Josep Miquel Bausset

Al alcalde de Busot

Pidió "poner en marcha un plan de deportaciones masivas y cerrar fronteras"

Al alcalde de Busot
Josep Miquel Bausset

¿Usted, Sr. Morant piensa que la gente que llega a nuestro país lo hace por gusto o por turismo? Sr. Morant: los hombres, las mujeres y los niños que dejan su tierra, lo hacen debido a la guerra y al hambre

(Josep Miquel Bausset).- En relación a la inmigración, usted, señor alcalde de Busot y también vicepresidente de la Diputación d Alacant, ha pedido en su facebook, «poner en marcha un plan de deportaciones masivas y cerrar fronteras«. Después usted ha dicho que estas palabras suyas las escribió en «caliente». Es posible que fuese así.

Lo que pasa es que lo que ha expresado usted en su facebook, está en sintonía con lo que hizo su partido cuando eliminó el derecho a la sanidad universal de los sin papeles. Y además, el discurso del nuevo presidente del PP, de su partido, es muy semejante a su entrada del facebook. ¿Demasiadas coincidencias, no?

Hace seis años la hermana Brígida Moreta, carmelita misionera durante 30 años en África subsahariana, se quejaba de lo que ella nombraba el «apartheit sanitario»: la decisión del gobierno del PP de negar a los inmigrantes en situación irregular al acceso a los servicios de la sanidad pública. Esta religiosa calificaba este hecho, del todo indecente, como una medida del todo inmoral e injusta.

Hace también seis años, el teólogo José Mª Castillo escribía un artículo donde se preguntaba cómo era posible que (decía él), «La opción más en sintonía (?) con la Iglesia, sea la que peor trata a los pobres, a los inmigrantes, a los sin papeles y a los sin techo, que son los que estuvieron más cerca de Jesús?». Y continuaba el profesor Castillo: «¿En qué religión creen los que continúan defendiendo la gestión del actual gobierno de España?«.

Y es que cuando usted, que es el alcalde de Busot y el vicepresidente de la Diputación de Alacant escribe en su facebook que para «solucionar» el tema de la inmigración hace falta la «eliminación de ayudas y privilegios, endurecer las leyes poner en marcha un plan de deportaciones masivas y cerrar fronteras», no hace sino vulnerar los Derechos Humanos y reírse del Evangelio. No sé si sabe que hace unos meses el papa nos pedía «abrir los brazos a acoger a los pobres», ya que «Jesús se identifica con el extranjero, con los inmigrantes, los desplazados, los refugiados, los exiliados».

¿Usted, Sr. Morant piensa que la gente que llega a nuestro país lo hace por gusto o por turismo? Sr. Morant: los hombres, las mujeres y los niños que dejan su tierra, lo hacen debido a la guerra y al hambre Por eso usted habría de recordar lo que nos pide el papa Francisco: «El Evangelio nos invita a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que nos interpela con su dolor y sus reclamos». Y es que como nos ha dicho el papa en la exhortación: «La alegría del Evangelio»: «Dios exige un compromiso con la justicia» (EG nº 202).

Jesús siempre estuvo cerca de los que más sufrían, de los que lo pasaban mal y de los excluidos de la sociedad. Por eso desde Cáritas del obispado de Alacant, Jaime Valcaneras declaraba (Información 22 de abril de 2012) que ellos continuarán a disposición de los más desvalidos: «La posición de Cáritas será siempre ayudar a las persones necesitadas». Como ha hecho, hace y hará siempre la Iglesia.

En Busot, su pueblo, las fiestas de moros y cristianos (¿usted eliminará las ayudas al bando moro?) están dedicadas a San Vicent Ferrer. Pero también se venera a San Josep de l’Oli. Sr. Morant: usted habría de recordar que San José, con María y Jesús fueron unos emigrantes (Mt 2:13) que tuvieron que huir de su tierra, porqué Herodes quería matar al Niño Dios. También hoy los que llegan a nuestro país huyen de la muerte, aunque muchos de ellos la encuentran en el Mediterráneo.

Por eso la Iglesia ha de estar siempre al lado de los más desfavorecidos para defenderlos, como hizo Jesús, que también estuvo al lado de los pobres y marginados.

Usted, Sr. Morant, habría de conocer de primera mano la situación de pobreza y de persecución de los que huyen de sus países. De unos países que el Primer Mundo ha expoliado a lo largo de los siglos. Seguro que si usted se pusiese en la piel de los que llegan a nuestra tierra, cambiaría de opinión y no vería la inmigración como «una invasión». Así comprendería lo que nos pide (también hoy) el profeta Isaías: «Acoger a los pobres que no tienen casa» (Is 58:7). Y así comprendería también lo que piensa el papa Francisco sobre la inmigración, él que es un inmigrante en el Vaticano: «Sueño una Europa donde ser emigrante no sea un delito».

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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