El presidente de la REPAM Venezuela, contra la "depredación devastadora"

José Ángel Divasson: «Los pueblos de la Amazonía tienen una religiosidad profunda»

"El Evangelio es 'propuesta' que ayuda a que se mantenga y fortalezca lo mejor de estas culturas"

José Ángel Divasson: "Los pueblos de la Amazonía tienen una religiosidad profunda"
Presidente de REPAM Venezuela, contra la "depredación devastadora"

La Iglesia está presente para anunciar la Buena Noticia de que Dios se ha hecho uno de nosotros para que todos, sobre todo los más desamparados, tengamos una vida digna, una vida plena

(Vatican News).- En la Amazonía el Evangelio es «propuesta» que ayuda a que se mantenga y fortalezca lo mejor de las culturas de los pueblos que allí viven, que ilumina y anima a los cambios que el pueblo necesita. Es la reflexión de Monseñor José Ángel Divasson, Vicario Apostólico Emérito de Puerto Ayacucho, a la cabeza de la REPAM en Venezuela.

El martes 15 de enero de 2019 la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en Venezuela organizó un foro llamado «Panamazonía, desafíos y esperanzas», en el auditorio «Hermano Lanz» de la Universidad Católica Andrés Bello, bajo la dirección de Mons. Divasson. El objetivo principal ha sido el influir y crear opinión sobre los problemas que se confrontan en toda la Amazonía Americana.

En Venezuela se entiende por Amazonas no sólo el Estado Indígena Amazonas, sino también el vastísimo territorio que ocupa el Estado Bolívar, la zona del Delta del Orinoco y un sector del Estado Apure: por lo tanto casi un 50% del territorio nacional.

Vida e identidad de los pueblos indígenas

Entrevistado sobre el foro, Monseñor Divasson explicó que el mismo «entra dentro de todo el proceso de preparación del Sínodo sobre la Amazonía. Las Asambleas Territoriales, apenas concluidas, han tenido como objetivo escuchar lo que los diferentes pueblos indígenas y las comunidades de esta Amazonia nos van diciendo con relación a su situación. Estamos elaborando sus conclusiones para ofrecerlas a los participantes del Sínodo».

El Vicario Emérito de Puerto Ayacucho precisó que el foro estaba dirigido a iluminar algunos aspectos de la vida e identidad de los pueblos indígenas: «la diversidad cultural que no ahoga una unidad profunda, su espiritualidad, su relación con la naturaleza y los conflictos permanentes y crecientes a causa del extractivismo minero y de supuestos ‘desarrollos’ que no los tienen en cuenta y perjudican, más bien, su calidad de vida…».

Iglesia con rostro amazónico

La reflexión se centró también en lo que significa una Iglesia con rostro amazónico, la vivencia y experiencias que se están dando, y las exigencias que implica el anuncio del Evangelio desde el interior de la espiritualidad de cada pueblo:

«La gran tarea de la Iglesia que vive y expresa su fe en la Amazonía es reconocer, contemplar, profundizar, y en algunos casos descubrir casi por completo, cuál es la vivencia religiosa de estos pueblos. Tienen una religiosidad profunda, y el Evangelio viene a ofrecer una nueva luz, a alimentar y celebrar. El Evangelio es ‘propuesta’ que ayuda a que se mantenga y fortalezca lo mejor de estas culturas, ilumine y anime los cambios que el pueblo necesita».

La Iglesia en el territorio Amazónico, en la persona de tantos misioneros, misioneras, voluntarios y agentes de pastoral, es considerada por muchas comunidades y organizaciones indígenas una «aliada». En este sentido, el presidente de la REPAM en Venezuela destacó el rol especial de la Iglesia para la permanencia y crecimiento de muchos de estos pueblos:

«En la actualidad tiene un rol especial por cuanto está sucediendo en relación a la naturaleza, que sufre una depredación absolutamente devastadora, y por la poca consideración que se demuestra de los pueblos que en ella habitan, que se ven en peligro permanente de disminución y hasta de extinción, sin tener en cuenta que su modo de relacionarse con la naturaleza ha permitido su permanencia».

«La Iglesia está presente para anunciar la Buena Noticia de que Dios se ha hecho uno de nosotros para que todos, sobre todo los más desamparados, tengamos una vida digna, una vida plena. Y lo primero que Jesús nos dice, y que demuestra con el ejemplo, es justamente que Dios nos ama, que lo que importa es el amor, que lo amemos a Él y lo demostremos amándonos unos a otros, que valoremos todo lo que nos permite vivir bien a todos, dentro de nuestra cultura, para que nos hagamos mejores».

Mons. Divasson concluyó con una apreciación: «me parece que hay que fortalecer la esperanza y favorecer siempre más el protagonismo que deben tener estos pueblos en la construcción de su futuro».

Documento preparatorio Sínodo 2019: Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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