El abuso sexual infantil es uno de los causantes de traumas psicológicos muy intensos, y sus consecuencias suelen ser devastadoras para la estructuración de la personalidad de quien lo sufre
(José M. Vidal).- Concentración en la plaza de la Paz de Haro con motivo del Día mundial contra el abuso sexual a menores y el maltrato infantil. La iniciativa fue promovida por la Asociación Infancia Robada, bajo el lema ‘ACUDE, ellas y ellos lo merecen’.
En la concentración tomó la palabra Juan Cuatrecasas, presidente de la Asociación Infancia Robada y padre de la víctima del abusador del colegio de Gaztelueta, que acaba de ser condenado a 11 años de cárcel.
«Cualquiera que acepte pasivamente el mal está igual de implicado en él, como quien ayuda a a perpetrarlo. Quien acepta el mal sin protestar, en realidad está cooperando con él«, dijo Cuatrecasas, citando una frase a Martin Luther King para resumir el sentimiento de la organización.
Y añadió: «Las víctimas cuentan en función de su capacidad. Nunca nadie tiene derecho a forzar a una víctima a que cuente los detalles de su abuso o agresión. No es cuando quieren, es cuando pueden. Esto se puede prolongar años, e incluso puede ocurrir que no se cuente nunca, pero cuando se cuenta es necesario que de una vez por todas nos pongamos todos a trabajar, fundamentalmente, quién más debe, que son los poderes públicos, para que se tomen las medidas oportunas».
A su juicio, «se habla mucho de prevención, pero parece que se olvidan de ella, es decir de todas las medidas que se tienen que tomar de acompañamiento a las víctimas, tanto en el ámbito jurídico, educación, asuntos sociales o judicial. Estos chicos o adultos que se deciden a contarlo y que es necesario que los acompañemos».
Para Cuatrecasas, «el abuso sexual infantil es uno de los causantes de traumas psicológicos muy intensos, y sus consecuencias suelen ser devastadoras para la estructuración de la personalidad de quien lo sufre y padece. Ha llegado el momento de decir que los niños y niñas no se tocan, son sagrados. No importa cuantos casos sean porque ningún niño debe ser tocado o abusado».
El padre de la víctima del profesor de Gaztelueta quiso precisar que «cuando me refiero a la iglesia, no hablo de la iglesia en general, sino de la jerarquía eclesiástica. Ésta no ha hecho nada y nos acusa de querer incendiar la Iglesia. Nosotros lo que queremos es limpiarla de esta inmundicia».
Y concluyó su intervención con una frase del Evangelio de Juan: «La verdad os hará libres». «Esta frase evangélica la dirijo tanto a nosotros las victimas, verdad y justicia, como a los que encubren a los abusadores en todos los ámbitos sociales, la iglesia incluida. Porque los que denuncian y denunciamos no somos enemigos. La verdad limpia y serena, libera y sosiega. Parece mentira que el docente que abusó y agredió a mi hijo y Gaztelueta y su entorno aún no lo sepan».
En la concentración, también se guardó un minuto de silencio por los acosados, abusados y agredidos que ya no están entre nosotros, con mención especial al niño Diego, a Carla y a Jokin.