En un mundo que devora continuamente todo lo que no sirve, reclamamos el valor de las pequeñas cosas. De esos gestos sencillos que engrandecen la vida
(Manos Unidas/Cáritas).-Con motivo del Día Internacional de los Voluntarios, que se celebra cada 5 de diciembre, Manos Unidas recuerda que gracias al apoyo de las personas que colaboran voluntariamente con la Organización, puede destinar el 90,1% de sus ingresos su misión: la lucha contra el hambre en el mundo.
Gracias al apoyo de las personas que colaboran voluntariamente con la Organización, Manos Unidas puede destinar el 90,1% de sus ingresos su misión: la lucha contra el hambre en el mundo.
Su colaboración permite desarrollar casi 600 proyectos en 59 países, por un importe de superior a los 38 millones de euros, que benefician de forma directa a más de 1.680.000 personas.
Por esta razón, Manos Unidas, a punto de cumplir sus 60 años de vida, y con motivo del Día Internacional de los Voluntarios 2018, quiere mostrar al público cómo, para ser voluntario de la Organización, solo hace falta aportar lo que cada uno es.
Manos Unidas, la ONG de desarrollo de la Iglesia católica, tiene inscrito en su ADN, desde sus orígenes hace casi 60 años, el valor y la trascendencia de la figura del voluntario.
Mucho antes de que hacer voluntariado se pusiera de moda, mucho antes de que incluso fuera una «obligación curricular», Manos Unidas sustentó sus bases en la impagable figura de aquel que, motivado por diferentes razones, quería poner su tiempo y sus capacidades al servicio de algo más grande que todo eso: contribuir, en la medida de lo posible, a hacer de este mundo un lugar mejor.
Así lo explica su secretario general, Ricardo Loy: «Manos Unidas no hubiera podido realizar el trabajo que lleva a cabo desde entonces sin la implicación de tantos voluntarios que trabajan y han trabajado en la Organización, a pesar de todas las dificultades que afrontamos».
«En estos tiempos en los que parece que todo ha de tener una dimensión material para poder medirlo, cuantificarlo, el trabajo y compromiso voluntario son el ejemplo de que se puede llevar adelante una tarea solo si hay un compromiso personal en una misión; no hacen falta más que el objetivo y las ganas para organizarse y trabajar en pos del mismo», recalca.
Una tarea para la que siguen siendo necesarias más manos
Del total de las 5.160 personas que trabajan de forma voluntaria en Manos Unidas, 4.850 lo hacen en alguna de sus 72 Delegaciones y 310 en los Servicios Centrales. El perfil del voluntariado está formado, en una amplia mayoría, por mujeres, de más de 45 años, y con estudios de Secundaria, Diplomaturas o Licenciaturas.
Sin embargo, tal y como afirma Ricardo Loy, «ese objetivo, la misión de Manos Unidas, esa la lucha contra el hambre, contra la miseria, contra la enfermedad…y nuestro trabajo por erradicar las causas estructurales que las producen no ha alcanzado aún la línea de meta. Por eso, para la ingente tarea de mejorar el mundo, siguen haciendo falta más voluntarios, más personas comprometidas, siguen haciendo falta más manos unidas».
Respondiendo a esta necesidad, con motivo del Día Internacional de los Voluntarios 2018, la Organización quiere mostrar al público que, para ser voluntario de Manos Unidas, solo hace falta aportar lo que cada uno es. A través de dos vídeos elaborados con la colaboración de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, Manos Unidas quiere hacer un llamamiento a la población española para que aporte lo que cada uno es y se haga voluntario y formen parte de la gestión de recursos y de la actuación diaria en las distintas campañas, iniciativas y necesidades que se pongan en marcha en los próximos años.
Por su parte, Cáritas, como organización integrante de la Plataforma del Voluntariado de España, se suma al manifiesto difundido con motivo de la celebración, el 5 de diciembre, del Día Internacional del Voluntariado, para reivindicar el papel de todos los voluntarios como motores del cambio social impulsando por el compromiso gratuito y la solidaridad.
Este es el texto del manifiesto.
Con motivo del 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, desde la Plataforma del Voluntariado queremos reivindicar un espacio propio para la solidaridad. En un mundo que devora continuamente todo lo que no sirve, reclamamos el valor de las pequeñas cosas. De esos gestos sencillos que engrandecen la vida.
Frente a la cultura de la individualidad y el egoísmo apostamos por un lugar de encuentro entre las personas, donde se extienda entre la ciudadana valores como la igualdad, la diversidad, la empatía, la implicación o el altruismo.
Esa es la sociedad que aspira a construir el voluntariado. En ella caben múltiples voces y diversas realidades, se garantiza la educación de todas las personas, se defiende a quienes están en situación de inferioridad, se protege la tierra para que la habitemos.
La Ley del Voluntariado de 2015 nos ha permitido definir, acotar y sobre todo narrar nuestra propia historia. Hablar de voluntariado es hablar de solidaridad, de transformación social. Es contar la historia de personas que apoyan y empatizan con otras personas.
Hemos dejado atrás la caridad del privilegio para dar paso a la implicación y a la defensa de la igualdad.
Colaboramos, creemos y creamos un mundo donde cuenten todas las personas. Somos una legión imparable dispuesta a seguir cambiando el mundo.
Un cambio dirigido a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030, donde se reconoce a los grupos de personas voluntarias como agentes de transformación social.
Para que el voluntariado sea motor de cambio pedimos a los poderes públicos que nos tenga presentes en su agenda política.
Demandamos que apoyen nuestras investigaciones sobre voluntariado a nivel estatal para seguir avanzando en su implantación. Para que cada día seamos más.
Pedimos la presencia del voluntariado en todas las etapas educativas para garantizar un futuro mucho más humano. Ese es el mejor legado para las generaciones posteriores.
Una vez más, nos unimos para pedir: Haz voluntariado. Cambia el mundo.
Cáritas, una organización de voluntarios
El voluntariado en Cáritas responde a unos rasgos de identidad, que pueden resumirse en estos ejes:
– Comprometido, que cree en el cambio social hacia una sociedad más justa.
– Activo, que aporta a la sociedad no sólo desde las tareas realizadas, sino también desde las actitudes expresadas.
– Capaz de organizarse y participar desde respuestas colectivas frente al individualismo preponderante.
– Coherente desde la acción realizada y que desde aquí crece como persona y como cristiano.
– Un voluntariado que plasma, a través de su participación, unos valores como la solidaridad, la gratuidad, la igualdad…
– Con disponibilidad para la acción y para la formación, superando la barrera de la buena voluntad y promoviendo una acción de calidad.
– En proceso, con motivaciones muy diferentes, que se va haciendo día a día por medio de la tarea, la formación y el acompañamiento.
La acción de Cáritas en España no sería posible sin el trabajo comprometido y gratuito de los voluntarios, que constituyen el 94% de los recursos humanos de toda la Confederación.
La aportación que realizan en las 70 Cáritas Diocesanas de todos el país un total de 84.000 voluntarios y más de 5.000 trabajadores remunerados hace posible ofrecer oportunidades de vidas digna a más de 3 millones de personas vulnerables y en situación de exclusión social a las que se ha acompañado durante el último año dentro y fuera de España.
En los últimos cinco año, el número de personas voluntarias vinculadas a Cáritas ha aumentado el 7,6% (casi 6.000 personas).