En un estudio llevado a cabo con ratones, demostraron que los genes cuya expresión se alteraba tras el consumo repetido de alcohol eran distintos en machos y hembras

Una borrachera no afecta igual a los cerebros de machos y hembras

El hallazgo podría ayudar al desarrollo de terapias específicas de sexo para pacientes alcohólicos

Una borrachera no afecta igual a los cerebros de machos y hembras
Borracha YT

En algunas ocasiones, tratar ciertos trastornos exactamente del mismo modo en hombres que en mujeres es un error, ya que existen algunas diferencias fisiológicas entre ambos sexos que llevan a un funcionamiento desigual en su organismo, según recoge Azucena Martín en  hipertextual.

Según un estudio publicado recientemente en Frontiers in Genetics, este podría ser el caso del tratamiento del alcoholismo y los trastornos asociados al consumo de alcohol.

Según este trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón, los genes activados tras el consumo de alcohol en el cerebro de machos y hembras de ratón son en su mayoría diferentes, de modo que no funcionaría utilizar las mismas estrategias para tratar los trastornos asociados a ello.

Estos investigadores habían comprobado previamente que la ingesta repetida de alcohol alteraba las vías moleculares de una región del cerebro llamada núcleo accumbens, conocida por estar relacionada con el establecimiento de adicciones.

En hembras se afectaban genes implicados en la señalización hormonal y la función inmune y en machos genes asociados a la señalización nerviosa

Centrándose en esta zona, analizaron la expresión de 384 genes, todos ellos asociados a las adicciones y los trastornos del estado de ánimo. Finalmente, localizaron 106 de ellos, cuya expresión parecía estar regulada por el consumo excesivo de alcohol, aunque no todos coincidían en ambos sexos. De hecho, sólo 14 se regulaban tanto en hembras como en machos.

En cuanto al resto, descubrieron que en hembras se afectaba la expresión de genes asociados a la señalización hormonal y la función inmune, mientras que en machos la mayoría de genes afectados estaban relacionados con la señalización nerviosa.

Investigaciones anteriores a estas, llevadas a cabo con ratones en estado de abstinencia después de someterse a intoxicación etílica crónica, dieron lugar a resultados similares. Por lo tanto, hay pruebas suficientes para plantear la necesidad de llevar a cabo estrategias específicas de sexo de cara al diseño de tratamientos frente a la adicción.

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