El cerebro de los niños es como una esponja

Educación: las 10 cosas que tu hijo debería aprender desde niño para ser un adulto feliz

Los niños que aprenden un segundo idioma se adaptan más rápidamente al cambio, tienen una mejor memoria y una mayor comprensión del lenguaje

Infancia, niño, hijos.
Infancia, niño, hijos. PD

La felicidad es un estado emocional y subjetivo de satisfacción y bienestar general.

Implica experimentar emociones positivas, tener un sentido de propósito y significado en la vida, y disfrutar de relaciones saludables y satisfactorias.

La clasificación de los países más felices del mundo se realiza a través de estudios que miden diferentes factores como el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones de vida, la generosidad y la corrupción percibida.

Uno de los informes más conocidos y utilizados es el Informe Mundial de Felicidad, publicado anualmente por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Aunque los rankings pueden variar ligeramente según los informes y metodologías utilizadas, algunos países que suelen aparecer consistentemente en los primeros puestos de los informes de felicidad son:

  1. Finlandia: Ha ocupado el primer lugar en varias ocasiones, gracias a su sistema educativo de alta calidad, seguridad social sólida, baja corrupción y altos niveles de libertad y generosidad.
  2. Dinamarca: Otro país nórdico que suele ubicarse entre los primeros puestos. Se destaca por su bienestar social, atención a la igualdad de género y un alto nivel de confianza en las instituciones públicas.
  3. Suiza: Reconocido por su alto nivel de vida, bienestar económico, estabilidad política y una gran calidad de infraestructura.
  4. Islandia: Un país pequeño con una baja tasa de criminalidad, una alta esperanza de vida y un sólido sistema de bienestar social.
  5. Países Bajos: Con altos estándares de vida, buen acceso a la atención médica, una sólida economía y una actitud progresista hacia temas sociales, los Países Bajos se encuentran frecuentemente en los primeros puestos de los índices de felicidad.

LA IMPORTANCIA DE LA INFANCIA

La felicidad junto a la salud de nuestros hijos es lo más que preocupa a los padres, pero cómo podemos hacer bien nuestro trabajo paterno para conseguir ambas cosas. (La felicidad de existir: autores frente a la muerte de los niños)

Durante los primeros años de vida, los niños reciben una gran cantidad de información de sus alrededores.

Afortunadamente, como suele decirse, el cerebro de los niños es como una esponja.

Gracias a ello forman su autoimagen y su lenguaje, según sq.

Pero por ese motivo hay algunos aprendizajes que son indispensables en los primeros años, para que tu hijo, al llegar a la edad adulta, se capaz de dominar algunas habilidades.

Si no, con el paso de los años se vuelven más complejas de adquirir. (Así es la triste historia con ‘final feliz’ de este niño de 6 años al que dejaron solo en su cumpleaños)

Un estudio demostró que los niños que aprenden un segundo idioma se adaptan más rápidamente al cambio, tienen una mejor memoria y una mayor comprensión del lenguaje.

Sin olvidarnos, por supuesto, de que comunicarse en otras partes del mundo no será un problema para tu hijo, y tendrá más opciones en el ámbito laboral.

      • Aprender a nadar.
        Practicar cualquier actividad física nos permite tener una vida más saludable. Pero la natación también es una habilidad que podría salvar la vida de tu hijo en una situación extrema… o abrirle la puerta a distintas experiencias, además fortaleciendo sus extremidades y desarrollando mejor su coordinación.
      • Aprender a tocar un instrumento.
        El Diario de Neurociencia publicó un estudio en el que se demostraba que aprender a tocar un instrumento mejora las habilidades auditivas, y ayuda a mantener la salud del cerebro durante más tiempo. Cuando tocamos un instrumento, activamos varios sistemas cerebrales como el auditivo, motriz y el de percepción. Además, tu hijo podrá comunicarse y expresarse de manera creativa.
      • Aprender a Bailar.
        Un estudio de la Universidad de Karlstad demostró lo que muchos ya sabían: que la danza mejora el desempeño en niños hiperactivos. Pero no solo eso: además, nos permite comunicarnos y expresar nuestras emociones por medio de nuestro cuerpo, y, con ayuda de la música, fomenta muchas habilidades. Creatividad, habilidades sociales, motrices y autoestima, ¡ahí es nada! Por si fuera poco, bailar también acercará a tus hijos a distintas culturas, e influirá para que sea más abierto y tenga confianza en su propio cuerpo.
      • Aprender a reciclar.
        Reciclando no solo contribuimos a cuidar a nuestro planeta y a dejar un mundo mejor para las siguientes generaciones, lo que ya es de por sí es excelente. Pero reciclar es bueno para tus hijos porque además fomenta su creatividad y psicomotricidad. Así, tu niño sabrá que no necesita de grandes recursos para llevar a cabo sus ideas.
      • Aprender a limpiar.
        El orden y la higiene son indispensables para la vida de cualquier persona, por llevar una vida saludable, pero también porque la organización ayuda a que los procesos mentales sean más estructurados y organizados. Como sabréis, en Japón valoran la limpieza como parte de la educación básica, no como una tarea que se debe llevar a cabo.
      • Aprender a el sentido de orientación.
        Fomentar el desarrollo de la orientación de tu hijo, además de ser bueno para su cerebro, le ayudará a conducirse con mayor facilidad en cualquier lugar en donde se encuentre. Un estudio ha revelado que existe una especie de «GPS interno» que va creando redes en nuestras neuronas. A medida que vamos aprendiendo, alimentan nuestro sentido de orientación y ayudan al cerebro a planificar rutas, mejorando además todo nuestro proceso de toma de decisiones.
      • Aprender a cocinar.
        Al cocinar con tus hijos mejoras su relación con la comida. Al involucrarles en la preparación de un platillo, serán más cuidadosos al momento de ingerir alimentos, y menos propensos a consumir comida chatarra. Con el hecho de seguir una receta aprenderán la importancia de seguir instrucciones y explorará con sus sentidos cada ingrediente. Si tu hijo aún es muy pequeño, ¡comienza con cosas sencillas para evitar accidentes!
      • Aprender a a utilizar el dinero.
      • Aprender a comunicar sus emociones.Nadie está feliz todo el tiempo, hay situaciones que generan en nosotros emociones incómodas que son inevitables. Enseñarle a tu hijo desde pequeño cómo identificar estos sentimientos, aceptarlos y comunicarlos es un gran aprendizaje, que te agradecerá de por vida. La inteligencia emocional hará que tu niño sea capaz de tomar decisiones y reaccionar adecuadamente en situaciones complejas.
      • Aprender a relajarse. En las escuelas enseñan a los niños a tener un excelente rendimiento académico, hacer los deberes, adquirir información y convivir con otras personas. Pero también hay que enseñarle que, a veces, hay que tomarse un descanso, y encontrar momentos para recrearse y liberar tensión. Existen distintas técnicas de respiración que puede practicar toda la familia para crear un ambiente de tranquilidad en casa, reduciendo sus niveles de estrés.

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