"Hemos transmitido mal el mensaje. Básicamente, ése es el problema"

Agustín de la Torre: «Hacer humor con la Iglesia, además de posible es necesario»

"A nivel de personaje, Francisco es espectacular"

Agustín de la Torre: "Hacer humor con la Iglesia, además de posible es necesario"
"Hemos transmitido mal el mensaje. Básicamente, ése es el problema"

Mis viñetas son más una reflexión religiosa, que humor. A veces, mis alumnos me dicen: 'pues a mí esto no me hace gracia' Y yo digo: 'evidentemente. El objetivo, en este caso, es que te haga pensar'

(Jesús Bastante).- No se conocen muchos humoristas gráficos dedicados al humor religioso. Hoy nos acompaña uno de ellos: Agustín de la Torre. Le conocerán porque es uno de nuestros blogueros.

No le hace ninguna gracia que le llamen «artista», término que le inspira desconfianza. Entre esto, que está harto de la confusa transmisión del evangelio y su trabajo con chavales -es profesor de Historia del Arte-, le nació un personaje, el «Jartista», que ha tenido mucho éxito por su cercanía y reflexiones.

Se animó a publicar sus viñetas animado por el hermano Cortés, a quien admira y considera su maestro. Define su humor como «humor-reflexión». Está convencido de su religión y se confiesa enamorado del mensaje de Jesús de Nazaret. Busca captar la atención de los más jóvenes: sus chavales son su vida y su fuente de inspiración. Su reto como dibujante es conseguir con cuatro trazos capturar la esencia del papa Francisco, que por ahora se le resiste, y hacer un libro sobre Jesús de Nazaret actualizado, del siglo XXI, que «vista como cualquier chaval y se desplace en monopatín, por ejemplo».

 

Agustín, bienvenido.

Gracias.

Por fin nos ponemos cara, que nos hemos puesto viñetas pero, caras no.

Sí, por fin… Que tenía muchas ganas de conoceros en persona. Y, aprovechando que vengo por Madrid, me he acercado hasta aquí. Tenía mucha ilusión de venir y poneros cara, cuerpo y poder pasar un rato hablando.

No es tan fiero el león como lo pintan.

No me esperaba tampoco un león, ¿eh?

Corderitos.

Bueno…

Agustín de la Torre es uno de nuestros viñetistas de religión Digital que, además de su trabajo en el blog, en estos últimos tiempos ha tenido alguna intervención en portada en temas de Navidad y Año Nuevo. Esperamos, que siga haciendo así.

Nos vienes a contar quién eres y qué haces. Porque la gente te ve, ve tus viñetas…

Yo creo que más que verme a mí, ven mis viñetas. Soy más conocido por mis dibujos, gracias a dios. Yo siempre digo que mis dibujos son mucho más interesantes que yo. Además, estoy convencido de ello.

Pues soy, simplemente, un profesor. Llevo 25 o 26 años, ya, en el oficio, como profesor de Sevilla. He nacido y me he criado en el entorno de los Salesianos y de las Salesianas; soy antiguo alumno de los Salesianos, tanto de la Línea de la Concepción, donde estuve viviendo de pequeño, como después en Sevilla.

Y 25 años trabajando con las Salesianas, también en Sevilla, donde soy profesor de dibujo. Estudié Bellas Artes y llevo mucho tiempo dedicándome a dibujar en papel, en lienzo, y a enseñar Historia del Arte y Dibujo.

¿Por qué te metes en esto del humor religioso? Porque no es un tema que parezca que case; esos dos conceptos de «humor» y «religión».

La inquietud religiosa la he tenido siempre. El placer por dibujar lo he tenido siempre. Y el hecho de plantearme unir las dos pasiones fue gracias a sor Luis Cortés, que es el gran referente y el gran maestro de todos aquellos que nos dedicamos a este tipo de humor gráfico.

El hermano Cortés, al que echamos mucho de menos.

Sí, así es.

Que todavía nos ve. Que lo sepas.

Yo, de joven, cada vez que tenía dinero me compraba un libro de Cortés: «Qué bueno que viniste» «Un señor como dios manda», «Agustín, el del corazón inquieto»… Me bebía todos sus libros; me los estudiaba. Incluso llegaba a copiar sus viñetas, como una forma de homenajearlo.

Tuve la ocasión de conocerlo en persona durante un curso que se llamaba «De qué dios hablamos cuando hablamos de Dios. Y en ese curso, que yo ilustré porque tengo la costumbre de dibujar siempre que estoy en algún tipo de formación; es la manera en la que retengo lo que escucho…

Es tu manera de tomar apuntes.

Sí. Entonces, estuve haciendo dibujos de Cortés y a la vez mis propios dibujos. Cortés los vio y conectamos, algo que para mí era casi imposible: ¡estar hablando con el gran maestro y referente! Y él fue el que me invitó a plantearme utilizar mis dibujos como forma de evangelizar.

A mí me parecía demasiado osado, demasiado pretencioso, porque yo nunca me había planteado que mis dibujos o su contenido tuvieran la calidad suficiente como para una misión como esa.

Pero empecé gracias a ese contacto con José Luis Cortés, que me abrió también las puertas de una colaboración con la Revista 21rs y, a partir de ahí, empecé con esta labor.

Creo que hay un punto de inflexión fundamental en mi vida, que es cuando mis dibujos empiezan a trascender de lo que es puramente físico, del papel, y empiezan a meterse en internet. Es cuando creo mi página web y empiezo a publicar mis dibujos, incluso con la posibilidad de que se puedan descargar de manera gratuita.

Que, además, lo pones en la web.

R.- Sí. Es cuando empieza a cambiar todo, y comienzo a a recibir correos de la gente, a atender ese feedback que te nutre y te ayuda a seguir haciendo.

¿Es posible hacer humor con la Iglesia y con la religión?

No es que sea posible, es que es necesario.

Pero es muy seriote, esto de la religión, al menos aparentemente.

De hecho, tengo amigos que me dicen: -¿Pero, las monjas no te dicen nada?-

Y yo digo: -No, porque yo soy católico-.

Y, además, convencido de mi religión. Estoy enamorado del mensaje de Jesús de Nazaret, y así lo defiendo.

Yo no hago un humor religiosos destructivo. Creo que lo que digo es la manera en que yo estoy interpretando el evangelio. Puede ser correcta o no serlo, pero es mi manera de ver las cosas, honestamente. Así lo difundo, y hay gente a la que le gusta y a otra no. Y yo lo respeto porque, a mi edad, uno ha empezado a entender que no tiene la verdad. Cada uno tiene la suya, y es tan respetable como la verdad del que está enfrente.

¿Hay personajes más caricaturizables, en la Iglesia, que otros? Francisco sí parece un personaje con esas características.

Francisco es una maravilla. No he logrado todavía el dibujo perfecto del papa Francisco. De hecho, con Boletín salesianos, que es una revista mensual, hago una tira cómica que ilustra algún tuit del papa Francisco que yo elijo y lo convierto en una reflexión-humor. Y si miráis los dibujos que llevo haciendo de él desde hace un par de años, ninguno se parece. No he encontrado ningún dibujo del Papa que diga: con estas cuatro líneas reflejo su esencia.

 Es un hombre con mucha gestualidad, y tiene que ser más complicado, me imagino.

Pero no lo he conseguido. A nivel de personaje es espectacular. Y después, la Iglesia tiene muchos personajes muy divertidos.

¿Hay alguno más fácil de dibujar que otro?

No voy a entrar por ahí.

(Risas) Que no te vamos a ver hacer una viñeta de Rouco ni de Osoro. Bien, bien…

No, todavía no.

¿Hay barreras en este tipo de humor? ¿O son las mismas que en otros medios?. Estamos hablando mucho, en otros medios, de los límites del humor, de hasta dónde llegar o no.

De dónde puede rayar en lo ofensivo y si puede haber un tipo de humor o no… Entiendo que siempre hay algún tipo de barrera, pero lo importante es que seas tú quien te la ponga.

Mi humor no es tanto «humor» como «humor-reflexión». Es decir, que siempre que no sea un tercero el que te diga: «eso no puedes hacerlo», -que es cuando te puedes sentir cohibido o frenado en tu creatividad o en tu libertad- mientras que seas tú mismo quien te dirige, es la única barrera.

Después, tengo otra barrera -que es muy interesante decirlo aunque mi mujer no quiere que lo diga-: es mi mujer. No como barrera sino que, de alguna manera, ella me hace, a veces, aterrizar. O yo le digo a ella: «quiero hacer esta idea». Y entonces, ella me dice: «¿tú no crees que sería mejor que lo plantearas de esta manera?»

Ella me ayuda, muchas veces, a decir el mensaje pero de una manera más elegante. O más interesante o más bonita. Incluso, a veces, más contundente.

El amor y el humor compartidos siempre son mejores.

Claro que sí.

Hablemos de el «Jartista» que tiene un toque Agustín de la Torre… Ustedes verán.

Yo no soy el «Jartista,» ¿eh?

Lo pareces.

Lo primero que voy a dejar claro, y hasta voy a mirar a la cámara, es que igual que «Mortadelo y Filemón» no son Ibáñez, e igual que «Mafalda» no es Quino, yo no soy el «Jartista». El «Jartista» es un personaje basado en mí, en mi experiencia. Pero no soy yo.

¿Quién o qué es el «Jartista», que no será el «jartible».

No. Eso me dicen algunos, sobre todo en Sevilla. Tengo que decirte que el «Jartista» nace porque una de las cosas que no me gusta es que me digan artista. Nunca me ha gustado porque me suena peyorativo. Al artista, además, como que se le permite todo. Es algo excéntrico, se sale un poco de la norma, pero que hay que dejarlo, porque como es un payaso hace tonterías…. Nunca me ha gustado ese término.

Y después, juega con la palabra «jarto» (harto en andaluz) en el sentido de que yo estoy «jarto» de que se malinterprete, desde mi punto de vista, el mensaje del evangelio. Un mensaje tan hermoso, que se ha manipulado y se ha interpretado tanto a lo largo de la historia.

Desde dentro y desde fuera.

Creo ese personaje porque tengo muchas ideas que quiero transmitir. Y necesito buscar algo que me permita un dibujo rápido.

Cuando creo al «Jartista», -que fue el 1 de marzo de este año- me propongo hacer un dibujo al día. Fue una osadía, porque soy docente y, además, tengo dos asignaturas que llevo a selectividad y esto requiere una preparación potente con los alumnos.

Conseguí hacer un dibujo al día durante cien días. Pero, en ese momento, me doy cuenta de que el «Jartista» se está convirtiendo en una obsesión, en una obligación. Y ha perdido la frescura del personaje.

Decido entonces empezar a publicar cuando realmente me apetezca, cuando tenga alguna idea que quiera plasmar, o cuando haya un momento litúrgico importante. Ahora, sí que estoy disfrutando del «Jartista». Pero lo que más me ha sorprendido de este personaje es la respuesta que ha tenido.

¿Que ha sido?

Con mi twitter personal, después de cuatro o cinco años, tenía trescientos y pico seguidores -y tampoco es que yo sea excesivamete activo en twitter-, pero con el «Jartista» hemos superado los tres mil.

Se he multiplicado por diez.

Correcto. Y además, me están llegando respuestas de colegios que están utilizando el personaje para dar los buenos días…

Por ejemplo, una de las cosas que hago con el «Jartista» es lanzar un reto semanal todos los lunes, y me consta que hay centros educativos que los están publicando en los tablones de la entrada de los colegios, y en las clases compañeros míos. Hasta he llegado a dar un par de charla sobre el «Jarista», de cómo piensa, qué es lo que reflexiona, porque me lo han pedido. Aunque es un formato en el que yo no me siento especialmente cómodo. Y, bueno, no sé qué va a pasar con el personaje, la verdad.

También has comenzado un canal de youtube con el Adviento.

El canal ya lo tenía, pero como te he dicho, no es un formato con el que me siento muy cómodo. A través de mi relación con los Salesianos Cooperadores estuve en Málaga, el año pasado, en un encuentro que hacen todos los años, dando una charla, en un ambiente muy cálido.

José Ramón, el coordinador provincial de los Cooperadores me invitó, heblé de mi experiencia con los dibujos y, a raíz de aquello, me pidió que en Adviento publicara cuatro vídeos relacionados con el tema. He hecho una reflexión sobre el Adviento basado en cuatro palabras: «despierta», «prepárate», «actúa» y «alégrate». En los vídeos, aparezco dibujando al «Jartista».

Y además, es en movimiento. Para los que vemos el producto final, contemplar cómo se va elaborando el trabajo del viñetista es muy grato, porque de alguna manera participas en esa creación, de la nada, de un dibujo.

Teniendo en cuenta que cualquier proceso creativo, cualquier proceso gráfico, tiene sus errores. Yo tenía un profesor en Bellas Artes que me decía que «pintor que no borra se va a la porra». Y hay veces que, honestamente, me pongo a dibujar y no me sale, y otras en que me sale el dibujo de una vez.

Los vídeos los he podido preparar. Quiero decir que, en algún momento, he hecho el dibujo y lo he tenido que rectificar. A mis alumnos les gusta mucho verme dibujar en la tablet, en el proyector de la clase. Ver a alguien dibujando les encanta.

¿Hay cantera en esto?

Pues no lo sé; si la hay, yo no la conozco. Creo que somos pocos los que nos dedicamos a este mundillo.

¿Y tiene presente y futuro? Porque nosotros estamos viendo la misma respuesta que tú observas, en tus viñetas en Religión Digital. Pero es cierto que, después de Cortés o de Fano, que es otro de lo grandes tótem del humor gráfico religioso, parece que está costando saltar el Rubicón.

Yo no sé si tiene futuro. Honestamente, tampoco me preocupa, pero me encantaría que lo tuviese. Que hubiese más personas que se dedicaran a esto. Me consta que hay mucha gente que dibuja. Y puede que no se han planteado sus dibujos como forma de evangelizar. Es verdad que es un lenguaje directo, muy limpio. Mis dibujos también son muy limpios de formas y de contenido.

Tiene las manos grandes el «Jartista»

Sí. Como profesor de Historia del Arte, tengo que decirte que, por ejemplo, Rodin, el gran escultor, exageraba siempre las manos porque eran muy expresivas.

Yo utilizo ese tipo de aprendizaje, y me planteo que, salvando las distancias, igual que históricamente ha habido grandes artistas, como Caravaggio, que trabajaban para distintas órdenes y representaban a los personajes actualizándolos, vistiéndoles a la manera de la época, yo también hago mis dibujos para distintas órdenes religiosas.

Cuando el «Jartista» ha estado de vacaciones, me han estado pidiendo que dibuje a sus santos. Y cojo alguna frase y la publico.

Incluso a monseñor Romero. Y a otros que no son santos todavía, como Hélder Câmara o Mahatma Gandhi.

O gente que tiene algo que contar.

Una de mis ilusiones es hacer un evangelio o unas viñetas donde Jesús aparezca actualizado. Con actualizado me refiero a como visten los chavales de hoy. Y que aparezca con un patinete, con una moto eléctrica…

Yo tengo contacto diario con chavales de 16 a 18 años. Ellos me dan la vida. Y a ellos les sigue apasionando el mensaje de Jesús. Es una figura que les parece maravillosa. Pero no quieren saber nada de la Iglesia.

Estoy hablando de chicos que se han formado en un entorno religioso. Me pregunto qué ha pasado para que estos chavales de bachillerato -que son con los que yo me relaciono- no quieran saber nada de la Iglesia y, sin embargo, les siga interesando el mensaje de Jesús de Nazaret.

Creo que hemos transmitido mal el mensaje. Básicamente, pienso que ese es el problema. Y además de esto, los referentes que ellos buscan no lo están encontrando. Cuando se relacionan con religiosos y religiosas y ven lo que están viendo, aseguran que no les están aportando nada.

Es esa identificación de iglesia con obispos, con señores vestidos de negro, con una cruz pectoral grande, que viven en palacios… Sin embargo, el jefazo de la obra terrenal sí que llama a los jóvenes.

Y si le preguntas a los chavales, también te dicen que el papa Francisco les encanta.

Y, aún así, siguen sin querer saber nada de la Iglesia. Cuando, curiosamente, el que manda, es un hombre que sí les llama la atención.

A un chaval de 16 años, que tiene su vida más o menos resuelta, cuyas preocupaciones son su selectividad, las relaciones con sus compañeros y si va a tener el último móvil, ¿qué respuesta les está dando la Iglesia? ¿Se está planteando, realmente, determinadas preguntas? Muchas veces, ni se les pregunta.

Cuando hablo con ellos, tengo conversaciones apasionantes, y ellos siguen teniendo las mismas preguntas que yo tenía, o tú, cuando éramos de su edad. Las preguntas de siempre siguen existiendo. Pero no están buscando esas respuestas, porque, entre otras cosas, no las encuentran.

O las las están buscando fuera.

Y después, hay otro fenómeno que no quiero dejar pasar por alto, aprovechando este espacio, que también es un tema delicado. Recuerda que yo vivo en Sevilla, y allí el tema religioso…

La Semana Santa.

R.- Correcto. Hay otro mundo ahí que yo intento desmontar, dentro de mi osadía, que es el mundo cofrade, de las hermandades. No porque me parezca mal, ojo, que a veces me dicen: «tú atacas a las imágenes». Y no es así, soy licenciado en Bellas Artes y especializado en restauración y conservación de obras de arte. Quiero decir que me apasionan las imágenes. Pero no confundo la imagen con lo que representa. Y creo que en entornos como el de Sevilla, se ha cuidado demasiado la forma y se ha olvidado por completo el fondo.

Y además, si se conociera el trabajo que hacen las hermandades y cofradías. más allá de sacar el paso…

Que lo hacen.

Son la mayor ONG de este país. Estamos hablando de un millón de personas que dan parte de su sueldo, que van a comedores sociales, que invierten buena parte de su tiempo en solidaridad.

Y que, además, yo no estoy en contra de una salida procesional. Y reconozco la belleza.

El problema es confundir a la Virgen «equis», o al Cristo, con tu propia fe.

Yo tengo alumnos que se manifiestan ateos y son hermanos del Gran Poder. Falta esa catequesis, ese fondo; explicarles que esto de las cofradías es maravilloso, pero que existe en ellas una idea de fondo que tienen que tener presente. Y que es un vehículo para mejorar, sobre todo en el tono en el que estamos viviendo. Que es una de las principales misiones de los cristianos; arreglar un poquito este mundo.

Pasa con los pasos y pasa con la liturgia que, también, en muchas ocasiones aleja más que acerca. Cuando lo que se supone que los sacramentos y la eucaristía, especialmente, es una celebración compartida: «cuando dos o más se reúnen en mi nombre, ahí estaré yo».

Ahí es uno de los sitios donde más fuente de inspiración encuentro para mis dibujos; cuando voy a misa y, por ejemplo, llega el momento de la paz y hay personas que te dan la paz, pero que parece que les cuesta. O, incluso, que ni se dan la vuelta para darte la mano.

En una de mis viñetas, cuando el cura dice: «daos fraternalmente la paz», hay uno que le da un abrazo a otro y este dice: «me temo se lo ha creído». Yo veo esa frialdad y, evidentemente, sería violento, en una iglesia, darle un abrazo a otra persona, pero…, hay algo ahí que me chirría.

Si se da el ambiente, no es tan extraño que la gente se dé la mano para rezar el padrenuestro.

Los que venimos de los Salesianos, que hemos vivido celebraciones eucarísticas fantásticas y muy cercanas donde se intenta que la gente se conozca, que esté en contacto y que se sincere, hemos visto que es posible. Manteniendo, evidentemente, lo que significa la eucaristía.

La viñeta de abajo es durísima, por cierto. La de Francisco besando los pies al pobre.

Esta viñeta forma parte, precisamente, del boletín salesiano. Yo no tenía muy claro si me iban a dejar publicarla, porque fue en Semana Santa y a mí el rito de lavar los pies, o besárselos a un pobre, tal como está planteado, hace más por el que lo hace que por el que lo recibe. Como gesto está muy bonito, pero el pobre lo que quiere, es lo que quiere.

Casa y pan… Esta otra viñeta es impresionante: Desde la cruz, en el altar, mirando a los feligreses y la entrada de la iglesia, Jesús piensa: «Algo he debido de explicar mal cuando los ricos entran en las iglesias y los pobres se quedan en la puerta»

Para ver eso, solo tienes que ir a cualquier Iglesia para darte cuenta de que es así. ¿Por qué los pobres se quedan en la puerta y los ricos «entramos»? Cuando debía ser justo lo contrario, o que entrásemos todos.

P.- Estas cosas no hacen gracia, aunque son humor y es necesario. El humor también tiene parte de crítica, de reflexión.

R.- Como te he dicho antes, le llamo humor religioso por llamarlo de alguna forma, porque siempre se ha considerado humor gráfico. Pero, para mí es más una reflexión religiosa, que humor. A veces, mis alumnos me dicen: «pues a mí esto no me hace gracia» Y yo digo: «evidentemente. El objetivo, en este caso, es que te haga pensar».

agustindelatorre.com; ahí podemos encontrar muchas de tus creaciones. También en el blog que tienes en Religión Digital.

¿Planes gráficos para 2019?

En principio, en mi página web está todo lo que hay.

Has terminado un libro, por cierto. Esto lo dejo caer para editoriales amigas que nos puedan estar viendo… Allá ustedes.

Todavía no hay libro. En la web podéis encontrar todos mis dibujos, y además, con descarga directa. Lo único que pido es que, si es posible, se me indique para qué se van a utilizar, por simple curiosidad. Y, por supuesto, que no persiga un fin comercial; que nadie utilice los dibujos para vender nada. Se descargan de manera directa.

Tenemos varias secciones. Hay una de artistas; comparto una carpeta de Drive, con todos los artistas, en alta resolución, para que se puedan utilizar.

Y mi proyecto inmediato son mis niños, mis alumnos: que saquen su selectividad y que saquen buenas notas. Que sean felices. De hecho tengo que decirte que hace poco tiempo, hablando hablando con un salesiano amigo, me decía -¿te gustaría tener más tiempo para dibujar?-

Yo le dije -claro que me gustaría pero, gracias a dios, yo, que voy con la tablet a todos lados, voy dibujando por todos los sitios-.

Pero me hizo otra pregunta que me hizo pensar mucho -Y si pudieras dedicarte a dibujar todo el tiempo, ¿lo harías?-

Yo le dije -No. porque entonces perdería una de mis fuentes de…-

De contacto con la realidad.

Y, además, con mis alumnos. Los necesito; me dan la vida, las ideas, el calor, el cariño. Si me levantara y empezara a dibujar en mi casa, o en alguna oficina, creo que perdería mucho de realidad.

Te pondrías mustio, como las plantas.

Estoy totalmente convencido de ello. Totalmente.

Agustín, ha sido un placer. Te seguimos en la página web, en el blog de Religión digital, y esperemos que en más sitios. Yo lo vuelvo a dejar caer. Muchas gracias.

A ti, Jesús. Muchas gracias a vosotros por darme esta oportunidad.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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