Centenares de jóvenes siguen la conversación del hermano Alois y el cardenal en La Almudena

Osoro, a los jóvenes de Taizé: «Somos hijos de Dios, y hermanos de todos los hombres»

"La oración es una forma de buscar la unidad entre las diferentes Iglesias", sostiene el prior de Taizé

Osoro, a los jóvenes de Taizé: "Somos hijos de Dios, y hermanos de todos los hombres"
Centenares de jóvenes siguen la conversación del hermano Alois y el cardenal en La Almudena RD

La confianza no es ni ciega, ni ingenua, ni soñadora, sabe discernir el bien y el mal. Es la certeza de que, en cualquier situación, incluso en las tinieblas, un camino de vida puede abrirse

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(R. Pinedo/J. Bastante).- Para rezar hacen falta «silencio y escucha», «constancia», acudir a la Palabra de Dios y entender que «tenemos una luz interior», que es el Señor, que nos acompaña a pesar de nuestras distracciones y faltas. Así lo han transmitido este sábado, 29 de diciembre, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el prior de la Comunidad de Taizé, el hermano Alois, a los centenares de jóvenes que abarrotaban la catedral de Santa María la Real de la Almudena durante un taller del Encuentro Europeo de Jóvenes.

Ambos han insistido en la importancia de cuidar la oración tanto individual como en comunidad, aunque a veces no se obtengan respuestas, porque el Señor «sorprende» cuando uno menos lo espera, y acercarse a Él sabiendo que, como ha recordado el hermano Alois, «no dice: «Cambia y ven a Mí», sino «ven a Mí para cambiar»».

El cardenal Osoro ha animado a los jóvenes, procedentes de toda Europa y de distintas confesiones cristianas, a saborear «la oración que salió de los labios de Jesús: el padrenuestro». «Somos hijos de Dios -ha aseverado- y hermanos de todos los hombres» y eso cambia la manera de estar en el mundo.

 

 

En esta línea, el prior de la comunidad ecuménica los ha alentado a acudir a la Eucaristía del domingo en sus parroquias, a pesar de que a veces les pueda dar pereza, y quedarse «con al menos una idea» de lo que dice el sacerdote. «Si no conseguís quedaros con nada, acercaos a una señora mayor al final y pedidle que rece por vosotros esa semana. Habréis hecho a una persona feliz. Bueno, a dos, porque vosotros también sentiréis alegría», ha asegurado. Luego los ha invitado también a que recen de manera sencilla por el Papa Francisco.

En el turno de preguntas han surgido cuestiones como el matrimonio, en el que Dios se hace muy presente, o el papel de la música, cuya belleza lleva a «la Belleza en mayúsculas» -ha resaltado el cardenal Osoro- y que es algo que remueve el corazón y a la vez se experimenta comunitariamente -en palabras del hermano Alois-.

Todos los presentes, entre los que se encontraban el arzobispo de Urgel, monseñor Joan-Enric Vives; el obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana; el obispo de Teruel-Albarracín, monseñor Antonio Gómez Cantero, y el obispo auxiliar de Madrid monseñor José Cobo, así como varios hermanos de Taizé, han terminado rezando juntos el padrenuestro cada uno es su lengua madre.

Por la tarde, en la oración comunitaria en el Pabellón 4 de Ifema, el hermano Alois ha subrayado la necesidad del encuentro. «Encontrémonos y recemos juntos», subrayó el prior de Taizé, insistiendo en que «la oración es una forma de buscar la unidad entre las diferentes Iglesias. A veces estamos cansados del debate teológico porque hay avances pero acaba de lograrse la unidad».

 

 

En este sentido, Alois aludió a «la confianza en los demás, la confianza en nosotros mismos y la confianza en Dios», que «son realidades íntimamente ligadas».

«La confianza no es ni ciega, ni ingenua, ni soñadora, sabe discernir el bien y el mal. Es la certeza de que, en cualquier situación, incluso en las tinieblas, un camino de vida puede abrirse», sostuvo el prior de Taizé, apuntado que «la confianza estimula la imaginación, da valor y entusiasmo para asumir riesgos». Entre ellos, «el cansancio, los fracasos, la amistad traicionada, la violencia, las catástrofes naturales, la enfermedad».

Porque «la confianza es vulnerable», y la duda llega, incluso, a cuestionarse la existencia de Dios. Nadie está libre de esto, y tampoco de que Jesús sea «aquel que confía plenamente en nosotros».

«Sí, la vida es bella para quien se lanza y toma decisiones valientes. ¿Cuáles son esas decisiones valientes? Cada uno de nosotros está llamado a responder, emprendiendo una peregrinación interior desde la duda y el miedo hacia la confianza. Para todos nosotros, se trata de acoger el amor de Cristo para convertirnos en artesanos de confianza y de paz, cerca y lejos de nosotros», finalizó.

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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