El religioso envía fotos que reflejan el estado en el que quedaron tras ser arrasados por los violentos el garaje, coches, maternidad, carpintería
La violencia en Centroáfrica hace que el obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, se debata entre el deseo de poder volver a Bangassou y reunirse con sus «pobres lo antes posible» o regresar a España si no se tranquiliza la situación.
«Vivimos un estado de anarquía y de violencia total», que imposibilita al obispo cordobés a regresar a su diócesis. Hace un mes que un grupo de rebeldes yihadistas tomaron este país, derrocaron al anterior gobierno y arrasaron casi todas las misiones católicas allí existentes, incluidas las infraestructuras sanitarias y educativas puestas en marcha por el obispo Juan José Aguirre. En su última comunicación, Aguirre se lamenta de que «por el momento veo difícil que se establezca un corredor humanitario y será imposible que puedan viajar equipos médicos a Bangassou para operar».
El religioso envía fotos que reflejan el estado en el que quedaron tras ser arrasados por los violentos el garaje, coches, maternidad, carpintería, entre otras dependencias levantadas gracias a la ayuda española.
Como las posibilidades de volver a Bangassou son por ahora pocas, el prelado no descarta venir a España. «Ir y venir a Bangassou será cada vez más complicado, veremos cómo hacer en el futuro. Por el momento, ni pensar en médicos que vengan a operar al quirófano de Bangondé».
Un desolador panorama que vino aderezado ayer con una carta de apoyo de la Casa Real, en la que el secretario general de La Zarzuela, Alfonso Sanz Portolés, respondía a la demanda de la Fundación Bangassou de ser recibida bien por el Rey o por el Príncipe para explicarles de primera mano la situación en aquel país centroafricano.
El presidente de la Fundación confirmó la llegada de esa misiva «con una respuesta muy diplomática, que no nos sirve de mucho, porque todo lo que se diga no tendrá fruto si no hay voluntad política para resolver la situación, y de ésta última no hay».
Según el texto de la carta, se da cumplida información de los informes de la Fundación al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, al tiempo que se reconoce que «existe un considerable retraso en la fijación de audiencias, debido a que las actividades oficiales dejan poco margen para la fijación de las mismas».
(RD/Agencias)