Los probióticos se encuentran típicamente en alimentos ricos en bacterias como el yogur, queso y otros productos lácteos, así como alimentos fermentados como el chucrut y la kombucha. Los más utilizados los pertenecientes a las especies Lactobacillus y Bifidobacterium
Chocolate negro
La cantidad de probióticos del chocolcate negro es cuatro veces mayor que la de cualquier lácteo. Las bacterias que se alimentan de él, crecen y fermentan dando lugar a compontentes antiinflamatorios.
Yogur
El yogur es uno de los alimentos con probióticos más consumidos por la población, pero es importante saber que el queso y la leche de cabra son más ricos en probióticos que la leche de vaca.
Vinagre de manzana
El vinagre de manzana no es un alimento probiótico en sí, pero su pectina de manzana alimenta a la microbiota, por lo tanto favorece el equilibrio de la flora intestinal.
Tempeh
El tempeh se obtiene a partir de la fermentanción de las vainas de soja. Entre sus propiedad estrella se encuentran proteínas, aminoácidos y vitamina B12.
B12.
Kimchi
Proveniente de Corea, el kimchi es un alimento fermentado a partir del repollo de origen milenario que se prepara mezclando verduras con una variedad de condimentos y especias, aportando un sabor picante a los platos y numerosos beneficios nutricionales para sus consumidores. Su fermentación produce ácido láctico que fortalece el sistema inmunológico. Es rico en vitamina C, B1, B2, carotenos, calcio y proteínas. Su recorrido gastronómico y cultural es tan reconocido en el mundo entero que se ha establecido el 22 de noviembre como su día internacional anual.
Kéfir
El kéfir nace de la fermentación de la leche, y al igual que el yogur, el kéfir de leche de cabra contiene más probióticos que el de leche de vaca. Ideal para personas intolerantes a la lactosa. Es rico en vitaminas K y B (B1, B5, B8, B9, B12), calcio, triptófano, proteínas, magnesio y fósforo.