Que el Gobierno de Myanmar permita el acceso a las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria al estado de Rakáin y ponga fin a las graves violaciones de los derechos humanos en los estados de Kachin y Shan
(C. Doody/Fides).- El Papa apenas lleva 24 horas en el país, pero el «efecto Francisco» ya se nota en Myanmar. Coincidiendo con el viaje apostólico, el Gobierno nacional ha anunciado la tercera ronda de diálogo de la Conferencia sobre la Paz con las Minorías Étnicas, la cual ha sido acogida como un paso importante hacia la erradicación de la «intolerancia y odio» que sufren pueblos tales como el afligido rohingyá.
La nueva sesión de la Conferencia sobre la Paz, denominada «Conferencia de Panglong», se realizará la última semana de enero, según han confirmado las autoridades de la antigua Birmania. La iniciativa busca continuar un camino de encuentro y negociación con los grupos étnicos armados, con los que el ejército nacional combate desde hace más de 60 años.
Este mismo lunes el Papa Francisco, tras llegar a Myanmar, se reunió con el jefe del ejército de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, en la residencia del arzobispo de Yangon. El líder militar, afirma una nota lanzada en la web, dijo al pontífice que «no hay discriminación religiosa ni étnica en el país».
El Gobierno de Myanmar ha firmado un acuerdo de alto el fuego con ocho organizaciones armadas, que son expresión de grupos étnicos, también gracias al compromiso del Consejero de Estado de Aung San Suu Kyi, promotora de la Conferencia de Paz con las Minorías Étnicas.
Los temas que serán discutidos en la reunión de enero tratarán algunos aspectos y pasos adelante en el diálogo político a nivel nacional con las minorías Shan, entre otras, y también con los grupos de musulmanes presentes en el estado de Rakáin, como el Partido de Liberación de Arakan que acepta dialogar con el gobierno y constituye una representación del pueblo rohingyá.
En las últimas semanas, la ONU ha acusado al ejército de realizar una «limpieza étnica» en la campaña desencadenada contra el pueblo rohingya. La finalidad de la conferencia es encontrar un acuerdo marco para todas las minorías armadas y así establecer una paz estable en el país.
La noticia de la Conferencia ha sido recibida favorablemente en la sociedad civil de Myanmar y en las comunidades católicas.
La organización internacional de inspiración cristiana «Christian Solidarity Worldwide» afirma en una nota: «Hacemos un llamamiento al Gobierno de Myanmar para que permita el acceso a las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria al estado de Rakáin y ponga fin a las graves violaciones de los derechos humanos en los estados de Kachin y Shan, contrarrestando con seriedad la campaña de nacionalismo religioso, intolerancia y odio en todo el país«.