Salud

Las propiedades del mate, la bebida que “le da fuerza” a Antoine Griezmann

Las propiedades del mate, la bebida que “le da fuerza” a Antoine Griezmann
Griezmann y el mate RS

Resulta que el flamante campeón de la Europa League, Antoine Griezmann, tiene una bebida favorita, y es sudamericana. El delantero francés, autor de los dos goles en la final del torneo europeo ante Olympique de Marsella, es un fanático del popular mate (típica de países como Argentina, Uruguay y Paraguay) que tiene propiedades bastante escudriñadas por la ciencia, según Daniel Meza, N+1.

“Lo tomo antes del entrenamiento, mañana o tarde, me sirve para despertarme”, contó Antoine el 2016 en sus redes sociales, añadiendo que “ya superé 30 controles antidoping”. La relación del Principito con el mate nació gracias a Carlos Bueno, futbolista uruguayo con quien jugó el 2009 en la Real Sociedad (club español de la primera división). 

Al comienzo, no había tanta buena propaganda para la bebida, hecha de hojas de yerba mate (Ilex paraguariensis) secas, cortadas y molidas. La OMS consideró alguna vez que la bebida era cancerígena.  Solo el 2016 retiró al aparentemente inofensivo mate de la lista negra. 

El riesgo cancerígeno quedó definitivamente descartado tras una investigación de la científica Ana Eugenia Thea (certificada por el Conicet), que se enfocó en la temperatura (es conocido que las altas temperaturas de consumo de bebidas puede generar un riesgo). Los científicos vieron que a pesar de calentar el agua a distintas temperaturas, entre los 70 y 90º C el mate al ser consumido nunca supera los 57º C.  “A partir de los estudios que desarrollamos, comprobamos que el mate cebado nunca alcanza esa temperatura considerada peligrosa”, resolvieron.

Thea descartó también que los hidrocarburos aromáticos potencialmente cancerígenos contenidos en una bebida de estas superaba el nivel aconsejado por la OMS en ninguna de las infusiones de mate estudiadas. 

Pero ciertos informes también dijeron muchas (o demasiadas) cosas buenas sobre la bebida. De ahí, quizás, se empezó a poner de moda entre muchos que no eran de la parte más sureña de América. Hasta hace poco Conicet afirmaba que “tomar mate aporta gran cantidad de beneficios para la salud que fueron comprobados científicamente, como prevenir enfermedades inflamatorias y de curso crónico como el cáncer, la diabetes y del sistema cardiovascular”. Pero posteriormente, y ante la evidencia que alertaba contra el exceso del consumo del mate, el organismo de ciencia y tecnología argentino reconoció que este no tenía efectos ni positivos ni negativos en las personas. 

Resulta que al igual que el café, el mate es antioxidante, estimulante y energizante. El mate contiene xantinas, que son alcaloides como son la cafeína, teofilina, y teobromina, estimulantes bien conocidos y hallados en café y en chocolate. 

No obstante, el mate contiene un nivel un poco más alto de xantinas, compuestos que estimulan el sistema nervioso central y activan la mente. Esto conlleva a que los niveles de energía y concentración suban. 

“A diferencia del café, donde la cafeína viene más concentrada, el mate al estar diluido la mucosa gástrica la tolera mejor”, dijo Ricardo Olmedo, nutricionista consultado por el medio argentino TN. Añadió que el mate tiene propiedades diuréticas al tomarse con más líquido. 

Las bebidas también comparten efectos negativos: si se toman con alteraciones gastrointestinales pueden empeorar el colon irritable, las úlceras y la gastritis. Los estimulantes, valga la redundancia, estimulan la mucosa digestiva.

Además, a diferencia del café mate contiene altas dosis de vitamina B, potasio y magnesio, al ser una hoja y no un grano como la bebida oscura. 

Finalmente, y como para darle un punto más al tradicional brebaje, un estudio del Instituto de Neurociencias de Buenos Aires (Ineba) publicado el 2016 halló una relación inversa entre el consumo de yerba mate y el Parkinson.  El estudio se hizo en una muestra de 200 pacientes, “lo que permite generar la hipótesis que la hierba mate tiene un potencial rol protector en el desarrollo de la enfermedad”. En conclusión, consumir la bebida sureña no es nocivo; lo dañino, como con todo, es el exceso. Si no me creen, pregúntenle a Griezmann.

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