiempo es cada vez más difícil, pues los movimientos sociales en Brasil tienen como horizonte una perspectiva de represión a aquellos que luchan, según el agente del CIMI, que insistía en que la única posibilidad es sumar las fuerzas individuales y colectivas de los pueblos.

La Iglesia católica reconoce el valor de los pueblos indígenas, como señalaba el director del Servicio Amazónico de Acción, Reflexión y Educación Socioambiental – SARES, el jesuita Paulo Tadeu Barausse, pues «si todavía existe la selva sin derribar, ríos no contaminados, toda esa biodiversidad, esa riqueza que es la Amazonía, es gracias a la sabiduría de los pueblos originarios», algo de lo que, en su opinión, «debemos aprender y no ver la cultura indígena siempre con desconfianza y discriminación«. A pesar de las persecuciones que sufren, los pueblos indígenas demuestran que son gente que resiste, reconocía el jesuita, quien destacaba la importancia de la unión en el momento presente, recordando una frase que se hizo famosa en tiempos de la Dictadura Militar, que decía que nadie suelta la mano de nadie.

 

 

Beto Goes Yanomami, Presidente del Consejo Distrital de Sanidad Indígena Yanomami de Amazonas y Roraima, reconocía que la sanidad indígena yanomami se encuentra en un momento de fortalecimiento institucional a través de la Secretaría Especial de Sanidad Indígena – SESAI. Este ha sido un año de conferencias locales de los diferentes pueblos sobre Sanidad Indígena, todo en vista de la VI Conferencia Nacional de Sanidad Indígena en Brasilia, en mayo de 2019.

La atención primaria en las aldeas indígenas ha avanzado, aunque todavía faltan muchas cosas, como tratamiento de agua, mejores infraestructura para los profesionales de salud, y sobretodo un mejor atendimiento a los indígenas cuando tienen que salir de sus aldeas para ser atendidos en los centros urbanos. El indígena yanomami dice que quieren una sanidad indígena diferenciada, respetando su especificidad cultural y manera de vivir. En ese sentido, denuncia la discriminación que sufren por parte de algunos profesionales de salud en referencia a los rituales de los chamanes.

Sobre el nuevo gobierno, Beto Goes Yanomami señala que los indígenas están abiertos al diálogo, que ellos tienen que ser escuchados, respetar el derecho constitucional de consulta previa. Él reconoce que el momento es de preocupación, de aflicción, de incerteza, sobre cómo será la Secretaría de Sanidad Indígena a partir de enero.

Los indígenas no quieren renunciar a las conquistas alcanzadas, reafirmando en el documento algunos elementos fundamentales para ellos, como la persistencia en la lucha, enfrentando las amenazas, sin callarse ante los ataques que puedan venir, uniendo sus fuerzas y voces con otros colectivos marginados, en reconocimiento de su autonomía, territorio y derechos garantizados por ley. Por eso, dejan claro y gritan a los cuatro vientos que es imprescindible resistir para existir. 

 

 

Documento Final del IV Encuentro de Educación y Salud Indígena del Amazonas

¡Alto ahí! Nuestras tierras son inalienables e indisponibles y nuestros derechos innegociables.

Nosotros dirigentes, caciques, profesores, profesionales de la sanidad, de 30 pueblos y 50 organizaciones indígenas, de 35 municipios de Amazonas, dirigentes indígenas provenientes de los estados de Acre, Rondônia, Pará, Roraima, Amapá y Mato Grosso do Sul, nos reunimos los días 12 a 14 de diciembre de 2018, en el IV Encuentro de Educación y Salud Indígena del Amazonas, organizado por el Foro de Educación Escolar Indígena del Amazonas, Foreeia, con la presencia de representantes de entidades aliadas e instituciones gubernamentales, con el objetivo de analizar la realidad y discutir las estrategias de acción del movimiento indígena, en un escenario que apunta a la reducción de los derechos indígenas conquistados a través de años de lucha.

Es explícita la postura política del nuevo gobierno federal de negar los derechos humanos fundamentales, individuales y colectivos, con manifestaciones llenas de prejuicios, racistas y discriminatorias, afectando a los pueblos indígenas, negros, mujeres, comunidad LGBT, trabajadores, ancianos, pobres y marginados en una flagrante falta de respeto por la Constitución Federal y los tratados internacionales de los cuales Brasil es signatario.

Constatamos, en relación a la Amazonia y la naturaleza, sagrada para nosotros, absoluta falta de raciocinio una vez que el objetivo se vuelve hacia la descaracterización de los territorios indígenas de uso colectivo y de las áreas de protección ambiental en benéfico de la avaricia insostenible del agronegocio, del uso extensivo del monocultivo, de las empresas madereras y de minería. Además, tal dinámica estimula la presencia de falsificadores de documentos de tierra, aventureros, y toda clase de prácticas ilegales que favorecen la deforestación, la contaminación del medio ambiente y aumentan la violencia del campo alcanzando directamente a los pueblos indígenas, poblaciones tradicionales y trabajadores rurales. Esta lógica es absolutamente incomprensible para nosotros, ya que, en nuestros territorios, todos indistintamente, hacemos uso colectivo de los recursos naturales ofrecidos por la naturaleza garantizando vida y futuro para las próximas generaciones.

Es clara la intención de afectar negativamente a nuestros pueblos, negando nuestra identidad y los lazos que nos unen a la Madre Tierra y a nuestros territorios tradicionales, incluso, valiéndose del proselitismo religioso, para transformarnos en simples productores integrados a la comunión nacional sin cualquier reconocimiento de los derechos étnicos específicos que nos diferencian como pueblos indígenas de tradición colectiva. Quieren integrarnos al mercado y, de esta forma, confiscar y dividir nuestras tierras entregándolas al capital para la explotación irracional de los recursos naturales.

En ese mismo impulso, la política educativa orientada a partir de la propuesta de la Escuela sin partido pretende callar a nuestros pueblos, restringir nuestra capacidad de pensamiento crítico y cercenar nuestra libertad de expresión. La estrategia pretende colocar a los jóvenes al servicio del mercado y la subordinación del capital negando la importancia del debate, de la expresión pedagógica creativa y de la reflexión sobre los derechos que prepara para el ejercicio de la ciudadanía y la valorización de la democracia. La persecución a los profesores es otra de las estrategias dirigidas a este objetivo, transformando a esos educadores en reproductores de la ideología dominante.

En los campos de la educación escolar y de la sanidad indígena los desafíos siguen siendo enormes, a pesar de las conquistas del movimiento indígena en los últimos años.

En la educación, se verifica la falta de implementación de las políticas públicas específicas haciendo que el 60% de las escuelas indígenas no disponen de edificios y de condiciones estructurales y pedagógicas adecuadas que atiendan nuestras especificidades socioculturales y sociolingüísticas.

Las ofertas de cursos de formación inicial a nivel medio (magisterio indígena), formación continuada y superior se reducen y no logran atender a la demanda de nuestros pueblos. No existen programas de producción de material didáctico específico a la realidad de cada pueblo, la merienda escolar no es regionalizada, entre otras cuestiones que inviabilizan la oferta de una educación de calidad a los pueblos indígenas del Estado. Muchas lenguas indígenas están amenazadas y caminando hacia el proceso de extinción. Nuestros jóvenes están siendo excluidos de los diversos niveles de educación, en especial de la enseñanza media, obligación constitucional del Estado, donde son raras las propuestas estructuradas a partir de los principios de la interculturalidad y especificidad. De esta forma, la educación no contribuye a la efectividad de nuestros proyectos societarios de futuro como pueblos indígenas ligados a nuestros territorios.

En la sanidad, se verifica insuficiencia y la baja calidad de la atención realizada en las aldeas, en los polos bases, en las sedes municipales y en los demás puntos de atención médica. Las unidades de salud cuando no son insuficientes, son inadecuadas en sus estructuras físicas y en la logística de sus funcionamientos, siendo común la falta de equipamientos, instrumentos médicos, y medicamentos.

La política de sanidad indígena implementada en las aldeas no aprendió a dialogar con los principios y prácticas de medicina indígena tradicional con el uso de plantas medicinales y las curaciones espirituales a través del chamanismo. Para ello es fundamental que los profesionales indígenas de salud y no indígenas que actúan en las aldeas, en las CASAI (Casa de Salud Indígena) y en los hospitales reciban formación en cursos específicos y diferenciados. Nos preocupa la descaracterización de los instrumentos de control social en el ámbito del subsistema de sanidad indígena afectando nuestra capacidad de inferir en los procesos de gestión y de decisión.

Considerando las luchas del movimiento indígena asumidas a lo largo de décadas por la afirmación de la identidad y la demarcación de los territorios indígenas, de las conquistas alcanzadas en el campo de los derechos y lo que eso significó de sufrimiento de nuestras comunidades y pueblos indígenas, incluso, la sangre derramada de muchas los líderes, reafirmamos que:

• No desistiremos de la lucha por nuestros derechos.
• Enfrentaremos cualquier amenaza, obstáculos y desafíos que atentan contra la vida y la identidad de nuestros pueblos.
• No nos callarán ante la violación de los derechos humanos así como no pactamos con políticas de exclusión y marginación.
• Uniremos nuestras fuerzas y nuestras voces junto a otros segmentos de la sociedad urbana y rural, incluyendo las comunidades tradicionales también marginadas y olvidadas.
• Nuestra autonomía frente al Estado, con pleno y efectivo derecho de consulta en relación a todas las políticas, proyectos económicos y la legislación que nos afectan.
• No abriremos mano de luchar por la demarcación de nuestros territorios, declarados por la Constitución como indisponibles e inalienables, regularizados, ejerciendo el usufructo exclusivo de sus riquezas.
• Nuestros territorios son sagrados y continuaremos defendiéndolos contra todo tipo de invasión, deforestación y depredación sabiendo que con esto estaremos contribuyendo con el bienestar de toda la humanidad y el futuro del planeta.
• La necesidad de una política indigenista del gobierno del Amazonas de fortalecimiento de nuestros proyectos de vida que venga a atender las enormes demandas de los 65 pueblos indígenas del estado y en sintonía con la legislación vigente.
• La importancia de la creación de una Subsecretaría de educación escolar indígena del Amazonas, para atender la enorme diversidad sociocultural y lingüística del Amazonas.

Manaus, AM. 13 de diciembre de 2018

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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