El obispo de Vitoria abre un Redemptoris Mater en su diócesis

Elizalde: «La Iglesia, por ser Iglesia, está preparada para todos los carismas»

Admite que los destinos pastorales de estos sacerdotes se decidirán "de común acuerdo"

Elizalde: "La Iglesia, por ser Iglesia, está preparada para todos los carismas"
Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria RD

Constituirán el Seminario Diocesano Misionero Redentoris Mater, una iniciativa del Camino Neocatecumenal presente ya en varias diócesis de España mundo

(Txenti García).- De su reciente estancia en Roma, el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde se ha traído un proyecto que se suma a la preocupación por la pastoral vocacional diocesana. La propuesta que en la pasada Semana Santa le hicieran, como a otros tantos obispos en el marco de una convivencia en Roma, desde el movimiento cristiano Camino Neocatecumenal, se materializa este curso ya con la llegada de seis jóvenes que se incorporarán a los estudios eclesiásticos en la Facultad de Teología y que, junto con los que vayan llegando en próximos años, constituirán el Seminario Diocesano Misionero Redentoris Mater, una iniciativa del Camino Neocatecumenal presente ya en varias diócesis de España mundo.

El mismo obispo ha ido informando al Consejo episcopal y estrechamente con el Vicario General en los últimos días ha tomado la decisión de acoger esta propuesta. Ahora ha querido comunicar a la Diócesis esta noticia en una nota remitida a través del Obispado. Y a través de esta entrevista aclara algunas cuestiones que se pueden plantear al conocerse esta iniciativa.

 

– La primera pregunta que surge es ¿cómo habiendo ya un Seminario en Vitoria, seis nuevas vocaciones llegadas a nuestra ciudad no tengan como destino nuestro Seminario?

– Son Seminarios desde el carisma del Camino Neocatecumenal, al servicio de las diócesis, sí, pero con una identidad propia. Al igual que si fuese un seminario de una orden religiosa. El Seminario Diocesano de Vitoria participa de una espiritualidad eclesial y diocesana sacerdotal común a toda la Iglesia. Esa identidad no debemos perderla, por eso en la carta intento dejar claro que una cosa es el Seminario Diocesano, para el que tenemos que seguir trabajando y otra la propuesta de un seminario Redentoris Mater.

 

– En la carta se dice que estos jóvenes van a vivir en familias, no en comunidad que es uno de los distintivos de un proceso de maduración vocacional, no parece una fórmula de seminario al uso.

– Es una dinámica que se lleva a cabo desde el Camino, y se realiza durante los dos primeros años. Pretenden con ello que no pierdan el contacto con la comunidad neocatecumenal y también dar tiempo para que con la incorporación de nuevos seminaristas se pueda crear una comunidad más grande y fuerte que requiera otra estructura. Es un tiempo también para ir entrando en contacto con la realidad diocesana. Por lo tanto al principio no existe la figura de un rector de Seminario, pero sí habrá un sacerdote, vinculado al Camino, que será Joserra Altuna, que les acompañará.

 

 

– De los seis no todos entran en el mismo curso de los estudios eclesiásticos. ¿Cómo se reparte esta incorporación?

– Tres entrarán a cursar primer curso, uno aún le queda terminar el bachiller, luego uno que está ya en sexto curso y que le llaman con la figura de «el garante», y otro que se incorpora desde el Seminario de Granada en los últimos cursos de teología.

 

– Estos jóvenes tendrán desde el principio unos destinos pastorales ¿Quién los determinará, El Camino o el Obispo?

-Se hará de común acuerdo.

 

– ¿Esta iniciativa del arribo de seminaristas llegados de fuera, de un Seminario dirigido por uno de los movimientos más fuertes de la Iglesia, da un aire a la Diócesis de «Tierra de misión»?

– Ya lo éramos, pero creo sinceramente que lo que va a provocar es remover el panorama vocacional. Cuando los he conocido en Italia pensaba que cuando les conozcan los sacerdotes les van a encantar ver jóvenes normales, como cualquiera de los que tenemos en nuestros colegios e institutos, y que tienen una fuerte llamada vocacional al sacerdocio. Nuestro seminarista diocesano, Rafa, me reconocía hace poco que desde que llegó hasta hoy ha ido viendo un cambio de actitud de los sacerdotes hacia su persona.

 

– Creo que la Diócesis de Vitoria no está preparada para vivir una Iglesia de los movimientos. Tiene un pasado del que sentirse orgullosa aunque el presente, ciertamente, sea el que es, el de una diócesis con un clero con una media de edad alta y sin expectativas de un relevo generacional propio para el mismo, así como de unas comunidades parroquiales que han visto mermadas notablemente sus feligresías. ¿Cómo puede condicionar esta realidad para la integración de estos jóvenes en la realidad diocesana?

– No creo que lo condicione en nada. Son jóvenes que aceptan ir a cualquier lugar del mundo. A sitios como China ¿China está preparada para vivir una iglesia de movimientos? La iglesia, por ser Iglesia está preparada para todos los carismas. No veo problemas en ese sentido.

 

 

 

– ¿Les ha dado algún consejo a los jóvenes que llegarán a Vitoria?

– Desde el principio los he acogido como un padre, con ilusión, y no tengo miedo a que se sientan desarraigados, en parte porque al iniciar su estancia entre nosotros viviendo en familias y en su entorno de la Comunidad del Camino, eso lo va a favorecer grandemente. Les pido fidelidad a sus estudios y a la novedad que se les presenta, y por otro lado confío plenamente en que la acogida en la Diócesis será buena por parte de sacerdotes, religiosos, familias, comunidades.

 

Texto íntegro de la carta del obispo

SEMINARIO DIOCESANO MISIONERO REDEMPTORIS MATER

Muy queridos diocesanos:

Con inmensa alegría os anuncio una buena noticia compartida con el Consejo Episcopal. El Camino Neocatecumenal me ha propuesto para el servicio de la Diócesis de Vitoria y de la Iglesia Universal la creación de un Seminario para la formación de vocaciones sacerdotales. Otras once diócesis españolas también lo tienen. Se trata del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater. En un encuentro vocacional en Italia, más de 250 jóvenes han aceptado el envío de ir a uno de los 122 seminarios Redemptoris Mater dispersos por el mundo. Impresionante la disponibilidad de estos jóvenes que después de un itinerario de discernimiento en sus comunidades de origen, con la ayuda de sus catequistas y sacerdotes, deciden ser enviados allí donde la Iglesia les necesite. Percibir su alegría evangélica es también un estímulo para nosotros los sacerdotes y para todas las vocaciones que arrancan igualmente del bautismo: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio» (Marcos 16,15).
Hemen nauzu, Jauna. Zure izenean, nahi duzun tokira joango naiz.
Si después de unos siete años de formación los jóvenes que vienen a Vitoria llegaran a ordenarse sacerdotes serían sacerdotes de la Diócesis de Vitoria que compaginarían su ministerio en nuestra Diócesis con misiones al servicio de la Iglesia universal. Nunca dejarían de ser sacerdotes diocesanos, incardinados en nuestra Diócesis, disponibles para las necesidades diocesanas y dependiendo del Obispo de Vitoria.
Pero claro, el Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater no es ni será el Seminario Diocesano de Vitoria. Y tampoco la Diócesis de Vitoria encarga su Seminario al Camino Neocatecumenal. El Seminario que más adelante se erigiría canónicamente es otro diferente. De hecho el único seminarista del Seminario de la Diócesis de Vitoria, Rafael Sánchez García, seguirá estudiando en el Seminario de Bilbao para incorporarse cada semana a la pastoral parroquial de Vitoria, colaborando también en la Pastoral Vocacional. ¡Ojalá pronto pueda regresar para formarse con otros compañeros en Vitoria!
Aunque podamos recibir con inmensa alegría el comienzo de un Seminario dirigido por el Camino Neocatecumenal, como diócesis, seguiremos trabajando más que nunca por la promoción de vocaciones sacerdotales entre los jóvenes de nuestra tierra. Acoger a estos jóvenes seminaristas nos impulsa a seguir trabajando con ilusión en la propuesta vocacional. Promover todas las vocaciones y por tanto también la sacerdotal es tarea de todos, de todas las comunidades, de todos los sacerdotes, de todas las religiosas, religiosos y laicos. Todos somos corresponsables.
Estoy seguro de que el testimonio de los jóvenes de este nuevo seminario será beneficioso para estimular el atractivo del sacerdocio entre los jóvenes de nuestras parroquias y comunidades sin que pertenezcan al Camino. ¡Quien pudiera acoger a seminaristas, a novicios o a consagradas de distintas realidades eclesiales! Sería un regalo para nuestra Diócesis.
También será una gracia inmensa para nuestra Facultad de Teología que verá aumentado el número de sus alumnos en el ciclo institucional. El Camino surtiría cada año un pequeño número de seminaristas con lo que nuestro panorama vocacional mejorará sustancialmente.
Es un comienzo humilde en el que seis jóvenes cursarán estudios teológicos en nuestra Facultad. Los dos primeros cursos, aún sin rector y sin erección canónica, vivirán en familias del Camino e irán conociendo poco a poco la realidad parroquial y juvenil de nuestra Diócesis. También la Diócesis les irá conociendo y a través de sus Consejos podrá perfilar sus apreciaciones antes de la erección del Seminario. Podrán ir colaborando pastoralmente en las iniciativas que como diócesis les brindemos así que estarán abiertos a vuestras sugerencias. Siempre la cercanía de los seminaristas es renovación para las comunidades, soplo nuevo del Espíritu y cuestionamiento inquietante para nuestros jóvenes.
La mirada puesta en la Nueva Evangelización nos hace ser creativos a la vez que apasionados por la comunión en la Iglesia. El Señor sigue haciendo maravillas en su Pueblo y nuestra Diócesis una vez más es testigo de ello.
Encomendamos a estos jóvenes y nos encomendamos a su oración. Les acogemos con la misma ilusión con que ellos vienen a nuestra tierra. Yo siento que mi corazón de pastor se agranda ante su llegada. Pido la misma gracia para cada diocesano y para cada comunidad. Si hubiera matices que no se entienden bien, tanto los miembros del Camino Neocatecumenal como yo mismo estamos dispuestos a dar razón de todas las cuestiones que se puedan contemplar.
Hemen nauzu, Jauna, bidal nazazu. Jar ezazu zure Hitza nire ezpainetan, zure arintasuna nire oinetan eta zure zeregina nire eskuetan. Jar ezazu zure Espiritua nire espirituan, zure maitasuna nire bihotzean, zure indarra nire ahultasunean eta zure erabakia nire ezbaian.

Con enorme alegría un abrazo lleno de afecto y mi bendición

Vitoria-Gasteiz, 29 de septiembre de 2017
[Juan Carlos Elizalde obispo]
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X Juan Carlos ELIZALDE ESPINAL
Obispo de Vitoria


Non solum sed etiam

La Iglesia de los movimientos que tanto alentara durante su pontificado San Juan Pablo II se abre hueco en la Diócesis de Vitoria de la mano del Camino Neocatecumenal.
Ciertamente los movimientos en la Iglesia recuerdan un poco a esa iglesia que San Pablo criticaba en la carta a los Corintios con aquello de «yo soy de Apolos, yo de Cefas, y yo de Pablo» y reclamaba una voz que aunara un «yo soy de Cristo».
No obstante hay que reconocerles que son un colectivo comprometido, que tiran del carro, que han respondido a la llamada para la Nueva Evangelización y que están siendo fuente de vocaciones consagradas. Al César lo que es del César.
Soy partidario de interpretar que en esta vida quien suma no resta, y por lo tanto me sumo a una acogida y que sean la levadura que fermente la masa de futuras vocaciones consagradas en la diócesis. Que luego algunos son de El Camino, ¡pues vale! A otros les gustará el futbol y a otros la cesta punta.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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