Hoy no favorecer la natalidad es proyectar a la sociedad española a un suicidio colectivo
(Jesús Bastante).- En mitad de las fiestas navideñas, y en plena crisis, la Iglesia de Madrid gastará medio millón de euros en la organización de la Misa de las Familias, evento organizado por el cardenal Rouco y el Camino Neocatecumenal, que este año cumple su cuarta edición y que congregará «entre medio millón y un millón de personas» en la madrileña plaza de Colón el próximo 2 de enero, según aseguró la secretaria general de la Provincia Eclesiástica de Madrid, María Rosa de la Cierva.
Una cantidad que será financiada en su integridad por las colectas de los fieles y por los mensajes que, a través del SMS, podrán hacer quienes quieran. No obstante, como reconoció posteriormente la propia De la Cierva, el pasado año el coste se elevó al millón de euros, mientras que de la colecta únicamente se sacaron 80.000 euros. Los «kikos» abonaron medio millón de euros para paliar el fracaso económico, y el resto corrió a cargo de empresas y benefactores. Este año no será así, puesto que la crisis se ha agudizado, y los donativos están íntegramente destinados a la financiación de la Jornada Mundial de la Juventud.
En los gastos no se suma la ayuda «en especie» que está dando «de manera admirable» el Ayuntamiento de Madrid, según reveló De la Cierva. Una ayuda que se traducirá en el dispositivo de seguridad, las vallas, el servicio de limpieza, etc… Del mismo modo, no se ha cobrado el espacio para la concentración.
Bajo el lema «La familia cristiana, Esperanza para Europa», la misa de las familias cumple su cuarta edición. Sin llamativos enfrentamientos contra el Gobierno pero con el deseo de que «Madrid se convierta en la capital europea de la familia«, tal y como apuntó en rueda de prensa el obispo de Alcalá y presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la CEE, Juan Antonio Reig Plá.
Desde las diez de la mañana, habrá villancicos, testimonios de obispos y cardenales de toda Europa (a día de hoy, han confirmado su presencia 22 obispos españoles y prelados de Italia, Francia, Polonia y Alemania. Tras la bienvenida del propio Reig, el protagonismo correrá a cargo de Kiko Argüello, quien animará la ceremonia y estrenará un nuevo himno a la virgen como «paloma incorrupta». Habrá testimonios de, entre otros, la presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, y el seleccionador español de fútbol, Vicente del Bosque. A las doce, se conectará via satélite con el Angelus de Benedicto XVI, tras el cual arrancará la Eucaristía, presidida por el cardenal Rouco Varela.
Para Reig, este tipo de celebraciones «son una buena noticia», frente a las malas nuevas que se observan en la sociedad española, desde «nuestro fracaso escolar», al aumento del alcoholismo o el consumo de drogas. «Me preocupa que España entre en una situación de falta de esperanza«, añadió el prelado, quien reivindicó «anunciar a todos los que quieran escuchar que lo mejor que nos ha pasado en la vida ha sido nuestra familia. Yo no voy a Colón a proponer ideologías sobre la familia, sino mi propia experiencia».
«Hay déficits de esperanza, y al final acabamos en proyectos de vida comunitaria, en los que uno puede desistir de ganar la libertad todos los días. Si queremos ciudadanos libres, que sean capaces de aportar el don del amor, de la vida, necesitamos a la familia«, insistió el prelado, quien advirtió que «si en España perdemos la lógica de la tradición cristiana, perdemos patrimonio espiritual. Es como si nos levantáramos y hubieran destruido la Sagrada Familia. Lo mismo está ocurriendo, y más, si no cuidamos la familia. Sin Cristo, el corazón no acaba de estar curado de las heridas, no está redimido. Con Cristo es posible. Y esto lo debemos gritar».
Sin querer entrar en cuestiones políticas partidistas, Reig Plá sí reconoció que «junto con Europa, hemos caído en una situación de verdadera penuria. Estamos en los niveles más bajos de natalidad. El decaimiento demográfico de España es un suicidio. No puede ir la civilización cristiana adelante sin la promoción de la vida humana desde su inicio. Sería una ceguera espiritual de todos, incluidos los gobernantes, que no custodiáramos la vida humana. Por ahí acaban las civilizaciones. Hoy no favorecer la natalidad es proyectar a la sociedad española a un suicidio colectivo».
Por su parte, María Rosa de la Cierva destacó que el del 2 de enero es «un encuentro para rezar, para que nos vean rezar. Eso es lo más importante. Hoy día no es muy habitual ver a la gente rezar. Vamos a estar rezando desde las 10 a las 14,30 horas».
En el turno de preguntas, Reig Plá destacó que «el protagonismo no es de los obispos, es de las familias. Ya es hora de que la familia vaya dentro de la Iglesia. La Iglesia es familia de familias. Es hora de que los padres espabilen: el primer compromiso de un laico es su propia familia. No es necesario que hablen tantos obispos: Quienes tienen la voz, el sufrimiento, la paciencia de educar son los padres. En la Iglesia es hora de que el laicado se ponga en pie por sí mismos».
«En España sobra presencia política«, finalicó el prelado, quien reconoció que la situación actual «me produce aburrimietno, cansancio», y echó en cara que los políticos jamás hablen de los problemas de la familia. «¿Es que los políticos no tienen familias?» se preguntó.