En la conversación, sumamente tensa, el arzobispo quiso hacer creer a Daniel que el resto de encausados (otros siete sacerdotes y dos laicos, todos ellos actualmente investigados judicialmente) eran víctimas como él
(Jesús Bastante).- Francisco está decidido a no dejar solo a Daniel, una de las víctimas de abusos sexuales por parte de una docena de sacerdotes y laicos de Granada. Según publica en exclusiva RD, tras la emotiva primera llamada del 10 de agosto, el Papa volvió a telefonear a Daniel el 10 de octubre para invitarlo personalmente a la Comisión Vaticana de Víctimas de Abusos, y para pedirle perdón por la actuación del Arzobispado durante la investigación eclesiástica.
El «minutado» de los hechos, al que ha tenido acceso esta web, deja en evidencia el proceder del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, que hoy tendrá que dar explicaciones del mismo ante la Plenaria. Así, se constata cómo tuvo que ser la víctima la que se pusiera en contacto con el arzobispo, quien en un primer momento le afeó el hecho de haberse dirigido directamente al Santo Padre.
Tras prometer una investigación exhaustiva, dos jueces del Tribunal Eclesiástico de Valencia interrogaron tanto al chico como a sus padres, y a otras dos víctimas, y a comienzos de octubre, Martínez informó a Daniel de que sólo daba crédito a las acusaciones contra tres sacerdotes. En la conversación, sumamente tensa, el arzobispo quiso hacer creer a Daniel que el resto de encausados (otros siete sacerdotes y dos laicos, todos ellos actualmente investigados judicialmente) eran víctimas como él.
Daniel salió indignado del arzobispado al conocer que los encubridores, a los que él mismo denunció con nombres y apellidos, iban a salir bien librados. Justo después, recibió la segunda llamada papal, que como prometió, ha seguido al minuto el proceso, y que pidió perdón a la víctima por el modo en que se había llevado a cabo tanto el interrogatorio como las conclusiones. Y le animó a presentar la denuncia, como el chico hizo apenas cuatro días después.
Éste es, día a día, el relato de los hechos
1.- 24 de julio. Daniel escribe una carta, de cinco folios, explicando al Papa la situación de abusos sufrida y solicitándole ayuda para que los responsables de dichos abusos -y sus encubridores- no queden impunes.
2.- 10 de agosto: El Papa Francisco llama a Daniel y le pide perdón «en nombre de toda la Iglesia de Cristo. Perdona este gravísimo pecado y gravísimo delito que has sufrido. Perdona, hijo mío, tanto dolor ocasionado y tanto como habrás sufrido. Estas heridas hacen que la Iglesia se resienta al completo». Durante la llamada, Bergoglio le promete que «Cuentas con todo mi apoyo hijo mío y el apoyo de toda la Iglesia. Yo tengo próximo el viaje a Corea, pero ya hay gente trabajando para que todo esto se pueda resolver.
3.- Entre el 11 de agosto y el 20 llama Daniel al arzobispo: había quedado con el Papa en que, para ganar tiempo, llamaría a monseñor Martínez, y mientras recibiría instrucciones escritas desde Roma. Como durante ese mes el arzobispo no estaba en Granada, la hermana Teresa, vicecanciller, le pregunta que de qué se trata y le dice que es urgente, que no se lo puede explicar a ella, que es una cosa de la Santa Sede. Ella le dice que ya le llamará él arzobispo.
4- Día 29 de agosto: Daniel, por indicación de personas cercanas, llama a Javier Martínez por la mañana. El arzobispo le cita para esa misma tarde. La conversación es tensa. En la reunión, en el Palacio, el arzobispo tiene delante los papeles de la Santa Sede y la copia de su carta al Papa. El arzobispo pide perdón a Daniel y se compromete a investigar con urgencia, poniéndose a su entera disposición. Días después, Javier Martínez también recibe a sus padres y les anuncia que se ha iniciado la investigación.
6.- El día 2 o 3 de Octubre los jueces van a Granada y toman declaración a dos victimas. El día 9 de Octubre, jueves, dos jueces eclesiásticos de Valencia reciben declaración a Daniel, desplazándose al norte de España.
7.- El arzobispo de Granada recibe a Daniel, le dice que los tres autores materiales son culpables y que va a adoptar medidas contra ellos. Que los otros 7 y los 2 laicos son víctimas como Daniel y los demás. La víctima se indigna ante el hecho de que los encubridores puedan salir libres de todo y se marcha de la sede arzobispal.
8.- 10 de octubre: El Papa vuelve a llamar a Daniel y le dice que lo invita a la Comisión de expertos y le pide perdón por cómo se había desarrollado su interrogatorio.
9.- El día 14 Daniel denuncia los hechos ante el Fiscal Superior del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. El arzobispo le informa, dos días después (16 de octubre), de que él no puede denunciar al ser Daniel mayor de edad, y que estará a lo que resulte de la investigación.
10.- El 18 de octubre, el arzobispo presenta a la Fiscalía Provincial de Granada un escrito denunciando unos hechos en los que están implicados unos sacerdotes, tres al parecer que están relacionados directamente con la denuncia previamente interpuesta por Daniel ante el Fiscal Superior. El Arzobispado, según el escrito, quiere «asegurar su colaboración plena para la erradicación de estos delitos»
11.- A finales de octubre, la Fiscalía Superior de Andalucía abrió diligencias informativas e instó a la Fiscalía Provincial a denunciar los hechos. A comienzos de noviembre, según el TSJA, el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada incoó diligencias de investigación penal, que afectan a una docena de encausados (diez sacerdotes y dos laicos), encargando a la Policía Judicial la localización de las personas denunciadas, y de los testigos que puedan acreditar «la situación padecida por el denunciante y por otros menores, que deberán igualmente identificarse».
La denuncia también habla de la asistencia psicológica y el tratamiento farmacológico recibido por el denunciante, y se reserva el derecho de pedir el testimonio de la facultativa.