La Iglesia ofrece a la sociedad un fundamento de la vida personal (razones para ser), un fortalecimiento del orden moral (razones para hacer) y un fortalecimiento de la realización comunitaria de la vida humana (razones para convivir)
(Upsa).- La Capellanía y la Pastoral Universitaria de la UPSA han celebrado la charla-coloquio ‘La propuesta cristiana ¿A qué cristianismo invitar hoy?’ con Olegario González de Cardedal, profesor emérito de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, con motivo de su nuevo libro Invitación al cristianismo.
González de Cardedal ha comenzando su intervención preguntando «¿el cristianismo es uno o hay muchos cristianismos igualmente legítimos? ¿El cristianismo real permanece igual o ha sufrido cambios a lo largo de la historia?». Para el profesor emérito «el cristianismo es uno y solo uno que como realidad viviente tiene su crecimiento y tiene una identidad en la historia, en la que los creyentes conocemos su Misterio». Y que para el experto, los concilios, dogmas y la realización de los creyentes explicitan su contenido.
El conferenciante ha expuesto dos actitudes con las que los hombres reciben la propuesta cristiana: como afirmativa, justificadora de su proyecto, o como un rechazo, negadora de la autonomía, de la libertad absoluta.
«El Evangelio puede ser percibido como reconocimiento afirmativo o como juicio», ha indicado. Y ha explicado la propuesta antropológica en referencia al pensamiento de Karl Rahner y la propuesta dialéctica a partir de H. Urs von Balthasar de las que nacerán dos pautas para el camino de la Iglesia:
«una inclinada más a la acción con los hombres y por los hombres, que se inserta en los movimientos ideológicos de la cultura y la política y donde en el centro de su atención están los otros aceptados como son, en espera de que puedan acoger el evangelio».
De modo distinto, la segunda propuesta acentuará lo novedoso y específico de la propuesta cristiana, insistiendo en que «la cultura y la fe no son realidades diferenciadas de modo que la realidad humana por sí sola, ni revela el contenido completo de la fe, ni da razones suficientes para la conversión de los creyentes».
Para González de Cardedal «el cristianismo es una forma de vida, por tanto, afecta a la persona en su raíz y en su totalidad. Es una forma de existir, de comprenderse, actuar, relacionarse, vivir y esperar«. Y deriva de una raíz sustentadora de un encuentro: «somos encontrados por Jesucrito y nos encontramos con él». El acontecimiento personal de Cristo radica en que: «se ha convertido en un judío marginal cuyo mensaje particular ha logrado un significado universal».
Para el profesor el Evangelio es uno y único y la Iglesia ofrece a la sociedad lo que es y lo que tiene. «Ofrece a la sociedad un fundamento de la vida personal (razones para ser), un fortalecimiento del orden moral (razones para hacer) y un fortalecimiento de la realización comunitaria de la vida humana (razones para convivir)».
Respecto a la acción misionera y pastoral, según el autor, «la mejor propuesta que los cristianos pueden ofrecer al mundo es la fe que ellos viven, confiando en su verdad objetiva, su potencialidad teológica, en su validez intelectual y en su eficacia moral». Y ha insitido en que «hay que confiar en los objetivos de la fe».
Para concluir el profesor emérito ha relatado 20 tesis que explican qué cristianismo se propone hoy:
1. El que otorga primacía al testimonio vivido junto a la apología teórica.
2. Religioso, en el que la vocación contemplativa y política tienen igual validez y diginidad cristianas.
3. Histórico, que otorga valor a las 3 virtudes teologales a la vez que a los tres princicoios de igualdad, libertad, fraternidad.
4. Que da a las mujeres los nombramientos que otorguen validez jurídica en sus actos en la medida en que sus actuaciones son determinantes en la vida de la Iglesia.
5. Que se expresa públicamente con respeto a los demás y con total libertad.
6. Que promueve estructuras de dignificación pública del hombre.
7. Que propone ideales de perfección máximos, gracia y santidad.
8. Que otorga a la belleza tanto valor como la bondad.
9. En el que la verdad propia es propuesta como generadora de libertad, convivencia y servicio.
10. Que cultiva a la vez a los discapacitados y a las minorías de excelencia de los que depende riqueza y porvenir humanos.
11. Cristianismo católico con grupos y minorías sin separarse de la madre Iglesia.
12. De la diferenciación que otorga importancia a cada realidad según su valor propio.
13. Que oye las voces exteriores de la razón, técnica y política integrándolas con agradecimiento crítico a la luz de los criterios de su confesión de fe.
14. En el que exista autoridad apostólica.
15. El de la alegría y la esperanza.
16. En el que todo es dejado en las divinas manos.
17. Que sea habitable intelectualmente, a la altura de los tiempos.
18: Que otroga validez crítica de este mundo presente, pero que lo visible no es todo lo real y del hacer en este mundo depende el ser en el otro.
19. De la humildad y de la gloria.
20. Que considera el deber y poder supremos. Recordar que Jesucristo existió, entregarse a su presencia y que nos alumbra y sostiene con su santo Espíritu.
Obispo de Salamanca y rectora de la UPSA, entre los asistentes
