"El único Evangelio que la gente lee es la vida de muchos matrimonios"

Josico y Susana, de ‘Encuentro Matrimonial’: «La mejor forma de invertir en familia es invertir en relación de pareja»

"El mejor regalo que le puedes hacer a tus hijos es que sus padres se quieran"

Josico y Susana, de 'Encuentro Matrimonial': "La mejor forma de invertir en familia es invertir en relación de pareja"
Josico y Susana, responsables de Encuentro Matrimonial RD

Amoris laetitia ha venido a ser una confirmación de que llevamos cuarenta años en España y casi cincuenta en el mundo "haciéndolo bien". Quiero decir, estando en el camino de esa periferia de estar acercando la Iglesia

(Jesús Bastante).- Josico y Susana son un matrimonio muy bien avenido, que ejercen de coordinadores europeos de «Encuentro Matrimonial», un movimiento con más de 3.000 parejas en nuestro país, que aboga por vivir el «Evangelio del matrimonio». Porque, explican, «la mejor forma de invertir en familia es invertir en relación de pareja».

Hoy tenemos una entrevista a tres. Estamos con Josico y Susana, que son coordinadores, a nivel europeo, de un movimiento que se llama Encuentro Matrimonial.

Movimiento que aborda una de las grandes realidades en las que está presente la Iglesia hoy, y que es el mundo de la pareja. Y no solo del matrimonio aunque fundamentalmente, porque estamos hablando de un grupo cristiano.

Contadnos de dónde surge Encuentro Matrimonial y cómo entráis vosotros, entiendo que como pareja, a formar parte de de él.

S.- La historia de encuentro Matrimonial se remonta a principios de los años 60. En concreto, nace en Barcelona con el padre Gabriel Calvo. Este hombre tuvo una intuición muy clara; se dio cuenta de la necesidad de los matrimonios de profundizar más en su relación, de buscar herramientas que pudieran ayudarlos a enfrentarse a las realidades cotidianas desde su fe.

Pensaba que la relación matrimonial podía ser algo para toda la vida. Tenía una serie de creencias sobre cómo vivir el amor. Fue muy inspirador y comenzó desarrollando, dentro del Movimiento Familiar Cristiano, una serie de reuniones con matrimonios donde iban reflexionando y abordando distintos aspectos de la vida matrimonial.

J.- Posteriormente -y hay una historia preciosa en este sentido- lo llevó a una reunión del Movimiento Familiar Cristiano en EE.UU. Allí se presentó un jesuita, el padre Gallagher, que llegó con su grabadora con la intención de copiar. Y en una entrevista hecha hace unos años, cuenta que llevaba un rato escuchando y pensó que era algo que no se podía copiar; que era una cosa que había que vivir. Empezó a descubrir que lo que estaban transmitiendo esas personas era su vida. Entonces apagó la grabadora y tuvo la intuición de estructurar toda esa vivencia pasándola a través del esquema ignaciano y, a partir de ahí, hacer lo que nosotros llamamos el esquema del Fin de semana del Encuentro Matrimonial, que ahora mismo se vive en casi noventa países de todo el mundo.

 

Noventa países, y en en España creo que sois tres mil y pico matrimonios. Y en el mundo, probablemente estemos hablando de decenas de miles.

J.- Probablemente cientos de miles. Estamos en todos los países. Para que os hagáis una idea, nuestros responsables mundiales son un matrimonio de Singapur, acompañados de un sacerdote filipino. Ahora mismo estamos entrando con fuerza en China.

 

Con dificultades, entiendo.

J.- Bueno, es curioso cómo, dentro del poco espacio que hay, estamos desarrollándonos en China. Estamos en Rusia, también con dificultades porque los católicos en Rusia somos una minoría. Pero se está avanzando.

 

 

 

¿En qué consiste un Fin de semana de Encuentro Matrimonial?

S.- El Fin de semana de Encuentro Matrimonial lo imparten entre dos o tres parejas. Tres matrimonios y un sacerdote, a través de un recorrido que nosotros siempre decimos es desde el temor, el miedo o la inseguridad de cuando llegas allí y no sabes muy bien a qué vas.

Pero poco a poco vas abriéndote a la confianza, porque a lo que ayudamos es a que la persona haga un recorrido donde, primero individual y después en el encuentro con su pareja, va descubriendo distintas herramientas que le van a ayudar a encontrarse
verdaderamente con el otro. Y por eso nos llamamos Encuentro Matrimonial.

Se va a encontrar con esa persona con quien, aunque se supone conoce de toda la vida, hay muchos temas tabú y otros muchos que se quedan apartados porque la rutina nos puede.

 

Y la vida privada, además, se llena de muros. De acuerdos tácitos.

J.- Hay una característica, muy importante, del Fin de semana de Encuentro Matrimonial, y es que se basa en la presentación de testimonios personales, sobre una serie de cuestiones, que hacemos los matrimonios. Y siempre un sacerdote que nos está acompañando.

Y otra característica importante es que la pareja, el matrimonio que asiste al fin de semana, cualquier cosa que tenga que dialogar, lo va a hacer en privado. Que no es un ningún tipo de actividad de terapia conjunta.

S.- Ni son ejercicios espirituales, ni es una terapia. Vas, escuchas vivencias y se te da una serie de cuestiones para que con tu pareja, en intimidad, las reflexiones y las dialogues utilizando las herramientas que se te han aportado.

J.- A nosotros nos gusta decir que en el Fin de semana la pareja vive una serie de experiencias importantes. Normalmente se suelen sentir muy acogidos y muy amados; primero por nosotros, pero también luego se empiezan a dar cuenta de esa relación que tienen ellos. Y a mi, lo que me fascina y todavía me sigue arrastrando, es cuando ves experiencias de conversión, que empiezan muchas veces por la propia relación; nosotros hemos visto a una pareja salir del fin de semana diciendo: «no os lo habíamos dicho, estábamos separados. Pero voy a coger la maleta y a volver con mujer.»

Estas experiencias realmente te conmueven, y te muestran cómo a veces tocas esa fibra que todos tenemos. Ese sueño profundo de todos porque, al final, quién no sueña con vivir una vida de amor. Con una relación plena e intensa. Cuando tocas eso y te das cuenta de que no es fácil pero es posible, entonces, el milagro se produce.

 

En este mundo estamos o muy acostumbrados a tirar hacia el individualismo en que cada persona es un mundo, o en el otro extremo, a hablar de las personas como parte de un sistema familiar o societario. Y hay una célula que muchas veces olvidamos cuidar, que es la de la pareja. Como decíais antes, y espero que lo volváis a decir: las parejas son fundamentales para exista la familia.

S.- El matrimonio no es la familia. La familia no es un sacramento, es el matrimonio.

 

Y sin embargo, muchas veces nos explayamos hablando de que la familia es super importante. Pero, claro, para que exista una familia, antes tiene que existir un proyecto de vida de dos personas orientado hacia ese amor que genera vida.

S.- Es que si no, lo que hay es una pareja que convive con unos hijos que tienen un sitio donde vivir. Pero no hay familia, realmente, si no hay matrimonio.

J.- A nosotros nos gusta decir que la mejor forma de invertir en familia es invertir en relación de pareja. Porque es la forma en la que tú realmente puedes dar una solidez a lo que luego va a ser esa familia. Los hijos van a vivir otra cosa. El mejor regalo que le puedes hacer a tus hijos es que sus padres se quieran.

S.- Y yo, pensando respecto a lo que nos habías planteado antes del Fin de semana, cuando Josico te estaba comentando lo de la conversión, me gustaría decir que en Encuentro Matrimonial somos católicos pero estamos en la frontera, desde hace casi cincuenta años en el mundo y cuarenta en España. Porque los fines de semana nos ofrecemos a cualquier pareja, este casada o no lo esté. Por supuesto, si no está casada en la Iglesia da lo mismo, porque lo que nos importa es que esas parejas recuperen su sueño y sepan que pueden luchar por él. Que pueden tener un amor para toda la vida. Y eso es importante, seas una pareja casada civilmente o seas una pareja que convive.

Hemos visto, en esa apertura, experiencias de conversión de gente que ha salido de Fin de Semana y se ha ido a casar por la Iglesia.

J.- Una de las cosas, que a mí me parece que tenemos maravillosas dentro de Encuentro Matrimonial, es la de tener esta oportunidad de vivir en la periferia de la Iglesia.

Normalmente los alejados no se van acercar a la iglesia de motu propio, pero en cambio, sí que hemos visto y hemos constatado que la gente sí que es capaz de preocuparse por su relación, y cuando esto ocurre, quiere decir que están en búsqueda. Y es un privilegio y una suerte para nosotros estar ahí.

¿Cuántos movimientos tienen la suerte de que, por ejemplo, llame a sus puertas la gente alejada y poder ofrecerles algo? Es un privilegio que tenemos y que hemos de cuidarlo.

 

 

 

Antes de escribirse «Amoris Laetitia», cuarenta años en el caso de España, y cincuenta en el mundo, ya se daba ese vivir en la frontera. En la familia y en el matrimonio también se da. Se habla mucho de otros temas que son muy periféricos pero importantes, pero no de lo que tiene detrás; de vivir, también en el ámbito de la pareja, en ese Evangelio de vida y de corazón, de ofrecerse y de ofrecerse al mundo también.

Habéis hecho cuarenta años en España. Habéis traído unas fotos en las que aparecéis junto al papa Francisco. Tuvisteis una audiencia con el Santo Padre dentro del Año de la misericordia. La oportunidad de hablar con él, aunque él ya conocía el Encuentro matrimonial.

S.- Él lo conocía, pero yo le pregunté si había vivido el Fin de semana. Porque, realmente, Amoris laetitia ha venido a ser una confirmación de que llevamos cuarenta años en España y casi cincuenta en el mundo «haciéndolo bien». Quiero decir, estando en el camino de esa periferia de estar acercando la Iglesia. Como dijo Guido -que es un sacerdote que trajo de vuelta el Encuentro Matrimonial a Europa- posiblemente el único Evangelio que mucha gente va a leer, es la vida de muchos matrimonios que presentamos en Encuentro Matrimonial.

 

Esta puerta del testimonio, es la puerta de la fe hecha carne. Y hecha pareja, en este caso.

Sacasteis un libro, que va por la segunda edición, con un título fantástico: «Vivir en relación y no morir en el intento. Claves para la vida en pareja».

Es muy interesante esto de vivir en relación, no cerrarnos a que las únicas experiencias que se puede contemplar son las del matrimonio canónico, sino que muchas otras relaciones que tienen su aquel; sus virtudes y sus defectos como otras, aunque el ideal para un cristiano sea el matrimonio.

S.- Pero hay que descubrirlo.

J.- En este sentido, dentro de nuestro movimiento también hay sacerdotes, religiosos, religiosas y consagradas, y ellos descubren en Encuentro Matrimonial que también viven en relación. Y que es, precisamente esa vida en relación, la que da sentido a su ministerio.

Y se producen unos vínculos entre matrimonios y sacerdotes que son privilegiados. Es un vínculo de igual a igual -de sacramento a sacramento- con el cual nos enriquecemos nosotros del camino que realizamos con los sacerdotes, y los sacerdotes del camino que realizan con nosotros.

 

¿Qué le pediríais a la Iglesia como Encuentro Matrimonial, para se reconociera que las parejas cristianas tienen algo que decir y una responsabilidad, ejecutiva también, en la construcción de la Iglesia y de la famila?

S.- Yo te voy a contar, primero, una anécdota:

En un encuentro que hubo hace tiempo a nivel nacional asistía, en la celebración de la eucaristía final, el obispo de la diócesis correspondiente. En un momento, le dio al matrimonio a besar su sello. Y el matrimonio, a su vez, le dio su alianza para que la besara el obispo. Porque tan sacramento es uno como el otro.

Es un ejemplo para poder descubrir realmente esa relación tan bonita, que decía Josico, de cómo podemos caminar juntos de manera increíble. Hay que vivirlo.

Y lo que diría es que vivieran, esos sacerdotes y esas religiosas y religiosos consagrados, el Fin de Semana. Porque de momento los religiosos que nos han acompañado, lo que dicen es que hasta no habían tomado conciencia y contacto con su propia identidad, primero como persona y después su vocación. Que han descubierto que ellos son iguales y que no están llevando a cabo un oficio; que es una vocación. Y que han dialogado y entrado en relación real, de corazón a corazón, con los matrimonios que les acompañamos. Esto cambia totalmente la perspectiva y la forma de vivir tu ministerio.

A nosotros nos ayudan en nuestra relación, pero nosotros somos muy conscientes de que también nosotros a ellos. Y esa relación -que nosotros llamamos equipo eclesial- es de lo mejor que nos ha pasado en la vida, porque nuestras hijas, a estos sacerdotes los consideran parte de la familia. La relación es tan estrecha, que al religioso o religiosa se le abre un mundo increíble.

 

¿Cómo ha afectado, en el buen sentido de la palabra, a vuestra vida matrimonial y familiar pertenecer a Encuentro Matrimonial?

J.- Aunque pueda resultar presuntuoso, Encuentro Matrimonial ha marcado nuestra vida. Y la sigue marcando. Desde el momento que vivimos la experiencia del Fin de Semana, en el año 95, se produjo el comienzo de un camino que todavía no ha terminado.

Un camino de conocimiento mutuo y de ir construyendo una relación. De darnos cuenta de que aun siendo una relación buena y en búsqueda, desde entonces nuestra relación ha adquirido otra dimensión, otra fuerza, otro compromiso… Y eso, en nuestro entorno cercano ha marcado muchísimo.

Tenemos dos hijas, Carmen y María, y yo creo que las dos, el estilo de vida que nosotros intentamos llevar, que es fundamentalmente dialogante, comprometido y muy abierto a los demás, un forma de misión y evangelización, lo han vivido como el privilegio que es.
En nuestras bodas de plata, lo manifestaron en ese momento que tuvieron ellas para poderse dirigir a nosotros. Y cuando lo recuerdo, todavía me emociono. Cuando nos hablaban de nuestra lucha. De ver como, siendo como somos, personas tan diferentes, con ritmos tan distintos y con ese equilibrio tan difícil de nuestra identidad, que es fuerte, al mismo tiempo luchar por estar juntos.

S.- Yo me he planteado cómo sería nuestra vida si no hubiéramos pasado poresta experiencia y no te sé decir cómo estaríamos ahora, pero clarísimamente lo que hemos crecido como pareja…. Me emociono porque yo pasaba por una enfermedad y el tomar conciencia de lo que supone perder esto que tenemos, te desafía a no desperdiciar momentos.

 

 

Y vivirlo juntos y luchar juntos.

S.- Claro, pero tiene un sentido tan grande: esto es lo que ha dado sentido a nuestra vida; si yo me muero mañana sé que lo más importante que va a quedar de mi vida, ha sido la relación con Josico.

 

¿Cómo podemos encontrar el Fin de Semana de Encuentro Matrimonial? Que alguien que sienta que esto le llama como pareja, pueda participar en un encuentro de estos. ¿Tenéis alguna web?

J.- Sí, nuestra web es de las fáciles. En ella se puede ver dónde estamos celebrando fines de semana en toda España. Hay más de veinte localidades y también se puede consultar el calendario.

Por cierto, si alguno está pensando en casarse y buscando un curso diferente para preparación al matrimonio, también tenemos un Fin de semana orientado a la gente que está tomando esta decisión de avanzar en su compromiso y dar ese paso.

Y luego, tenemos una opción -para nosotros importante- dirigida a los sacerdotes. Y a los que puedan estar leyendo esta entrevista, decirles que sean conscientes de que en Encuentro Matrimonial cuando invitamos a un sacerdote, no estamos buscando un consiliario o un acompañante, lo que estamos diciendo es: ven con nosotros y disfruta de tu vida en relación. Hazlo egoístamente; preocúpate de ti, de crecer en tu vida en relación.

Eso es lo importante para nosotros, a diferencia de otros momentos en que los movimientos estamos buscando sacerdotes.

 

Para un reconocimiento más eclesial, a todos los niveles.

J.- Claro. E invitamos a hacerlo. Y la versión del Fin de semana que tenemos para sacerdotes, van a estar acompañados por un matrimonio con el que van estar dialogando y descubriendo todo esto.

 

Quieras que no, los sacerdotes tienen una responsabilidad muy potente a la hora de pronunciarse y a la hora de hablar de matrimonio y de familia, pues por muy sacerdotes que sean, hay cosas que no están viviendo. Que han vivido cuando eran niños en su familia.

Pero no están viviendo el sacramento del matrimonio como vosotros. Con la vida familiar directa. Y claro, el saber escuchar también es muy importante, y una responsabilidad para los sacerdotes que después tienen que llevar una pastoral en un momento dado. Y también para cargar pilas.

S.- Ellos también lo necesitan.

Me gustaría decir al respecto, que a veces hay sacerdotes, sobre todo en parroquias, que nos dicen: «uf! no quiero saber nada de movimientos. Porque venís y me quitáis a la gente.»

Pero en Encuentro Matrimonial ocurre todo lo contrario, somos misioneros y no tendría sentido que nos quedáramos mirándonos el ombligo. Digamos que damos una formación muy completa a los matrimonios y sacerdotes que quieran vivir esta experiencia, y esas personas van a seguir trabajando en su parroquia o donde sea que trabajen. Con lo cual, es un enriquecimiento. De hecho, muchos matrimonios colaboran intensamente en sus parroquias o en colegios católicos.

Y otra cosa, que me parece importante comentar, es que nosotros vivimos el Fin de semana cuando llevábamos seis años casados porque estábamos muy próximos a un sacerdote que era de Encuentro, y antes de casarnos ya sabíamos que íbamos a vivir el Fin de semana.

 

Que no necesariamente fuisteis porque tuvierais una crisis determinada.

S.- Eso es lo que yo quería decir. Que efectivamente, ayuda a gente que está en crisis porque de pronto han perdido el sueño que tenían y no saben cómo encontrarlo. Y es verdad que eso es una ayuda y que hemos visto verdaderos milagros. Pero también, y sobre todo, es para parejas que lo que quieren es dar un paso más y profundizar y no conformarse con una relación rutinaria, monótona. A sacarle todo el potencial que tiene la relación de pareja. Que si a mí me lo llegan a decir hace veintitantos años, que es cuando vivimos el Fin de semana, no me lo creo.

 

Está muy poco explorado.

S.- Claro, yo creía que quería a Josico todo lo que podía. Y luego he descubierto que puedo quererle más y todavía me queda.

J.- A mí me gustaría decir que, si solo has descubierto la mortadela en tu vida, es probable que te guste, pero el día que pruebes jamón del bueno, pensarás que es mucho mejor. Pues exactamente lo mismo pasa en la relación; hay relaciones de mortadela y relaciones de jamón de Jabugo. Con todos mis respetos por la mortadela.

 

¡Nos estáis dando mucha envidia! Muchísimas gracias. Encuentro Matrimonial es un historia que tiene cuarenta años en España, medio siglo en todo el mundo, seguís creciendo y conviene. Es interesante conocerlo más.

Tenemos aquí la web. Y el libro «Vivir en relación y no morir en el intento. Claves para la vida en pareja», publicado por PPC. Estáis sacando ahora otro, «Matrimonio, corazón de la familia. Una experiencia pastoral de Encuentro Matrimonial a la luz de Amoris Laetita».

Los textos papales son una respuesta a algo que existe, casi siempre. Si no, serían otra cosa. Si estuviéramos creando que no existiera sería algo raro. Nadie se está inventando Amoris Laetitia, hay gente que lo está viendo hace tiempo, cada uno desde su ámbito. Y en el ámbito del matrimonio, lo estáis haciendo vosotros.

Muchas gracias a los dos por este buen rato y por emocionarnos.

S y J.- A vosotros.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

Lo más leído