"Una colección de libros escritos por mujeres sobre mujeres y desde una perspectiva crítica"
(José Manuel Vidal).- En la mesa presidencial, 6 mujeres teólogas. Para presentar una importantísima colección de libros sobre ‘La Biblia y las mujeres‘ (Editorial Verbo Divino). Una fehaciente demostración de que en la Iglesia hay mujeres teólogas capaces de elaborar una teología de altura. En el colegio mayor Chaminade de Madrid, presentadas por Elías Pérez, el director comercial de la editorial Verbo Divino que publica la obra, estaban Mercedes Navarro, Leticia Sánchez, Isabel Gómez Acebo, Guadalupe Seijas, Elisa Estévez y Ángela Muñoz.
Entre el público, otras muchas mujeres, como es lógico y, en el ambiente, un cierto sabor reivindicativo de un feminismo eclesial sano y maduro que, sin apenas pedirlo ni mencionarlo, retrata y deja en evidencia la actual situación de la mujer en la Iglesia católica.
El proyecto de ‘La Biblia y las mujeres’ es ambicioso y está dando sus primeros pasos. Cuando esté completado serán 22 volúmenes y más de 200 autoras de todo el mundo, para dar a luz un proyecto de «exégesis, cultura e historia». Un proyecto, como dijo Mercedes Navarro, una de las directoras de la colección, «sobre la historia de la recepción de la Biblia y su influencia entre los géneros en Occidente».
Eso sí, según Navarro se trata de «una colección de libros escritos por mujeres sobre mujeres y desde una perspectiva crítica». Y, además, un proyecto «internacional, interreligioso, intercutural, miltilingüe y multidisciplinar». Con una meta clara: «Presentar una historia de la recepción de la Biblia concentrada en los temas bíblicos relevantes desde el punto de vista de género, en las figuras bíblicas de mujer, y en mujeres que, a través de a historia y hasta el día de hoy, han hecho exégesis de la Biblia». Algo así como una relectura exegética de la biblia en clave femenina y con ojos de mujer.
La presentación de la obra fue una variada polifonía femenina. Con seis intervenciones serias, ponderadas, pero también con dosis de reivindicación del genio femenino. Leticia Sánchez resaltó que «la iconografía refleja mejor que los textos la presencia femenina». Una dinámica que se acentúa en la Edad Media, cuando se prohíbe al pueblo el acceso a la lectura de la Biblia y, en compensación, se incrementa el mensaje iconográfico.
María compite con su Hijo
Clara, directa, irónica y siempre incisiva, Isabel Gómez Acebo denunció «la civilización patriarcal que ahogó la representación femenina de Dios». Y, en cambio, coloca a María en «competencia con su propio Hijo, con el Padre y con el Espíritu». Una especie de divinización de la Virgen que permanece intacta hasta hoy, como se ve abiertamente todavía hoy en Andalucía.
Gómez Acebo resaltó, en cuanto a genio femenino, la belleza sin par del Cantar de los Cantares, señaló unas cuantas heroínas bíblicas, como Rut, Noemí, Judit o Esther y recordó que «Dios siempre premia en la Biblia a las mujeres con un descendiente y siempre varón».
Guadalupe Seijas también incidió en algunas figuras bíblicas Entre ellas, la de Rut, «prototipo del converso» y «personaje incómodo y transgresor». Y su libro «de resistencia, que propone el encuentro entre culturas distintas y habla de la riqueza de la interculturalidad».
La profesora de la universidad pontificia de Comillas, Elisa Estévez, denunció «el silenciamiento y la victimización que se hace de las mujeres en los textos bíblicos». Y reivindicó a las mujeres como «las primeros testigos de la resurrección, mujeres de fe, mujeres creyentes henchidas de Dios».
Tras calificar de «androcéntrico» del Evangelio de Lucas, «que nos trata bastante mal a las mujeres», entre otras cosas porque calla y prácticamente no dice nada de la presencia de mujeres en el grupo de Jesús. Mujeres que, según Elisa, son las primeras anunciadoras del kerigma, «las primeras teólogas», cuyas formulaciones «perdimos en el paso de las tradiciones orales a las escritas, donde se las invisibiliza».
Por ultimo, Ángela Muñoz, historiadora de la Universidad de Castilla La Mancha, aseguraba que «a la mujer le afecta constantemente el proceso de la ‘damnatio memoriae'». Y recordó un sorprendente texto de Sor Juana de la Cruz: «De la que Dios tomó cuerpo, Dios puede ser llamada».
Aplausos y satisfacción en el salón de actos del Chaminade. La Iglesia española cuenta ya con muchas mujeres teólogas. Y de talla. Lo demuestran, una vez más, con esta colección ambiciosa y profunda. Y, aunque están listas y preparadas, siguen siendo casi invisibles. Teólogas que forman parte de ese colectivo femenino que llevan siglos esperando que la Iglesia católica las coloque en paridad con el hombre.