"Migrar sin trata; sí a la libertad, no a la esclavitud", día de oración contra la trata

José Luis Pinilla, sj.: «Ante la trata, podemos ser testigos y cómplices. Nos toca aprender a denunciar»

"A Erin se le sigue quebrando la voz (...). Una esclava sexual nunca llega a curarse del todo"

José Luis Pinilla, sj.: "Ante la trata, podemos ser testigos y cómplices. Nos toca aprender a denunciar"
Erradicar la trata

Todas las personas de buena voluntad, que se profesen religiosas o no, no pueden permitir que estas mujeres, estos hombres, estos niños sean tratados como objetos, engañados, violados, a menudo vendidos más de una vez

(José Luis Pinilla, sj.).- El dia 8 se celebra la Vigilia de oración contra la trata que este año tiene el lema «Migrar sin trata; sí a la libertad, no a la esclavitud» . Durante ese dia y en su entorno muchas diócesis difunde, oran, asumen compromisos etc de cara a liberación de las víctimas de la esclavitud de nuestro siglo.

En Madrid hay un encuentro convocado por la Red eclesial contra la trata el dia 10 en la parroquia de la Crucifixión del Señor (c/Alhambra, 58-60 – metro Laguna) a partir de las 19:30 horas.

Mientras se celebra la Jornada, una buena representación eclesial de en España (Mari Fran y Maria Teresa de la Comision de Migraciones, las religiosas Ana Almarza , Conchi Jimenez , Julia Nuñez , Jose Luis Segovia de la Vicaria de acción social e Innovación de Madrid etc .) asisten en Roma al Encuentro de Santa Marta sobre el tema y son recibidos por el Papa Francisco, insistente denunciador de esta esclavitud y promotor para que la realidad y la respuesta cristiana al tema vaya calando cada vez más en el cristiano de a pie y en sus organizaciones eclesiales.

Al repasar este tema y recoger los esfuerzos que tanta gente buena de iglesia está haciendo me vino a la memoria el recuerdo de otro intento eclesial de hace tiempo, cuyos impulsores, impactados por el volumen y el mercadeo inmenso y trágico de provocación para el ejercicio de la prostitucion sexual, se acercaron de manera un tanto ingenua a un provecto director de una probada empresa propietaria de varios medios de comunicación social. Era dueño de un gran periódico. Y se le pidió, que dada su pública identidad cristiana prescindiera de los anuncios pagados sobre contactos que incitaban a entrar en el comercio carnal manipulador y esclavista con las víctimas de la trata sexual. La llamada esclavitud del siglo XX.

 

 

El provecto director se avergonzó de aquella costumbre y prometió retirarlos. Pero apenas se enteró del dinero que perdería con ello, se encogió de hombros… y la vida siguió su curso… tal que ayer. Apuntándose al carro de la venta de mujeres para usar y tirar. Al fin y cabo, se justificaba, » la libertad personal era el criterio supremo» para contactar (y de paso, aprovecharse) con esas mujeres «invisibles».

Cristina Ramos una amiga mía francesa, , de las Adoratrices, muy enterada del tema, ahora en Londres pero que ha trabajado mucho y muy bien en París con muchas mujeres españolas emigrantes víctimas de la trata con fines de explotación sexual, me decía que solemos pensar que la mayoría de las personas que se prostituyen son libres y si no, que lo que tienen que hacer es denunciar.

Pero desmantelar redes de explotación supone un trabajo de titanes para la policía; y para las víctimas, un profundo discernimiento donde el miedo, el proyecto vital a conseguir, el sustento, etc. son elementos imprescindibles para poder o no denunciar. Porque a menudo el temor a las represalias sobre su familia, a quien dejaron en sus pobres países, ( las mafias tienen tentáculos en todo el mundo) etc parece más fuerte que su propio sufrimiento o muerte. Tanto en sus orígenes, en tantos países del «sur», como en sus destinos (transportadas por el engaño y la mentira), la violencia y el sometimiento son las únicas herramientas que dictan sus destinos. No precisamente el ejercicio de la libertad.

La Conferencia Episcopal Española, a través de la Comisión Episcopal de Migraciones creó una Sección al respecto en 2010. Al frente de esta Sección está el Obispo de Vitoria D. Juan Carlos Elizalde que remarca en su mensaje que «todas las personas de buena voluntad, que se profesen religiosas o no, no pueden permitir que estas mujeres, estos hombres, estos niños sean tratados como objetos, engañados, violados, a menudo vendidos más de una vez, con diferentes propósitos, y, finalmente, asesinados, o de todas maneras, dañados en el cuerpo y la mente, para acabar siendo desechados y abandonados. Es una vergüenza»

La sección tiene entre uno de sus ejes el compromiso de actuación contra la trata de seres humanos con fines de explotación ( sobre todo con mujeres y menores en riesgo). A lo largo de los últimos años se ha venido realizando un intenso trabajo en red con otras entidades civiles y de la iglesia . Como en los distintos ámbitos, también en el eclesial es un problema que que abordamos desde la humildad pero desde la persistencia.

Lenta, pero progresivamente, va adquiriendo la visibilidad que le corresponde, debido sobre todo al gran trabajo de sensibilización e incidencia social y política que se hace, en red, desde las diócesis y las congregaciones religiosas dedicadas a este objetivo de liberar y defender a la víctimas de la trata. El proyecto contempla espacios o campos de trabajo, sus correspondientes objetivos y las acciones concretas para alcanzarlo.

Estos espacios son:

visibilizar y sensibilizar, sobre todo en el entorno de la comunidad cristiana.
creación y difusión de material y recursos para la sensibilización.
la formación y prevención sobre todo en ámbitos socioeducativos con jóvenes,
el trabajo en red con otras entidades, instituciones o grupos.
el apoyo a acciones de incidencia política y eclesial
el apoyo y colaboración con todas las entidades cuya misión es la acogida, el acompañamiento y la intervención con las víctimas.

 

 

A todos nosotros que podemos ser testigos y cómplices nos toca aprender a denunciar, a no «consumir» servicios fruto de la explotación humana y a sensibilizarnos para optar por la visibilización de tantas víctimas olvidadas. Y no sólo cuando aparecen en primera página.

Cada vez va siendo mayor la red de instituciones civiles y religiosas que luchan contra esta lacra. Os aconsejo este entre otros, este blog: http://cem-noalatrata.org/. Hace falta estar vigilantes para que no nos den gato por liebre, como quieren – con el Papa Francisco al frente – los promotores de la Vigilia anual contra la trata del 8 de febrero
Helena Maleno, la gran y valiente activista defensora de migrantes en el Estrecho (¡ Animo Helena¡ ) , desgraciadamente en el candelero por su situación de indefensión ante acusaciones de trafico de personas vive el tema de la trata en primera persona. Ha visto y llorado con muchas.

Dejadme para terminar su testimonio reflejado en un libro, «Todas. Crónicas de la violencia contra las mujeres» que es el primer título de la nueva colección Compromiso, una apuesta editorial con financiación colectiva y con la Fundación Bancaria La Caixa. Esta colección está coordinada por otro primer espada en la defensa de los derechos humanos : el Premio Pulitzer Javier Bauluz, director de Periodismo Humano.

Helena salva las vidas (obligación primera de las administraciones de las dos orillas) de los que no saben que esos y los de todos los puntos cardinales del mundo son mares…sin riberas. Sin abrazos que esperen en las playas.

Su encuentro con una víctima de la trata lo narraba así:

«A Erin se le sigue quebrando la voz cuando explica que a pesar de ser una superviviente, una esclava sexual nunca llega a curarse del todo.(…) Después de 15 años sigue quebrándose su voz cuando habla en público porque explica que a pesar de ser una superviviente, una esclava sexual nunca llega a curarse del todo. Relata con detalles su captación, transporte desde Rumanía y su posterior explotación en el Estado español. Con la realidad de su historia define todo el proceso y las claves para entender el negocio criminal de la trata. Parece que el tiempo no hubiese pasado, sus recuerdos son tan claros como si los viviese en ese momento. Noto un escalofrío que me sube desde la espalda y me pregunto cómo se puede terminar con esta lacra normalizada por nuestras sociedades capitalistas y globalizadas…»

Miro las dos manos de Erin encima de la mesa, las tiene alrededor del micrófono, como si quisiera abrazar su voz y su dolor. Se la ve pequeña ante la industria enorme de la explotación que está describiendo, pero también se la ve muy grande señalando la responsabilidad de las redes, de la sociedad y de los estados. Intento contener las lágrimas para no llorar de admiración.

Y es que no terminamos de convencernos de que vamos a la bancarrota con estas prácticas. Y aún antes de ellas. Cuando mantenemos una actitud dominadora , supremacista, (hay piropos que parecen ingenuos pero que son de vergüenza insultante) etc.. ante la mujer. «Vuela en picado torcida la humanidad, pájaro de un ala sola» que diría Galeano. Asi es; con la humanidad gobernada solo por los varones, vamos al desastre. Y frente a ello solo cabe encender la luz (miles de luces) que nos lleven a la compasión (padecer con). Y de esta a la indignación (luchar también por la dignidad ajena) . Y luego al compromiso.(¡hagan lío! )

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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