Monseñor Kébreau, a lo largo de su carrera, ha defendido a los pobres y se ha dedicado a promover oportunidades para que los niños haitianos tengan acceso a una educación de calidad
(RD/Sic).- El pasado 8 de diciembre tuvo lugar la entrega del Premio Notre Dame al Servicio Público a monseñor Louis Kébreau, arzobispo de Cap-Haitien, en Haití. Se trata de un galardón que la universidad norteamericana de Notre Dame en Indiana entrega todos los años con el apoyo de la Fundación Coca-Cola y que reconoce los esfuerzos de líderes para mejorar la situación de América Latina.
Según informa OMPress, en sus más de 35 años de servicio a la Iglesia Católica y al pueblo de Haití, Monseñor Kébreau se ha distinguido por su servicio a los demás y a la justicia social, centrándose en la educación. De hecho una de las frases preferidas del arzobispo es: «cuando construyes una escuela, cierras una prisión«.
El presidente de la universidad de Notre Dame, John I Jenkins, ha declarado que «Monseñor Kébreau, a lo largo de su carrera, ha defendido a los pobres y se ha dedicado a promover oportunidades para que los niños haitianos tengan acceso a una educación de calidad; tras el terremoto de 2010 se dedicó a ayudar a los haitianos en la reconstrucción de las iglesias y colegios dañados mientras se ocupaba de las necesidades físicas y espirituales de sus fieles».
Nacido en Jeremie, Haití, en 1938, monseñor Kébreau, formado como agrónomo en la República Dominicana, profesó como salesiano a la edad de 25 años y fue ordenado sacerdote en 1974. Dirigió durante 12 años un colegio salesiano hasta ser nombrado obispo auxiliar de Puerto Príncipe. En 1998 se convertía en obispo de Hinche y, en el 2008, arzobispo de Cap-Haitien.