Si eres de los que, nada más acabar de comer o de cenar, desenfundas tu cepillo, has de saber que, en ocasiones, esto puede ser contraproducente. Si hemos ingerido una comida o una bebida ácida, como por ejemplo cítricos, vinagre o café, es mejor esperar 30 minutos antes de cepillarnos.
Los ácidos atacan el esmalte, por lo que, si comenzamos a cepillarnos los dientes justo después de comer, repartiremos el ácido por toda la boca, aumentando su nocivo efecto. Sin embargo, si pasa un rato, nuestra propia saliva habrá ayudado a disminuir el nivel de acidez sin tener que frotar esas sustancias contra nuestros dientes, según recoge Cristina Sánchez en El Español.
Por ello, podemos optar por enjuagarnos con agua y dejar que pase un rato antes de dirigirnos al cuarto de baño. Es más, la prestigiosa Clínica Mayo recomienda, incluso, que, si sabemos de antemano que vamos a comer o beber algo ácido, nos lavemos los dientes previamente.
De igual forma, si vomitamos, debemos controlar el irresistible deseo de cepillarnos justo después para quitarnos el mal sabor de boca: los altos niveles de ácido del vómito también pueden dañar nuestros dientes, así que conviene esperar.
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