¿De dónde provienen dichas amenazas? "Del Gobierno, porque hemos denunciado con fuerza el tema de las vallas, y de grupos ultras, que han organizado una campaña de cartas contra mí y que han hecho llegar a Roma"
(Jesús Bastante).- Es una de las caras más reconocidas de la Iglesia española, y de las más queridas. Especialmente por el pueblo, no tanto por las estructuras jerárquicas ni por los grupos ultracatólicos, que han organizado una campaña de lobby en los últimos meses para intentar echarla de la Iglesia. «No lo van a conseguir. No voy a dejar de ser monja ni de trabajar por el Evangelio«, afirma, en conversación telefónica con RD, sor Lucía Caram, quien acaba de regresar del Vaticano después de un encuentro, «pedido por mí», con el secretario de la Congregación para la Vida Religiosa, José Rodríguez Carballo.
«A mí nadie me ha llamado a capítulo a Roma, he sido yo quien pidió la entrevista después de que mi comunidad y yo sufriéramos todo tipo de amenazas», subraya Caram, matizando la información publicada esta mañana por La Vanguardia. Sí es cierto que la religiosa fue recibida este viernes por monseñor Carballo, a petición de la religiosa. «Me recibió de forma exquisita, y hablamos durante mucho tiempo. Fui a comunicarle las amenazas que han recibido las hermanas de mi comunidad y yo misma».
¿De dónde provienen dichas amenazas? «Del Gobierno, porque hemos denunciado con fuerza el tema de las vallas, y de grupos ultras, que han organizado una campaña de cartas contra mí y que han hecho llegar a Roma», subraya la monja. En el primer caso, el arzobispo gallego tranquilizó a la religiosa. «Él es compañero de monseñor Agrelo, que es otro de los grandes apoyos a esta campaña contra las concertinas, y me dijo que en este tema la Iglesia no iba a dar marcha atrás». En lo tocante a lo segundo, le confirmó que han recibido muchas cartas, todas procedentes del mismo entorno.
La religiosa sí recibió un apercibimiento verbal por parte de la Nunciatura por su sobre exposición mediática, y algunos esperan que su caso sea parecido al de Teresa Forcades, quien podría pedir una dispensa a su orden para presentarse a las generales. «Que se olviden, el caso de la Teresa es distinto al mío. Yo no me voy a meter en política, y tampoco me voy a salir de monja. No tengo queridos, no soy pederasta, no soy corrupta, no me llevo el dinero… pero tampoco voy a dejar el Evangelio ni la apuesta por luchar por los más pobres».
La dominica, tras el encuentro con Carballo, ha solicitado una entrevista con el Papa Francisco, quien en círculos íntimos ha comentado cómo los mismos grupos que critican a personas como Sor Lucía antes lo hacían contra él mismo. «Ahora no se atreven porque él es Papa«, añade la religiosa. Caram presentará a Bergoglio un proyecto por un pacto nacional por la pobreza en Cataluña, para el que cuenta con el apoyo de la mayoría de los grupos políticos y sociales.
Sí reconoce la religiosa que existiría un pequeño problema de tipo jurídico con su trabajo en la Fundación Rosa Oriol, que está llevando a cabo una ingente labor para acabar con la pobreza en Manresa y en toda España. «Yo no puedo dejar el trabajo con los más pobres, porque no soy sólo yo, en este proyecto tengo el apoyo de toda mi comunidad«. Una comunidad que está sufriendo los mismos ataques y amenazas que la propia Caram. «Si llega el caso, podríamos arbitrar alguna solución que compagine la ley con los pobres, pero insisto: esto no es un problema de vida contemplativa o de clausura, sino de luchar por el Evangelio«.
La dominica sí se muestra sorprendida por la información publicada por La Vanguardia que da cuenta de una discusión entre los obispos catalanes a cuenta de su caso y del de Teresa Forcades. Es cierto, asume, que el obispo de Vic, Romà Casanova, pertenece al ala más conservadora del episcopado catalán, y que muchos prelados -especialmente en la CEE presidida por el ya emérito Rouco Varela- criticaban en privado su participación en distintos programas televisivos o sus intervenciones públicas.