Josep Miquel Bausset

VI Centenario de Sant Vicent Ferrer

La Iglesia Valenciana ha reducido lengua de Sant Vicent a puro folklore

VI Centenario de Sant Vicent Ferrer
Josep Miquel Bausset

¿Qué ha hecho la Iglesia valenciana (hasta ahora) de la lengua de nuestro santo, ausente todavía de la predicación, la liturgia, la catequesis o los estudios en la Facultad de Teología y en los Seminarios valencianos?

(Josep Miquel Bausset).- A petición del arzobispo de València, Antonio Cañizares, la Santa Sede ha concedido a las diócesis del País Valenciano la celebración de un Año Jubilar, que se abre hoy día 9 en la catedral de València (y simultáneamente en las otras diócesis del País Valenciano) para así conmemorar el VI Centenario de la muerte de Sant Vicent Ferrer, «San Vicente (!) Ferrer» en la web del arzobispado de València. Este Año Jubilar acabará dentro de un año, el día de Sant Vicent del 2019, cuando conmemoraremos el VI Centenario de la muerte del patrono del País Valenciano.

Son muchas los pueblos valencianos que recuerdan con veneración el paso de Sant Vicent por sus calles: Catí, Morella, Sant Mateu, Llíria, Agullent, La Llosa, Teulada, Xilxes o València, donde nació nuestro santo. Para conmemorar la fiesta de nuestro patrón, se suele celebrar la misa en valenciano, o como mínimo el sermón (como en la catedral de València), para aí recordar que nuestro santo predicó en nuestra lengua por Europa. Pero a parte de esta anécdota, ¿qué ha hecho la Iglesia valenciana (hasta ahora) de la lengua de nuestro santo, ausente todavía de la predicación, la liturgia, la catequesis o los estudios en la Facultad de Teología y en los Seminarios valencianos?

La Iglesia Valenciana ha reducido lengua de Sant Vicent a puro folklore el día de nuestro patrón. ¿Y el resto del año? ¿Porqué la Iglesia continua ignorando (e incluso despreciando) la lengua de los cristianos de Benissa, Gandia, Elx, Borriana, Xàtiva, Alcoi, Vila-real o Dénia? ¿Porqué veneramos y nos llenamos de orgullo de celebrar el VI Centenario de la muerte de Sant Vicent, de sus milagros y de su paso por nuestros pueblos y nuestros obispos no son capaces de recuperar la lengua en la cual él predicó y en la cual encontramos escritos sus sermones?

El Concilio Vaticano II aconsejaba el uso de las lenguas vernáculas en la liturgia. Y por eso el papa Pablo VI decía en el discurso de clausura del Concilio: «Las lenguas innombrables que hablan los pueblos, han sido admitidas a exponer litúrgicamente la palabra de los hombres a Dios, y la Palabra de Dios a los hombres».
¿Porqué en las parroquias valencianas la liturgia es en castellano, cuando la gente habla valenciano? ¿Porqué las lecturas son en castellano y los avisos se hacen en valenciano? Eso me recuerda una anécdota de un cristiano de los Estados Unidos que, en la discusión entre latín y lengua vernácula, decía: «No hay una lengua tan bonita como el latín, pero lo que yo entiendo es el inglés. Y en la Iglesia nunca me piden dinero en latín».

Los obispos valencianos habrían de recordar (y hacer suyas) las palabras que el arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, dirigió el 10 de marzo al nuevo obispo de Rabat, Cristóbal López, en su ordenación episcopal: «Respeta esta tierra y su cultura».

Y hace también unas semanas, el arzobispo británico, Richard Gallagher, Secretario para las relaciones con los Estados, afirmaba: «La misión de la Iglesia en China es la de ser totalmente católica y genuinamente china». Y la misión de la Iglesia Valenciana, ¿no habría de ser también la de ser genuinamente valenciana, comenzando por utilizar el valenciano en la liturgia?

Respetar la tierra y la cultura de los cristianos que los obispos han de servir, es encarnar la Iglesia en la realidad cultural de cada pueblo y valorar las tradiciones y las lenguas de cada país y no marginarlas ni anularlas, como han hecho hasta ahora los pastores valencianos con nuestra lengua y nuestra cultura.

Cabe recordar que el 15 de octubre de 2016, la Asamblea Diocesana del obispado de València, reunida en la catedral, aprobó (dentro del tema sobre la liturgia) el punto nº 107 que dice: «Fomentar el uso del valenciano en la liturgia, como cauce de evangelización enraizado en nuestra cultura, promoviendo la edición de los libros litúrgicos en valenciano». Cuando ha pasado más de un año que se aprobó esta resolución de la Asamblea Diocesana, todavía no tenemos los libros litúrgicos en valenciano ni tampoco se ha introducido nuestra lengua en la Iglesia.

¿Alguien se imagina que en Segovia, en Cádiz o en Burgos no se pudiese celebrar la liturgia en castellano? Así es como estamos los valencianos: sin poder celebrar nuestra fe en nuestra lengua. Por eso, si Sant Vicent Ferrer fue el gran evangelizador de su tiempo, ¿porqué los obispos (y los presbíteros) valencianos no evangelizan nuestra sociedad en la lengua de nuestro santo?

Por eso no es extraña la anécdota que mi padre contaba: En un pueblo valenciano había una criada a quien su señora maltrataba en privado, además de explotarla sin piedad. La criada estaba desesperada y al final, sabiendo que su señora era una beata, decidió disfrazarse de virgen María y aparecérsele por la noche, para decirle que en nombre de Dios, dejase de atormentar a su criada. Así, con un cobertor azul se hizo un manto y con un alambre, una corona y con un cirio encendido cogido de la mano, se presentó al dormitorio de aquel demonio de señora.

Cuando la criada entró a la habitación le dijo en valenciano: «Señorita, soy la virgen». No tuvo tiempo de decir nada más, porqué la señora se levantó de la cama y a golpes la sacó fuera del dormitorio, rompiéndole a la espalda el reclinatorio que tenia. Cuando por el ruido y los gritos acudieron los vecinos a auxiliar a la criada, la señora, medio histérica gritaba: «Animal, más que animal. Fíjate tú, presentarse como la virgen y hablando en valenciano». Y mi padre subrayaba: «Fijaos: no le había sorprendido el disfraz de la criada, ni que le hubiese llamado: señorita. Lo que había le escandalizado, descubriéndose el engaño, fue que la virgen hablara en valenciano». Y es que si nos obligan a dejar fuera del templo nuestra lengua, ¿Cómo había de hablar en valenciano aquella virgen?

Somos muchos los cristianos valencianos que deseamos, por razones pastorales y culturales, que la Iglesia Valenciana (para que sea realmente valenciana) en Vinaròs y en la Vila Joiosa, en l’Alcora, en Bocairent y en Onda, en Biar, Borriana, Torrent y Almenara, normalice la lengua de Sant Vicent Ferrer. Y el jubileo del VI Centenario de la muerte del patrón del País Valenciano habría de ser la ocasión propicia para recuperar la lengua de los valencianos en la Iglesia, después de siglos de persecución del valenciano. Amén.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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