La canadiense Sara Manitoski fue encontrada muerta en marzo de 2017, y hasta ahora no se había resuelto el caso

La misteriosa muerte de una adolescente durante un viaje escolar por culpa de un tampón

La misteriosa muerte de una adolescente durante un viaje escolar por culpa de un tampón
Sara Manitoski FB

Hasta ahora no se ha resuelto el caso, que tenía en vilo a su familia. Según informa ‘People‘, Sara Manitoski, de 16 años, fue encontada muerta durante un viaje escolar en marzo de 2017, cerca de Vancouver.

Sus amigas salieron de la cabaña esa mañana para desayunar pensando que todavía estaba durmiendo, pero cuando regresaron Sara todavía estaba en la cama. El personal de emergencias le realizaron la reanimación cardiopulmonar, pero no lograron salvarla.

El forense ha determinado ahora que murió de síndrome de choque tóxico, causado por la cepa de Staphylococcus aureus encontrada en un tampón que estaba en su cuerpo. El informe indica que el tampón no fue la única causa de la infección bacteriana.

«Sabemos que hay una asociación, pero es muy raro», dijo la oficial de salud médica de Island Health, Dee Hoyano, a CTV Vancouver Island.

«Una persona tiene que tener esta bacteria en particular para enfermar, y luego puede haber algo con el uso de tampones, tal vez el uso prolongado de tampones, que aumenta ese riesgo para desarrollar una infección más generalizada».

El síndrome de choque tóxico es extremadamente raro: en 2016 solo hubo 40 casos informados en los Estados Unidos, y aproximadamente la mitad no se relacionó con mujeres que menstruaban. Cuando se produce este síndrome, se desarrolla a partir de toxinas ya presentes en el cuerpo.

«Las mujeres más jóvenes tienen más probabilidades de desarrollar el síndrome, posiblemente debido a una mayor exposición a través de los tampones o el uso de anticonceptivos de barrera»,

explica JoAnn Pinkerton, directora de la Sociedad de Menopausia de Norteamérica. «También puede ser porque aún no han desarrollado los anticuerpos».

Para reducir la posibilidad de desarrollar el síndrome, Pinkerton recomienda cambiar los tampones cada dos o tres horas y evitar dormir con ellos durante la noche. Además, es mejor usar tampones de menor absorción para reducir la sequedad.

«Los tampones en sí mismos no están contaminados con bacterias», indica la doctora Mary Jane Minkin, de la Universidad de Yale.

«Desafortunadamente, los desagradables organismos estafilíferos son transportados por nosotros, no por los tampones. Así que alentaría a todas las mujeres a prestar atención a su salud, pero no a preocuparse».

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