Lucio Arnáiz, reelegido responsable del grupo de curas

“El Prado en la Iglesia Española”, una asamblea viva

Un cambio de época, un Evangelio de vida eterna

“El Prado en la Iglesia Española”, una asamblea viva
Asamblea de los curas del Prado RD

Vivir y proponer la fe en Jesucristo desde el amor a nuestro mundo en cambio y la minoridad evangélica

(José Moreno).- ¿Que hace un cura como yo en un sitio como éste? Entre los quehaceres programados para el verano, en mi agenda ocupaba un lugar central la asistencia a la Asamblea de los sacerdotes del Prado en Cites, Ávila, del 6 al 11 de Agosto, con el sugerente lema «Vivir y proponer la fe, en un mundo en cambio».

La razón de mi presencia viene de una larga trayectoria de contacto con este carisma a través de los ejercicios espirituales que organizan anualmente en Ávila, según su método de estudio del evangelio, el haber participado en un taller sobre el ministerio y los pobres en San Martín de Valdeiglesias, y sobre todo por llevar muchos años con un grupo de sacerdotes en mi diócesis de origen intentando trabajar juntos el evangelio como alimento espiritual ministerial conectado con nuestro quehacer pastoral.

Es más, estos dos últimos años hemos tenido el privilegio de contar con la presencia mensual del responsable del Prado, Lucio Arnáiz, que nos ha ayudado y dirigido para conocer con más profundidad el estudio del evangelio, su espiritualidad, su mística, su dimensión pastoral, claves, a la vez que nos ha propiciado el conocimiento del fundador Antonio Chevriér y su propuesta de formar sacerdotes pobres para servir a los pobres anunciándoles el Evangelio de Cristo, como destinatarios privilegiados del mismo. Todos estos motivos de fondo, y el deseo de conocer de primera mano a los sacerdotes que forman esta asociación en nuestro país, sabiendo que son de más de cuarenta diócesis. Ausente en Extremadura, donde sólo hay un sacerdote benemérito, Antonio Sama ya octogenario y retirado, a quien me une admiración y afecto.

 

Una asamblea para el discernimiento comunitario

Cien sacerdotes, de edades avanzadas y medianas, con alguno más joven, junto a otras personas asociadas y el instituto femienino, forman la asamblea, que se inaugura con el saludo fraternal y teológico del responable Lucio Arnáiz.

Ya avisa que estamos allí convocados por el Dios trinitario para un discernimiento comunitario, donde la pregunta central está dirigida a Dios :¿Cómo quieres que colaboremos con tu obra en este mundo teniendo en cuenta los retos del presente? Se trata de un ejercicio de obediciencia y docilidad ante el evangelio para poder saber vivir y proponer la fe en Jesucristo desde el amor a nuestro mundo en cambio y la minoridad evangélica. Lo que llega aquí viene muy trabajado, orado, reflexionado, contemplado, compartido, por lo que hay que estar muy agradecidos, venimos de procesos de gracia y vida en el carisma pradosiano. Así señala, los retos fundamentales de la asamblea que van en la dirección de ser fieles hoy, a la gracia recibida de administrar y custodiar ,en el servicio a la Iglesia, como es la evangelización de los pobres.

 

 

 

Se presenta como responsable regional saliente, al haber pasado un quinquenio en la responsabilidad, aunque puede ser reelegido por la asamblea, a expensas de que su obispo lo considere oportuno. La asamblea tiene tambien como finalidad elegir al responsable y su consejo para los próximo años. Como novedad este año participan las personas asociadas, que junto al Instituto femenino del Prado, recuerdan que esta gracia del Prado no es sólo para presbíteros sino para el conjunto del pueblo de Dios. El Prado se tata de un instituto secular clerical dentro de la conferencia Española de institutos seculares, tratando de visibilizar eclesialmente la profunda armonía entre diocesaneidad y consejos evangélicos, entre secularidad y consagración.

 

Cristianos, evangélicos y eclesiales

Lo que veo y descubro en el desarrollo de la asamblea es un testimonio de eclesialidad y vitalidad evangélica de primer orden. Me alegra profundamente lo que voy atisbando en los distintos pasos, sobre todo en el primero, donde un pradosiano de raigambre consolidada por la vida ministerial configurada por este carisma, Vicente Amargós, nos lanza unas claves cristológicas de una envergadura radical para entender el lema de la asamblea y adentrarnos en la cuestión de la sencillez, la pequeñez, la minoría evangélica. La meditación y el retiro correspondiente para un estudio de evangelio iluminador sobre la cuestión de fondo valdría para reflexionar sobre el ministerio hoy en el mundo, la llamada a la conversión pastoral de toda la Iglesia, y recobrar la clave del reino de anunciar el evangelio a los pobres como señal identitaria de la encarnación, la pasión, muerte y resurrección del Señor.

 

Vivir y proponer la fe en Jesucristo, lo es todo

El documento-borrador elaborado procesualmente por todos los miembros del Prado se retoma, tras la oración, para ser valorado globalmente, su título no necesita mucha explicación: «Vivir y proponer la fe en Jesucristo desde el amor a nuestro mundo en cambio y la minoridad evangélica».

Doce páginas, sin desperdicio alguno, que plantean en tres apartados las cuestines centrales a profundizar y seguir elaborando en estos días: a) Creer en Cristo e invitar a creer en él; b) el servicio a la fe desde la lectura creyente de nuestro mundo en cambio;c) todo ello desde el dinamismo de la Kénosis, desde la minoridad evangélica en la realidad eclesial y social de hoy.

Todo ello enmarcado en un contexto que ha de ser testimonial y no de estrategias y medios sin más, pasando por la simplicidad y la pobreza como clave evangelizadora necesaria. Lectura y silencio para una valoracion global en la que se vuelven a recoger apuntes e hilvanes para una mejor redacción, estructura y contenido de lo que ha de marcar la programación del quehacer en el próximo quinquenio. Según se reflexiona se avanza en los temas de organización, y el primer paso es la elección del próximo responsable del prado en España, tras sondeo y reflexiones varias, se elige por bastante más más de dos tercios de los votos a Lucio, para que siga ofreciendo ese servicio.

Lo que se comunica a su obispo, para que tenga a bien considerar si le concede su permiso, lo que hace al recibir la petición formalmente, un signo de generosidad y de fecundidad evangélica de esta iglesia diocesana para con la iglesia española y otras iglesias del mundo. Se aplaude vivamente esta actitud episcopal de comunión y compromiso evangelizador. Al mismo tiempo se van informando de todo lo que se ha ido realizando en el último quinquenio a los distintos niveles: fomación, acción, economía, difusión, acogida,etc. Todo con su evaluación y valoración serena y esperanzada.

 

Un cambio de época, un Evangelio de vida eterna

Pero ya van entrando en cuestiones más de horizonte y de fondo: ¿Qué cuestiones principales se han de tener en cuentaa la hora de la evangelización de los pobres en este «cambio de época»? Reflexión personal, grupal, asamblearia para recoger líneas y cuestiones que han de ser vertebradoras en el proceso y en la etapa que sigue.

La riqueza de las aportaciones hace soñar en una iglesia en salida, misionera, de los pobres, comprometida, arriesgada, profética…cien sacerdotes mirando al presente y al futuro de la iglesia, y del ministerio dentro de ella, con una pasión que sólo puede venir del amor de Jesucristo y el deseo de seguirle y hacer su voluntad en medio del pueblo.

El carisma iniciado por Chevrier se actualiza en estos hombres y personas asociadas: «…tomé la resolución de dejarlo todo y vivir lo más pobremente posible…me convirtió el misterio de la Encarnación…me decidí a seguir más de cerca a nuestro Señor Jesucristo, para hcer más capaz de trabajar eficazmente… y mi deseo es que también vosotros sigáis de cerca a Nuestro Señor.» Puedo asegurar como testigo que este memorial, fiel a la voluntad de Jesús en la última cena, yo lo he visto en el modo y sentir de estos miembros del Prado en su asamblea.

Las cuestiones centrales planteadas son en torno a la cercania e identidad con los últimos y más pobres, la lectura creyente del Dios que se nos revela en la vida de hoy, en los que sufren, la contemplación de la fuerza del Espíritu que nos lanza a la misión de acoger, acompañar, compartir, sanar, anunciar, esperanzar… para que se encuentren con Cristo, y el deseo de construir y ser comunidad con todos ellos, desde alternativas evangelizadoras que expresen la conversión profunda de la Iglesia a Cristo y a los hombres de hoy, especialmente a los más pobres de esta época.

 

 

 

La minoridad no es una circunstancia es una opción evangélica

Ahora queda, así lo tienen planteado, el reto de adentrarse en la espiritualidad y el compromiso de la clave teológica de la minoridad evangélica, de la pobreza y sencillez del apóstol para ser testigo de Cristo crucificado-resucitado en medio del pueblo. No se trata de estrategia, ni de situación ocasional dada por la cultura de hoy y la secularización, sino de la clave central y única de la acción de Dios en medio de la historia: «Se hace fuerte en la debilidad«.

La cuestión del pesebre, la cruz y el altar, no son anécdoticas en el Prado, son el reconocimiento de la transversalidad cristológica de la minoria como lugar de la revelación de Dios y camino de la verdadera salvación. La situación actual es oportuna para volver a ser más auténticos, más evangélicos, más cristianos, mas verdaderos en la sencillez y la humildad de Jesucristo , el Señor, a quien seguimos. Y ahí andamos ahora en la concreción de esta minoridad en la realidad actual de la iglesia y del mundo. Se trata de preguntarse por la fecundidad de la minoridad en el ejercicio del ministerio presbiteral y en la vida de la asociación. Seguro que se abrirán al espíritu y este una vez más abrirá la mente y el corazón de estos pradosionas para seguir evangelizando a los pobres, amando a la Iglesia y al mundo.

El horizonte útimo de la asamblea será el que condense y organice las «llamadas-orientaciones para seguir avanzando en este camino de seguimiento de Cristo y anuncio del evangelio a los más pobres». Ya hay una batería preparada para ser interiorizadas, seleccionadas, y optar para los próximos años a la luz de estas claves cristológicas que no cambian aunque cambie la época. Pero de la minoridad y las llamadas orientaciones, ya os contaré. Pero de momento puedo decir, que en todas las oraciones y eucaristías…, no dejo de dar gracias a Dios por este tesoro que es el Instituto del Prado, sacerdotes y personas asociadas, en esta iglesia española.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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