SALUD Y VIDA

Los 6 alimentos que casi todos compramos en el ‘súper’ y que no son sanos

Incluyen en sus envases reclamos sobre alimentación saludable, pero todos ellos comparten un rasgo negativo: son ultraprocesados

Los 6 alimentos que casi todos compramos en el 'súper' y que no son sanos
Productos EE

Cuidado con los consejos que circulan por ahí.

Hay que mirar muy bien qué comemos y si realmente necesitamos esos productos para alimentarnos.–Dieta letal: No desayunar y cenar muy tarde te va a poner como un tonel y te puede costar la vida–

Las apariencias engañan: estudia el listado de ingredientes

Mucha gente acude al supermercado con la intención de -esta vez sí- comenzar una alimentación saludable.

Allí, observa los estantes e intenta evitar aquellos llenos de productos que, obviamente, no encajan en esta definición, como la bollería industrial o las patatas fritas, según recoge El Español.

El problema se plantea cuando se topa con productos aparentemente sanos que no lo son. En los envases se indica que son excelentes para nuestra dieta, pero comparten una característica que los hace nada recomendables: son ultraprocesados.–Los 6 alimentos saludables que podrían matarte si eres un poco tragón–

El dietista nutricionista Carlos Ríos define con facilidad este tipo de alimentos del súper: basta con mirar la lista de ingredientes y ver que tienen más de cinco en la etiqueta, entre ellos azúcares, harinas y aceites vegetales refinados, aditivos y sal. Aquí, seis ejemplos, de productos que pintan sanos y distan de serlo.

Albóndigas de estilo ‘casero’

¿Cómo puede ser malo para la salud un producto de «estilo casero»? Pues aquí van las malas noticias: esa palabra, junto a otras expresiones como «de la abuela» es muy querida por la industria alimentaria para pasar por natural un alimento ultraprocesados, como sucede con estas albóndigas, que cumplen las características para ser consideradas ultraprocesados.

Cubitos de caldo reducidos en grasa

No es nuevo que los cubitos de caldo -sí, los que enriquecen los alimentos según la publicidad- son alimentos poco saludables, pero si uno está en el supermercado y se encuentra una versión con un 30% menos de sal es fácil que decida volver a incluirlos en su lista.

Pero no, como sus antecesores, esta versión tiene las características que la siguen convirtiendo en un ultraprocesado. Como explica Ríos, lo mejor con este tipo de alimentos en no comprarlos ni tenerlos en lugares habituales como en casa o en el trabajo.

Barritas sustitutivas pero, ¿de qué?

Es uno de los ejemplos básicos de comida no saludable que se hace pasar por tal. Nadie compraría ni consumiría barritas sustitutivas si no quisiera perder peso, porque es para lo que están hechas. Sin embargo, basta con echar un vistazo a su listado de ingredientes para comprobar que se trata de alimentos ultraprocesados.

Carlos Ríos lo tiene claro: el consumo de este tipo de productos ha de ser ocasional y eso significa comerlos, como mucho, una vez al mes.

Fiambre de pavo: ojo, no pavo

A pesar de que el pavo también es una carne procesada a la que, por lo tanto, se aplica la recomendación de la OMS -que lo clasifica como un alimento carcinógeno- existe la sensación generalizada de que es el fiambre más sano, entre otras razones por su bajo contenido en grasa. Pero el problema es cuando en un paquete leemos en grande «Pechuga de pavo» dejamos de leer la letra pequeña que está justo arriba y que reza «fiambre de». Esto lo hace un alimento aún más procesado, con menor contenido en carne y, por lo tanto, menos recomendable para una dieta sana.

Galletas Digestive, ¿cómo no van a ser mejores que las normales?

Existen palabras que la industria alimentaria -o Matrix, como la denomina Ríos- emplea a menudo para hacernos creer que un alimento es sano. Digestiva -o su versión en inglés- es una de ellas.

Las galletas es uno de los alimentos más falsamente introducidos en el concepto de una dieta saludable. Las dan en los hospitales y hasta se recomiendan en dietas hipocalóricas para perder peso, aunque no existe evidencia científica alguna que las haga clasificar como sanas. La versión digestive no es una excepción: se trata de un alimento ultraprocesado y, como tal, no pueden suponer más de una 10% de la alimentación, según Ríos.

Cerelaes Special K, ni adelgazan ni son saludables

Recuerda Carlos Ríos que los ultraprocesados «pueden formar parte de un consumo ocasional voluntario y sin remordimientos, relacionado con eventos sociales y culturales».

Esto, traducido, significa que ningún alimento de este tipo puede estar en la dieta diaria, que es exactamente lo que pretenden los cereales para desayunar, sobre todo los que se venden como bajos en grasa y azúcares y más saludables que el resto.

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