Por miedo a que Moscú reconozca a la Iglesia de Abjasia, región pro-rusa

La oposición georgiana pide no precipitarse a reconocer a la Iglesia ucraniana

Advierte sobre las consecuencias posiblemente "perjudiciales" en cuanto a la "integridad territorial" del país

La oposición georgiana pide no precipitarse a reconocer a la Iglesia ucraniana
Por miedo a que Moscú reconozca a la Iglesia de Abjasia

Georgia perdió definitivamente el control sobre las regiones separatistas y prorrusas de Abjasia y Osetia del Sur tras un conflicto armado con Rusia en verano de 2008

La Iglesia Ortodoxa de Georgia debe mostrar cautela y no precipitarse con el reconocimiento de la recién creada Iglesia Ucraniana, tras su separación de Rusia, para evitar que el Patriarcado de Moscú haga lo mismo con la Iglesia de la región separatista georgiana de Abjasia, declaró ayer la líder del partido opositor Movimiento Democrático de Georgia, Ninó Burdzhanadze.

«Si reconocemos la autocefalia de la Iglesia Ucraniana, Rusia automáticamente reconocerá a la Iglesia de Abjasia«, ahora subordinada a la Iglesia Georgiana, dijo a Efe la también expresidenta del Parlamento georgiano.

La política explicó que las consecuencias de esa decisión pueden ser «perjudiciales para el proceso de la restauración de la integridad territorial de Georgia», que perdió definitivamente el control sobre las regiones separatistas y prorrusas de Abjasia y Osetia del Sur tras un conflicto armado con Rusia en verano de 2008.

Poco después del contencioso, Rusia reconoció la independencia de los territorios separatistas, lo que llevó a Georgia a romper las relaciones diplomáticas con Moscú.

Desde entonces, Tiflis se niega a aceptar la pérdida de las regiones secesionistas y acusa a Rusia de ocupar el 20 por ciento de su territorio.

Para Burdzhanadze, es «bueno y correcto» que la Iglesia Georgiana, una de las catorce Iglesias ortodoxas autocéfalas del mundo, no se dé prisa a respaldar la independencia de la Iglesia Ucraniana, puesto que, pese a «todo el respeto hacia Ucrania y su pueblo», el país debe partir de «sus propios intereses».

El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, firmó el pasado 5 de enero el «tomos» (decreto) que concede la independencia a la Iglesia Ucraniana tras más de tres siglos de su dependencia del Patriarcado de Moscú.

Al día siguiente, el «tomos» fue entregado al líder de la nueva Iglesia, Epifanio, en una ceremonia solemne que tuvo lugar en Estambul, sede del Patriarcado de Constantinopla.

Según un portavoz de la Iglesia Ortodoxa de Georgia, la postura de la institución con respecto a la autocefalia de la Iglesia Ucraniana se formulará tras el correspondiente estudio del «contenido del tomos».

Durante el sínodo de la Iglesia Georgiana celebrado en diciembre pasado, algunos de sus religiosos se pronunciaron a favor del reconocimiento de la Iglesia Ucraniana, una postura compartida por varios políticos de este país, enfrentado, al igual que Ucrania, con las políticas del Kremlin en el espacio postsoviético.

Moscú rechaza categóricamente reconocer la validez de la separación de la Iglesia Ucraniana y califica el «tomos» de un papel «sin valor canónico alguno».

(RD/EFE)

 



CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído