Dos de las imágenes de más fuerza devocional de Sevilla, tienen sus réplicas en Barcelona
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«Semana Santa, patrimonio de la Humanidad«, el proyecto apadrinado por esta web y cuyo primer volumen ya puede adquirir pinchando aquí, muestra todas las realidades de la Semana Santa española, su riqueza y la profundidad de sus realidades. Una de ellas es la dela Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena, de Barcelona. Nos lo cuenta Manuel Zamora Negrillo.
Parece casi de obligado cumplimiento que dos de las imágenes de más fuerza devocional de Sevilla, tuvieran sus réplicas en Barcelona, para de este modo poder disfrutar del culto de numerosos sevillanos, andaluces y devotos en general de tan universales advocaciones. Curiosamente se habían creado en la década anterior otras hermandades de origen andaluz en la provincia de Barcelona, propiciadas por las corrientes migratorias de los cincuenta, como fue el caso de los emigrantes de Huéscar y La Puebla de D. Fadrique de Granada con la Hermandad de las Santas de Cornellà (1956) o la Virgen de la Salud del mismo año por emigrante almerienses.
Algo parecía frenar que el ímpetu de creación de Hermandades de gloria relacionadas con las patronas del pueblo de origen, se trasladase a la creación de Hermandades de Penitencia y así no es hasta 1963 cuando un grupo de devotos de María Santísima de la Esperanza Macarena afincados en Barcelona, formaron la primera Junta de la Hermandad, ellos eran: D. Antonio Armesto Álvarez, D. Benjamín Bastida Baile, D. Mariano Toda García, D. Luis Aramburu León, D. José Ferrándiz Arjonilla, D. Ramón García del Castillo, D. Rafael López Semprún, D. Urbano León Santos, D. Antonio J. Pérez Pareja, D. Pedro Pérez Soler-Espluga, D. Juan Ramón Vaquero Moraño y D. Alejandro Brun Lucas.
Como paso previo a la constitución de la nueva Hermandad se había de pedir permiso a la Hermandad de la Macarena de Sevilla, para ver si veía con buenos ojos la creación de una hermandad bajo la misma advocación a tantos kilómetros de distancia y con la intención de integrarse en la procesión general de la Buena Muerte de Barcelona. Procesión de una idiosincrasia y estética muy diferente a la Sevillana. Así pues el día 4 de mayo de 1963 siendo D. Ricardo Zubiría y Rubio, Hermano Mayor de la Real y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora del Santo Rosario, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de la Esperanza Macarena de Sevilla se reúne su junta de gobierno y decide «Por unanimidad aprobaron su feliz iniciativa, siempre que sea para mayor gloria y culto a la Virgen Santísima de la Esperanza, no existiendo inconveniente alguno por parte de esta Corporación».
Se encarga la elaboración de la hermosa talla de vestir de la Santísima Virgen a D. José Barbero Rodríguez, imaginero granadino de la saga de los Barbero residente en Badalona, buscando un aire macareno, sin ser una copia exacta. José Barbero fue durante muchos años restaurador de la Catedral de Barcelona y en aquella época era además conocido por haber sido el autor del último grupo escultórico incorporado a la procesión de la Buena Muerte de Barcelona, el del «Cirineo», encargado por el gremio de taxistas de la ciudad Condal el cual simbolizaba la ayuda al viajero que supone el taxista en la figura del cirineo.
Por fin, el 3 de abril de 1965, se erige la «Cofradía de Nazarenos del Santo Rosario y María Santísima Nuestra Señora de la Esperanza«, por el Exmo. y Rvdmo. Sr. D. Gregorio Modrego Casáus, Arzobispo de Barcelona, en la Basílica de Santa María del Pi. Meses más tarde, la Hermandad se traslada a la Iglesia Parroquial de Sant Josep y Santa Mónica, donde se labrará altar. La Virgen de la Esperanza Macarena será trasladada procesionalmente el 8 de diciembre de 1965; en ésta parroquia, se celebrará el primer Besamanos.
El trabajo no cesa y se preparan los enseres para la primera salida procesional: se adquieren en el sevillano barrio de Triana el palio, de 1932, a la Hermandad de María Santísima de la O, y las jarras y parihuela, también de la década de los 30 del siglo pasado, a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración (Cachorro). En los talleres de Villarreal se encargan los varales de palio. El conjunto del paso se completará con las tallas de una peana y respiraderos en madera plateada, inspirados en los respiraderos bordados de la Macarena de Sevilla, con los escudos de la Ciudad Condal y de la capital Hispalense, obra de D. José Barbero Rodríguez.
El Viernes Santo, 8 de abril de 1966 la Hermandad realiza su primera Estación de Penitencia, formando parte de la Procesión del Cristo de la Buena Muerte. La salida procesional debe realizarse desde las Reales Atarazanas de Barcelona, por que la puerta del templo no dispone de las dimensiones necesarias; se contrata una cuadrilla de costaleros en Sevilla, la Hermandad de la Macarena de Sevilla cede una toca de sobremanto, la candelería y Cruz de Guía antiguas.
La prensa se hace eco del fervor al paso de la Santísima Virgen :
«Al canto de las saetas, manifestación poco frecuente en esta procesión, que en el presente año han sido muy prodigadas; el paso, a veces balanceado al estilo de las procesiones del Sur, se detenía a petición del público» (La Vanguardia, 10 de abril de 1966) .
No era fácil encajar en una procesión típicamente catalana como era la Buena Muerte, un paso al estilo andaluz. Se presentaban problemas no sólo de diferencias estéticas sino organizativas como podía ser la cadencia de paso. No obstante, la experiencia se repitió en los dos años siguientes y el cortejo fue muy admirado.
En 1969 desaparece la Procesión de la Buena Muerte, debido a una inadecuada lectura del Concilio Vaticano II, no obstante la Hermandad continua sus actividades y con la procesión anual, ahora saliendo sola. Quedando como única manifestación religiosa de este tipo en la Semana Santa barcelonesa. Por ello, deciden completar la cofradía con una imagen cristifera. Y como no podía ser de otra manera, a 1000 kilómetros de su tierra y de sus familias, los hermanos que se fueron incorporando a la Hermandad, fruto de la emigración en busca del pan, de la subsistencia y de una mejor vida, se decidieron por la venerable y querida advocación de Jesús del Gran Poder.
Se pide permiso a la Pontificia y Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso para la realización de una talla inspirada en el Señor de Sevilla, «deseos que nos complace profundamente, por todo cuanto ello supone para la extensión de la devoción de nuestro Cristo», contesta D. José Luis Gómez de la Torre, Hermano Mayor, el 2 de febrero de 1971.
Se encarga a D. Julio Pérez Ripoll, escultor barcelonés, discípulo de Enrique Monjo y Federico Marés y que colaboró y trabajó con escultores como Subirachs y Clará, la hechura del Nazareno. En principio se le pide una imagen de vestir (cabeza y manos) a lo que el artista se niega, realizándose una talla entera del Señor con sudario, para poder vestirla con túnica posteriormente. Al igual que con la Imagen de la Virgen, tampoco se busca una copia; sin bien cuenta con algunos detalles idénticos (por ejemplo, las espinas que atraviesan la oreja y la frente) el autor se basó en sus conocimientos de anatomía (adquiridos en sus estudios artísticos, en el Hospital Clínic) y en la Sábana Santa de Turín.
En julio de ese año, se adquiriere un bello paso dorado, de canastilla barroca, a la Hermandad de la Santa Vera-Cruz, Santo Entierro y Ntra. Sra. de los Dolores, de Utrera (Sevilla).
El 31 de octubre de 1971, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Marcelo González Martín, Arzobispo de Barcelona y hermano honorífico de la Hermandad, preside la Santa Misa con motivo de la bendición de la Imagen de Jesús del Gran Poder: «Vuestra fe, en la que se han educado millares de generaciones a lo largo de los siglos, os pide ver a Jesús. Esto es lo que buscáis con vuestros cultos en esta Capilla. Las reuniones incesantes una tarde tras otra, repasando las listas de personas aquí en Barcelona, en Sevilla y en otros lugares de Andalucía; las cartas que habéis escrito, las visitas realizadas, las gestiones incasables para hacer realidad vuestros proyectos, no obedecían el anhelo de dar satisfacción a un recuerdo nostálgico de tipo local o personal. Había algo sencillo y puro dentro de estas nobles aspiraciones humanas, el deseo de tener un lugar de culto a la Virgen Santísima y a Cristo, tal como en vuestra tierra siempre lo ofrecéis. Queríais ver a Jesús y lo queréis ver con vuestras procesiones de Semana Santa, las cuales no siempre han encontrado, no os extrañéis de ello tampoco, la debida comprensión y el aliento que en todo momento hubierais podido necesitar. No os proponíais nada extraño, inconveniente. Puede ser que ciertos modos de expresión sean lógicamente distintos de los particulares de la tierra en que vivimos. Pero existe en esta espléndida Barcelona capacidad suficiente también para poder comprender lo que pueden sentir, y cómo quieren expresarlo los hijos de Andalucía. Vuestras procesiones de Viernes Santo no son un folklore aparatoso exteriorista, sino una manifestación de piedad, llena de fe y con un estilo personal, tan respetable como los demás».
En la Semana Santa de 1972, procesiona por primera vez el Paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, con el orden de Cofradía que se viene utilizando hasta el día de hoy: Nazarenos del Gran Poder, penitentes tras el paso, hermanas con peineta y mantilla y nazarenos de la Virgen. Desaparecida la Procesión de la Buena Muerte, desaparece también una Carrera Oficial. La procesión transcurre desde la Iglesia Parroquial de Sant Josep y Santa Mónica, por su demarcación parroquial. Más tarde, se conseguirá subir y bajar la totalidad de La Rambla, realizando el tradicional «Encuentro» a la altura de la Font de Canaletes
El 4 de diciembre de 1976, S.M. el Rey, D. Juan Carlos I, acepta el título de Hermano Mayor Honorario. A partir de entonces, la Hermandad incorporara a su nombre el título de «Real».
El final de la década de los 70 es especialmente dura para la hermandad. Entre ellas destacar unas obras de remodelación que se realizan en la iglesia de San José y Santa Mónica y que una vez concluida resulta que no tienen cabida las imágenes en la nave de la iglesia y se han de depositar en la cripta. La cripta era lugar de acceso dificultoso y donde la conservación se hacía muy difícil y aún más darle el mínimo culto. Con la situación descrita, la Hermandad se ve obligada a hacer un plante el Viernes Santo de 1977 y al acabar la procesión se decide no desmontar los pasos y solicita una solución a la Autoridad Eclesiástica, la cual viene dada por el Excmo. y Emmo. Sr. D. Narcís Jubany, Cardenal-Arzobispo de Barcelona, quien sugiere el traslado a otra Iglesia.
El 23 de febrero de 1978 se firma el Decreto por el que la Hermandad cambiará a su actual sede canónica el Viernes Santo, 24 de marzo: Saldrá de San José y Santa Mónica y regresará a San Agustí, en la calle Hospital, donder se establecerá a partir de aquel momento canónicamente, teniendo desde aquel día y hasta el día de hoy el uso de la segunda capilla, entrando a mano derecha.
Precisamente las obras de adecuación de esa segunda capilla originaron unos de los problemas más importantes que la hermandad ha tenido hasta el día de hoy. Las obras de remodelación coinciden con un momento de gran crisis industrial que azota de manera muy clara al cinturón industrial barcelonés, hace que muchos de los hermanos se encuentren en paro y no puedan abonar la ya escasa cuota anual, lo cual provoca que la Hermandad no pueda hacer frente a los pagos de los trabajos de restauración de la capilla.
Ante tal situación en 1980 la empresa constructora que había llevado a cabo las obras de adecuación, decide denunciar a la Hermandad a la Justicia, intentando cobrar la deuda con el embargo de la Imágenes, noticia que causó gran impacto entre los hermanos que asistían impotentes ante tal desaguisado.
Notoría fue la intervención del letrado Ricardo Rives trenzó a favor de la Virgen de la Macarena una red de argumentos, desde las doctrinas legales («los bienes de la Iglesia no son embargables») a los argumentos puramente humanos («se trata de una imagen sin ningún valor económico, pero con gran valor sentimental»). Y tal vez el argumento que más llamó la atención de los aportados por Rives fue aquel en que habló de aquellos bienes que por jurisprudencia no son embargables, como parte del sueldo o la cama, y aseguró que la Virgen de la Macarena era «como una cama religiosa en la que acostamos todas nuestras creencias». El portavoz de la Cofradía hizo también hincapié en la grave situación económica en que se encuentra la cofradía, prácticamente descapitalizada, sin otros ingresos que las cuotas de unos cofrades, un buen porcentaje de los cuales se encuentran en paro.
«La Virgen de la Macarena ha iniciado, así, a hombros de los cofrades, un nuevo peregrinaje. Aseguran que se trata de una salida tan compleja como la que arrastran todos los años, cuando, al llegar Semana Santa, y levantan en andas la imagen, salen a la calle Hospital y enfilan las Ramblas barcelonesas.» (EL PAÍS, 13 de octubre de 1983).
La deuda sería negociada y saldada, gracias a numerosas limosnas recibidas de toda España, de subvenciones de las administraciones locales y autonómica y, especialmente, de donativos de miles de particulares, jaleados por D. Ricardo Romero, excelente locutor de la radio barcelonesa, que desde su «Tocadiscos Flamenco» vibraba y hacia vibrar por su Virgencita Macarena.
La década de los ochenta vendrá marcado por los nombramientos de hermanos honoríficos del Molt Honorable Sr. President de la Generalitat de Catalunya, D. Jordi Pujol , y del entonces Alcalde de Barcelona, Excmo. Sr. D. Pasqual Maragall, y por la adecuación y modificación de las Reglas de la Hermandad, el 9 de diciembre de 1983, tomando la Hermandad su actual denominación.
En 1992 sustituye en la Sede barcelonesa al Cardenal Jubany el Excmo. y Emmo. Sr. D. Ricard María Carles, Cardenal Arzobispo de Barcelona. El Cardenal Carles, sensible y dispuesto con las Cofradías, recibe a la Hermandad, en su recorrido penitencial, ante la Santa Iglesia Basílica Catedral de Barcelona. El monótono recorrido de la Rambla se ve ampliando a los barrios Gótico y del Pi, trasladándose el emotivo acto del «Encuentro» a las puertas de la Catedral, donde se sigue celebrando en la actualidad y desde hace unos años con la inclusión de la otra Hermandad Penitencial de Barcelona, la de la Virgen de las Angustias.
La Semana Santa de 1993 será muy conflictiva. Se organiza un grupo de capataces y costaleros, para sacar a hombros el paso de palio. Prácticamente desde la fundación de la Hermandad, los pasos son llevados sobre ruedas, mandados desde fuera y sin que se vean los hermanos que conducen y empujan el paso, dada la falta de voluntarios para hacer tan honorable e importante trabajo. Pero el experimento fracasó estrepitosamente a media Carrera Oficial: no se cumplió el horario y, lo que es peor, el paso regresó a trancas y barrancas, bajo una fina lluvia, incluso hasta el extremo de quedar semivolcado en el dintel de la puerta de San Agustín…. con tan sólo una docena de hombres.
En 1993 comienzan los trabajos de la Junta Gestora del Consejo General de Hermandades (actual Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona), siendo la Hermandad unas de las primeras de apoyar la iniciativa y colaborar en las distintas tareas y actividades.
En 1995 la Hermandad celebra su 30º Aniversario fundacional, editando un cartel conmemorativo y presidiendo la Santa Misa y Besamanos a María Santísima de la Esperanza Macarena el Cardenal Carles. También es una de las primeras Hermandades en acompañar al Santísimo en la recuperada procesión de Corpus de la ciudad, siendo desde entonces una de las representaciones más numerosa.
Los noventa acaban con una ligera revitalización de la Hermandad organizando, a parte de los cultos, actividades como excursiones, romerías a Lourdes, cenas de hermandad y campañas de recogida de alimentos y juguetes para Reyes. En 1999 Se adquiriere una candelería de 70 piezas de Orfebrería Sevillana, de metal plateado.
La etapa actual de la Hermandad, en los primeros años del siglo XXI, con mucha más pujanza, comienza con el cambio de párroco en San Agustín. La vida de la Hermandad se revitaliza gracias a la mano tendida y abierta de Mosén Antoni Deulofeu González, que cambia la visión que desde entonces tenían los parroquianos de la Hermandad y la Hermandad de la Parroquia. La Cofradía participa, se incluye como uno más en la preparación y ejecución de los distintos actos y actividades. La parroquia colabora con la Hermandad, adecuando en lo posible sus horarios y actividades a las distintas necesidades de la Cofradía: Los cultos anuales salen del estrecho margen de la capilla, para pasar a realizarse los Besapies y Besamanos en el Altar Mayor; en Semana Santa, la procesión nace del oficio del Viernes Santo. La Estación de Penitencia se hace mucho más ordenada. Los pasos procesionales pueden permanecer dignamente en dos capillas recuperadas, evitando los anuales traslados a almacenes.
En el 2001 se organiza una Junta de Gobierno provisional, ante la ausencia de la Ciudad Condal, por motivos de salud y familiares, del entonces Hermano Mayor y Hermano Fundador, D. Antonio Armesto Álvarez, y el fallecimiento del 2º Hermano Mayor, D. Juan B. Mayoral Hidalgo.
Presidirá la nueva Junta el actual Hermano Mayor, D. Miguel Ángel Soto Fernández, elegido en el Cabildo General de Elecciones del 26 de octubre de 2003. Durante esos tres años se llevan a cabo grandes proyectos: Se modifican y actualizan las Reglas-Estatutos de la Hermandad, se restaura y enriquece el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, se adquieren unos nuevos candelabros de cola para el paso de la Virgen (de Orfebrería Orovio de la Torre), también en el 2003 se estrena la primera Marcha dedicada a la Hermandad: Gran Poder y Esperanza, de Don Antonio Ramírez y Ronny Ramírez, de la Asociación Musical «Ciutat de les Roses» de San Feliu de LLobregat.
Fue también en el 2003, el primer año que se procesionó la imagen Jesús Entrando en Jerusalén, aunque ya en el 2.002 se organizó la procesión del Domingo de Ramos alrededor de la parroquia aunque sin imagen. En el 2003, con motivo del 800 aniversario de la fundación de la orden mercedaria la imagen de » La Borriquita» que llegó procedente de un donativo, hizo estación de penitencia desde San Agustí hasta la Basílica de la Merced, con gran participación de fieles y especialmente de niños y niñas, que serán el mañana de nuestra Hermandad. En el año 2004 y con motivo del $0 aniversario de la fundación de la Hermandad, se convocan dos actos en coordinación con El Consejo de Hermandades que apuesta por la recuperación de la hermandad. Así el 3 de diciembre de 2004 se invita al Cardenal de Sevilla Carlos Amigo Vallejo a dar una conferencia sobre el dogma concepcionista en el seminario conciliar de Barcelona y el 8 de diciembre es la imagen de la Macarena la que sale en procesión por las calles de la Ciudad Condal vestida con galas de Inmaculada, presidiendo de ese modo la tradicional procesión del Voto de pueblo que el Consejo realiza cada año en la Festividad de la Inmaculada. Para aquella procesión la imagen de la Macarena fue trasladada a la Catedral de Barcelona donde se le ofreció un triduo los días previos y desde donde salió en procesión a hombros de 24 mujeres venidas expresamente desde Andalucía (Alcaudete-Jaén) que la devolvieron a su templo de San Agustín en una jornada inolvidable. Desde el 2005 la Hermandad programa juntamente con el Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona el pregón de Semana Santa del Consejo, con el cual se intenta pregonar toda la Semana santa de la provincia eclesiástica formada por las diócesis de Barcelona, Tarrasa y San Feliu.
En el 2010 han acabado unas costosas obras de remodelación de la Casa Hermandad y los hermanos se preparan para celebrar sus primeros cincuenta años de historia, que esperamos sean sólo los primeros de muchos más.