Lamenta "sufrimientos indecibles" en Siria

El Papa deplora la «tragedia» de los niños soldado

"Siento con fuerza el dolor por los muchos niños arrancados a sus familias"

El Papa deplora la "tragedia" de los niños soldado
La tragedia de los niños soldado Agencias

Varias ONG han exigido a los Estados que pongan fin al reclutamiento de los menores en conflictos, pues más de 300.000 de ellos participan en una treintena de guerras

El Papa Francisco expresó en su cuenta de Twitter su dolor por los niños obligados a ser soldados, en el Día Internacional en el que se recuerda que muchos menores son reclutados para participar en conflictos armados.

«Siento con fuerza el dolor por los muchos niños arrancados a sus familias para ser usados como soldados. ¡Esta es una tragedia!», escribió Francisco en un tuit.

El Papa se ha referido en otras ocasiones a este drama, como en febrero del año pasado, cuando al hablar sobre los enfrentamientos violentos y brutales en la región de Kasai Central de la República Democrática del Congo también expresó su dolor porque «muchos niños son sacados de las familias y la escuela para ser usados como soldados».

En el Día Internacional contra el uso de niños como soldados, varias ONG han exigido a los Estados que pongan fin al reclutamiento de los menores en conflictos, pues más de 300.000 de ellos participan en una treintena de guerras, y que se establezcan los 18 años como la edad mínima.

Francisco lamenta los «sufrimientos indecibles» en Siria

Mientras tanto, con gran alegría el Papa Francisco recibió a los miembros del Sínodo Greco-Melquita católico, encabezados por su Beatitud Youssef, Patriarca de Antioquía.

Con su profunda gratitud por esta visita, en la víspera de la Santa Misa y manifestación pública de la Comunión Eclesiástica, que ya concedió en la Carta del 22 de junio de 2017, al Patriarca Youssef, cuando fue elegido como Padre y Cabeza, por el Sínodo de los Obispos, el obispo de Roma -en su discurso- reiteró su cercanía y oración, invocando al Señor Jesús:

«Hoy, como entonces, querido hermano, le aseguro mi constante cercanía en la oración: que el Señor Resucitado esté a su lado y lo acompañe en la misión que le ha sido encomendada.

«Es una oración que no se puede separar de la oración por la amada Siria y todo Oriente Medio, región en la cual vuestra Iglesia está profundamente enraizada y desarrolla un servicio precioso por el bien del Pueblo de Dios».

Los fieles en la diáspora y los que permanecen donde la Providencia quiso que nacieran

«Vuestra presencia no se limita sólo a Oriente Medio, sino que se extiende, desde hace ya muchos años, a aquellos países en los cuales tantos fieles greco-melquitas se han trasladado, buscando una vida mejor. También a estos fieles en la diáspora y a sus Pastores van mi oración y mi recuerdo afectuoso.

«En este difícil periodo histórico, tantas comunidades cristianas en Oriente Medio están llamadas a vivir la fe en el Señor Jesús en medio de muchas pruebas.

«Anhelo vivamente que, con su testimonio de vida, los obispos y los sacerdotes greco-melquitas puedan alentar a los fieles a permanecer en la tierra donde la Providencia divina ha querido que nacieran».

El testimonio de los Pastores y la Jornada por la paz del 23 de febrero

«Nunca como en estos momentos, los Pastores están llamados a manifestar, ante el pueblo de Dios que sufre, comunión, unidad, cercanía, solidaridad, transparencia y testimonio.

«Como ya saben, para el 23 de este mes he convocado una jornada de oración y de ayuno por la paz. En esa ocasión no dejaré de recordar, en especial, Siria, asolada en estos últimos años por sufrimientos indecibles».

A los obispos de la Iglesia Greco-Melquita católica que culminan con su peregrinación romana, ante la tumba del Apóstol Pedro, su última cumbre sinodal que se desarrolló en El Líbano, el obispo de Roma los alentó a proseguir en su misión de «Pastores como testimonios del Resucitado», «como hizo el Señor con sus discípulos, reanimando los corazones de los fieles, estando a su lado, consolándolos, saliendo al paso de sus necesidades».

Antes de su bendición, renovando su aliento y cercanía, el Papa concedió asimismo el asenso pontificio a los obispos que acaban de elegir.

En las oraciones y en el corazón del Papa y con el amparo de María Reina de la Paz

«Beatitud, Excelencias, renuevo de corazón mi gratitud por vuestra visita fraterna. Cuando vuelvan a sus Sedes y encuentren a los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles, recuérdenles que están en el corazón y en la oración del Papa. Que La Toda Santa Madre de Dios, Reina de la Paz, los custodie y proteja».

(RD/Agencias)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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