La miel de Manuka, un poderoso remedio natural

Procedente de Nueva Zelanda, numerosos estudios avalan sus propiedades antimicrobianas

La miel de Manuka, un poderoso remedio natural
Miel Pixabay/ Imagen ilustrativa

El uso terapéutico de la miel está bien documentado a lo largo de la historia. Hipócrates ya la utilizaba contra la fiebre o como apósito para las heridas, mientras que los egipcios recurrían a ella fundamentalmente por sus usos medicinales, pero también para endulzar los alimentos o para dejarle una última ofrenda en su tumba al rey de los faraones. Conocida entonces como «alimento de los dioses», la miel se ha utilizado desde la antigüedad para tratar múltiples afecciones, pero a raíz de la aparición de la penicilina (Fleming, 1928) su uso empezó a languidecer. Sin embargo, el abuso de los antibióticos y la resistencia de algunas dolencias a las denominadas «superbacterias» ha derivado en el estudio de productos alternativos como la miel, aunque sus virtudes dependen del tipo de néctar, así como de cuándo y cómo se cosecha. La miel de Manuka, que procede exclusivamente de Nueva Zelanda, incluye una potente actividad antimicrobiana que fue descubierta en la década de 1980 por el profesor Peter Molan en una universidad neozelandesa.

El explorador y navegante James Cook pisó por primera vez el suelo de Nueva Zelanda en 1762 y pronto aprendió de sus nativos, los maoríes, los beneficios del arbusto de Manuka, tal y como ellos mismos lo denominaban. La planta, el arbusto de Manuka (Leptospermum scoparium), también se llama planta del árbol del té y pertenece a la familia de la familia de los mirtos, de ahí que a la miel se la denomine «néctar del mirto del Mar del Sur». Los nativos neozelandeses usaban el arbusto en sí para tratar heridas, enfermedades de la piel, resfriados o molestias gastrointestinales, pero no contaban con abejas, que fueron introducidas deliberadamente a principios del siglo XIX por los misioneros ingleses.

Tras la llegada de los europeos a Nueva Zelanda, los arbustos de Manuka se quemaron porque los nuevos pobladores pensaban que la planta, así como la miel posterior, eran inferiores, y se convirtieron en alimento para ganado. Sin embargo, en la década de 1930 se dieron cuenta de que los animales alimentados con estos arbustos eran mucho más saludables y resistentes, un descubrimiento que volvió a generar la curiosidad por el arbusto y, más concretamente, por la miel que recolectaban las abejas melíferas de Nueva Zelanda. Gran parte del trabajo de investigación fue llevado a cabo por el profesor neozelandés Peter Molan, que profundizó exhaustivamente en las propiedades de la miel de Manuka.

Ingredientes de la miel de Manuka

La miel posee un efecto antibiótico y cicatrizante sobre cualquier tipo de herida y ello es debido a que la glucosa oxidasa que contiene libera lentamente peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), pero de corta duración en el organismo humano. La investigación del profesor neozelandés reveló que la acción antimicrobiana de la miel de Manuka se mantenía incluso una vez extraído el peróxido de hidrógeno. Por si fuera poco, la miel de Manuka contiene cantidades importantes de metilglyoxal (MGO), una sustancia que resumidamente surge en presencia de azúcar para mantener saludables las células.

El MGO es una sustancia que contiene un gran efecto antibacteriano y que se encuentra de forma natural en muchos alimentos, pero no en las cantidades encontradas en la miel de Manuka. De hecho, el profesor Thomas Henle, de la Universidad de Dresde (Alemania) también resaltó en un estudio que «la investigación demuestra de forma inequívoca que el MGO es directamente responsable de la actividad antibacteriana de la miel de abeja». Otros componentes importantes de la miel de Manuka son el leptosperín ácidos orgánicos, vitaminas (C, B1, B2), minerales y oligoelementos (potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro, manganeso o boro), así como el neurotransmisor acetilcolina.

Propiedades y aplicaciones

Las propiedades de la miel de Manuka son múltiples, puesto que ha demostrado su eficacia en la lucha contra bacterias como los estreptococos y estafilococos, así como contra la «Helicobacter pylori» o la «Escherichia coli«, causante del cólera. Además, ha resultado efectiva contra otras bacterias que ya son resistentes a los antibióticos existentes. Es decir, esta miel posee propiedades antivirales, antibacterianas y antimicrobianas, además de constituirse sólidamente como una sustancia antifúngica, antioxidante y antiséptica.

Por otro lado, la miel de Manuka de Natrea está indicada para una amplia gama de aplicaciones externas e internas. En este sentido, es una buena alternativa a los remedios convencionales para lesiones, enfermedades de la piel e incluso caries dental. Además, es también efectiva para heridas abiertas, quemaduras e incluso para enfermedades de la piel como el eczema, la psoriasis o los hongos.

En cuanto al uso interno, la miel de Manuka es también apropiada para los resfriados, la gingivitis, la inflamación intestinal o la cistitis. Los ingredientes activos de la miel de Manuka consiguen que las bacterias se vean privadas del caldo de cultivo y frenan la propagación en el organismo humano. Las virtudes naturales del «oro líquido» de Nueva Zelanda son numerosas, de ahí el éxito de un producto natural que será más efectivo si contiene cantidades significativas de metilglyoxal (MGO).

Fuentes:

La selección de las mejores marcas de termómetros

TERMÓMETROS CLÍNICOS

Aquí encontrarás la oferta actualizada de estos dispositivos de salud

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído