Roma quiere que el nuevo arzobispo de Barcelona pueda actuar con libertad en una hipotética declaración de independencia, bajo la premisa de que, independiente o dentro de España, seguirá habiendo católicos en Cataluña a los que pastorear
(Jesús Bastante).- La ley del Aborto en Andorra podría llevar al actual arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, a suceder al cardenal Sistach como arzobispo de Barcelona. Según han confirmado a RD fuentes vaticanas y cercanas a la diócesis de la Ciudad Condal, Vives -que es copríncipe de Andorra- debería abdicar para no sancionar una futura ley que regule la interrupción del embarazo, que podría ver la luz el próximo año.
El Principado de Andorra es uno de los pocos estados europeos que no cuenta con ley de interrupción del embarazo, junto con Malta y el Estado vaticano. La especial configuración de su gobierno -con un presidente elegido democráticamente, y dos copríncipes (el obispo de Urgell y el presidente de Francia)- hace difícil cualquier cambio.
El pasado 6 de septiembre, el presidente andorrano, Antoni Martí, se reunió con el Papa Francisco. Entre los temas abordados, las «buenas relaciones» entre ambos estados. Tras la reunión, y en su encuentro con Pietro Parolin, Martí anunció que el debate sobre el aborto estaba muy avanzado, y que si una mayoría aprobaba una legislación, el Parlamento la aprobaría.
En caso de que finalmente se aprobara una Ley del Aborto, ésta debería ser sancionada por ambos copríncipes. Algo que, según ha podido confirmar RD, Vives no hará. La solución que se plantea en estos momentos es que, si finalmente se da una aprobación de la ley, el arzobispo de Urgell abdique en su cargo, de modo que su cargo quede en suspenso.
Curiosamente, el «tempo» puede llevar a Vives al Arzobispado de Barcelona, cuyo titular, el cardenal Sistach, se reunió este sábado con el Papa Francisco para presentarle los objetivos del Congreso de Pastoral en las Grandes Ciudades. Fuentes vaticanas han apuntado que, una vez se sepa qué sucede en Cataluña tras el 9-N, la sucesión de Sistach podría tomar velocidad de crucero.
Roma quiere que el nuevo arzobispo de Barcelona pueda actuar con libertad en una hipotética declaración de independencia, bajo la premisa de que, independiente o dentro de España, seguirá habiendo católicos en Cataluña a los que pastorear.
Distintas informaciones apuntan a febrero como fecha tope para la designación del sucesor de Sistach. Llegado el caso, Vives sería ahora mismo el principal candidato a dirigir la diócesis de la Ciudad Condal. Y su posible abdicación como copríncipe de Andorra facilitaría que la Santa Sede aceptara la independencia del Principado para aprobar sus propias leyes, al tiempo que asegurara que sus representantes eclesiásticos no pudieran ser acusados de avalar ninguna clase de aborto.
Si los tiempos se dieran así, el Parlamento andorran aprobaría la ley del aborto, Vives abdicaría y sería designado arzobispo de Barcelona. El sucesor de Vives, en cambio, no sería nombrado -no tomaría posesión- hasta que la ley entrara en vigor. Lo que no queda claro es si el nuevo obispo de Urgell renunciaría o no al coprincipado. Una cuestión que están investigando en estos momentos diversos expertos en Derecho Canónico y Relaciones Internacionales.
En caso contrario, y sin descartar la «opción Vives», la rosa de candidatos a suceder a Sistach es amplia. Junto al arzobispo se colocan el prelado de Tarragona, Jaume Pujol; el obispo de Tarrasa, Josep Ángel Sáiz Meneses; o el auxiliar de Barcelona, Sebastiá Talltavull; fuera de Cataluña, Juan José Omella. Aunque no hay que descartar -de hecho, el Papa lo está buscando- a algún misionero -o ex misionero- catalán. La solución, en los próximos meses.