Felicitación navideña de monseñor Aguirre y de Agustín de la Torre

¡Feliz Navidad! ¡Nos ha nacido un Niño, esperanza de los empobrecidos!

Nace Maioma en un campo de desplazados de 2.000 personas, ubicado en el seminario

¡Feliz Navidad! ¡Nos ha nacido un Niño, esperanza de los empobrecidos!
Felicitación de Navidad de Religion Digital Agustín de la Torre

Maimona, ¿cómo se te ocurre nacer en un sitio como éste, en un campo de desplazados, rodeada de kalasnikoffs y de agresiones?

(Juan José Aguirre, obispo de Bangassou).- Mi dron imaginario se acerca al seminario menor San Luis de Bangassou. Desde más cerca, el centro está atiborrado de gente: niños corriendo, mujeres cocinando, hombres charlando con soldados marroquíes junto a carros de combate que peinan todo el perímetro del seminario.

Alrededor, todo es tierra quemada, cientos de árboles cortados por los mismos habitantes del centro y las casas de los vecinos vandalizadas. El campo de desplazados contiene 2000 personas. En un barracón, antigua sala de estudios de los seminaristas, 100 personas ocupan el espacio entre colchones de goma espuma, y, en medio de ellos, una joven mujer está pariendo.

La comadrona ha improvisado una sábana para aislar la escena, pero los gritos de la parturienta y lo espectacular de un parto han atraído miradas curiosas y espectadores entrometidos. Es niña. Su salida por el canal materno es agobiante. La madre es primeriza. La partera mete los dedos para dar la vuelta al bebé, que, finalmente, sale expulsando sangre, placenta y fluidos hasta que la coge por los pies y le da una palmada para que rompa a llorar.

200 ojos admiran a Maimona que chilla de rabia. La quieren llamar «Aguirre» pero les digo que ese no es nombre de mujer ni de musulmana practicante.

Maimona, ¿cómo se te ocurre nacer en un sitio como éste, en un campo de desplazados, rodeada de kalasnikoffs y de agresiones?

Pienso en Belén, año cero, en la gruta, en el parto que los evangelios no describen, pero fue también así, en Jesús recién nacido, en sus pañales, en su llanto, en sus gritos por pasar del útero de María a la tristeza de un establo, a la impunidad de Herodes, a la violencia de los Romanos, y, eso sí, más tarde ya amamantado, a su sosiego por estar en la ternura de la Sagrada Familia….

Yo iré a una capilla el 24 y tendremos la misa a las 2 de la tarde. Luego me vendré a casa y me acostaré pronto. El 25 voy a otra capilla.
Un abrazo enorme a todos y FELIZ NAVIDAD.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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