"Estamos llamados a superar el miedo y abrirnos al encuentro con el otro y con Cristo"

Papa: «El miedo es el origen de la esclavitud y de toda dictadura»

"Es Cristo el que llama a anuestra puerta hambriento, sediento, forastero, desnudo..."

Papa: "El miedo es el origen de la esclavitud y de toda dictadura"
El Papa, en la Fraterna Domus de Roma

Este repliegue, signo de derrota, acrecienta nuestro temor hacia los demás, los desconocidos, los marginados, los forasteros, que son los preferidos de Dios

(José M. Vidal).- El Papa Francisco preside la eucaristía de apertura del encuentro ‘Libres del miedo’ en la Fraterna Domus de Sacrofano (Roma). Y en la frase de Cristo ‘no tengáis miedo’ centra su homilía, invitando a combatirlo, porque el miedo «es el origen de la esclavitud y de toda dictadura» y porque, si lo superamos, nos abrimos al otro, que es abrirse «al Cristo hambriendo, sediendo, forastero o desnudo».

El encuentro está promovido y organizado por la Fundación ‘Migrantes’ de la Conferencia episcopal italiana, por Caritas italiana y por el Centro Astalli y concluirá el día 17 de febrero.

A su llegada en su pequeño coche a la Fraterna Domus, el Papa es acogido por los obispos presentes, por los organizadores y por la gente que ya le espera en la iglesia.

El coro de la misa con guitarras. El Papa se reviste, para presidir la eucaristía en una iglesia amplia, moderna y luminosa.

Antes de comenzar el rito del perdón, el saludo del secretario de la Conferencia episcopal italiana, Stefano Russo: «Gracias por estar aquí por animarnos a vivir la solidaridad, la justicia y la paz».

Primera lectura del libro del Exodo.

Lectura del Evangelio de Mateo:

«En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud. Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo, y la barca ya estaba bastante lejos[a] de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario.

En la madrugada,[b] Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados.

-¡Es un fantasma! -gritaron de miedo.

Pero Jesús les dijo en seguida:

-¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.

-Señor, si eres tú -respondió Pedro-, mándame que vaya a ti sobre el agua.

-Ven -dijo Jesús.

Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero, al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó:

-¡Señor, sálvame!

En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió:

-¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?

Cuando subieron a la barca, se calmó el viento. Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo:

-Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.

Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret. Los habitantes de aquel lugar reconocieron a Jesús y divulgaron la noticia por todos los alrededores. Le llevaban todos los enfermos, suplicándole que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.

Algunas frases de la homilía del Papa

«La riqueza de las lecturas elegidas para esta celebración puede resumirse en una slla frase. ‘No tengáis miedo'»

«Moisés invita al pueblo a no tener miedo, porque el Señor está con ellos»

«Israel está llamado a mirar más allá de la adversidad del momento, a superar el miedo y a colocar su total confianza en la acción salvífica y misteriosa del Señor».

«En el Evangelio de Mateo, los discípulos se quedan turbados y gritan de miedo al ver al Maestro que camina sobre las aguas, pensando que es un fantasma»

«Pero Él les tranquiliza: Ánimo, soy yo, no tengáis miedo»

«El Señor nos habla hoy y nos pide que le dejemos que nos libere de nuestros miedos»

«El miedo es el origen de la esclavitud y de toda dictadura, porque sobre el miedo del pueblo crece la violencia de los dictadores»

«También hoy, nosotros estamos tentados de abandonar nuestro sueño de libertad. Sentimos legítimo miedo ante las situaciones que nos parecen sin salida»

«Y nos encerramos en nostros mismos, en nuestras seguridades frágiles, en el círculo de las personas amadas, en nuestra tranquilizadora rutina. Y, al final, renunciamos al viaje hacia la Tierra prometida para regresar a la esclavitud de Egipto»

«Este repliegue, signo de derrota, acrecienta nuestro temor hacia los demás, los desconocidos, los marginados, los forasteros, que son los preferidos de Dios».


 

«Y esto se nota especialmente hoy, ante la llegada de emigrantes y refugiados que llaman a nuestra puerta en busca de protección, de seguridad y de un futuro mejor»

«El temor es legítimo, porque nos falta preparación para este encuentro».

«No es fácil entrar en la cultura de los demás, meterse en la piel de personas tan diferentes de nosotros»

«Renunciar a un encuentro no es humano»

«Estamos llamados a superar el miedo y abrirnos al encuentro»

«El encuentro con el otro es, pues, encuentro con Cristo»

«Es Él el que llama a anuestra puerta hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo y encarcelado, pidiendo ser acogido y asistido».

«Es Él, aunque a nuestros ojos les cueste reconocerlo, con los vestidos rotos, con los pies sucios, con el rostro deformado, con el cuerpo llagado, incapaz de hablar nuestra lengua…»

«El Señor nos nos abandona, auqnue seamos hombre sy mujeres de poca fe, Cristo siguen tendiéndonos la mano para salvarnos»

«Los que llaman a nuestra puerta nos ofrecen la oportunidad de superar nuestros miedos, para acoger y asistir a Jesús en persona»

«Y el que ha tenido la fuerza de dejarse liberar del miedo, quien ha experimentado la alegría de este encuentro es llamado hoy a anunciarlo sobre los tejados, abiertamente, para ayudar a otros a hacer lo mismo»

«Se trata de una gracia que lleva en sí una misión, fruto de la confianza completa en el Señor, que es, para nosotros, la única certeza»

«Por eso, como personas y como comunidad, estamos llamados a hacer nuestra la oración del pueblo redimido: ‘Mi fuerza y mi canto es el Señor, Él es mi salvación'»



Al final dela misa, le regalan al Papa un cuadro.

Y antes de abandonar el centro, el Papa saluda a las religiosas que lo gestionan y regresa en su pequeño utilitario al Vaticano, que dista unos 19 kilómetros.

«Gracias por todo lo que hacéis. El pequeño paso hace Historia. Y no tengáis miedo. Ánimo y que el Señor os bendiga», se despide el Papa. No sin antes saludar a los enfermos presentes en sus sillas de ruedas.

La Asociación de Voluntarios del Servicio Social Cristiano Fraterna Domus es una asociación pública de fieles establecida en la Diócesis de Roma que atrae su espiritualidad en la consagración bautismal.

Se propone «testificar los valores del voluntariado y la hospitalidad como modelo de la Familia divina de Nazaret». En medio de tanto ruido – señalan los promotores – la familia Fraterna Domus «vive en comunión de fraternidad y amistad en un ambiente simple y sobrio, dentro de la gran familia de la Iglesia».

En particular, en Sacrofano, en habitaciones particularmente bien equipadas y rodeadas por la belleza de la naturaleza, «se puede cultivar la vida interior, escuchando la inspiración de Dios a través del recuerdo, el estudio, la meditación y la oración».

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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