El alejamiento de Dios y el eclipse de los valores morales han favorecido también el deterioro de la vida familiar
El Arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, presidió ayer la Eucaristía de las familias en la Catedral. La ceremonia tuvo lugar a las 18h en el marco de la celebración litúrgica dedicada a la Sagrada Familia. El prelado compostelano reconoció el tesoro que la institución familiar representa para la sociedad y pidió por todos los hogares que atraviesan dificultades. También destacó las virtudes de Jesús, María y José, como un modelo para afrontar la crisis de valores morales por la que estamos pasando.
En la homilía, monseñor Barrio afirmó que «la vida familiar, con sus luces y sus sombras, sus alegrías y sus sufrimientos, está bendecida por Dios».
«Es necesario el testimonio de las familias creyentes, que viven su Fe de manera gozosa y responsable y ofrecen así los gestos expresivos y el lenguaje más claro de una vida humana digna, feliz, comprometida y esperanzada a través del dialogo, el perdón, la sana austeridad, la solidaridad, la ayuda al necesitado, la oración, la Esperanza de vida eterna.
No olvidéis que el alejamiento de Dios y el eclipse de los valores morales han favorecido también el deterioro de la vida familiar«.
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«Si la persona humana es el centro de toda institución social, entonces la familia -primer ámbito de socialización- debe ser la comunidad de personas libres y responsables que lleve adelante el matrimonio como un proyecto de amor siempre perfeccionado que aporta de la misma vitalidad a nuestra sociedad civil».