Sesión Golfa

Juan Carrasco de las Heras

And the Goya goes to…

Como aficionado que soy, me encantaría no tener que soltar sapos y culebras cada vez que hablo de la industria del cine en mi país, pero es que, salvo excepciones (en todos los sitios las hay), el enfermizo afán por parecerse a Hollywood sin conseguirlo ni de lejos –reflejado en las lamentables ceremonias de entrega de los Goya de cada año-, la manía de politizarlo todo, y el cutrerío que cubre sistemáticamente las decisiones que se toman, no me dejan otro remedio que lamentarme eterna y amargamente de los acomplejados venidos a más que tiene nuestro cine como representantes.

Ya se conocen los nominados al máximo galardón de la Academia española de cine correspondientes al año 2007 que estamos dejando inexorablemente atrás. Por supuesto, sin sorpresas, que esta palabra no existe asociada al término “premio Goya”; así, El orfanato -previo ver la buena acogida en las salas de cine y pasearse dignamente por el resto del mundo- y Las 13 rosas (más la primera que la segunda), con catorce nominaciones cada una, se postulan como las favoritas. Por otro lado, es cierto que este año, por cantadas que estuvieran las nominaciones, no hay mucho más, y no se puede reprochar gran cosa ante la falta de opciones.

También destacan las posibilidades de premio a la mejor película, junto con las antes citadas, de Siete mesas de billar francés de Gracia Querejeta y La soledad de Jaime Rosales (ambos directores nominados en su categoría junto a Icíar Bollaín (Mataharis) y Emilio Martínez Lázaro (Las 13 rosas). Sin entrar en aburrir con más detalles de la larga lista que se pueden encontrar publicada en muchos sitios, y que merecerá más comentario cuando se sepan los ganadores, hay que resaltar que Alfredo Landa opta al premio al mejor actor a la vez que cuenta ya con el honorífico que se le va a entregar por su larga trayectoria, a la que ha decidido poner punto y final con su último trabajo junto a su querido Garci.

Pero más allá de lo estrictamente informativo, nuestra excelsa Academia, otra vez más se ha puesto en ridículo con el demencial baile de ubicación de las categorías para los mejores cortometrajes. Primero fueron suprimidas para que la ceremonia fuera “más dinámica” y no cansara al televidente, pero tras la reunión con los representantes de los cortometrajistas y, siempre remando oportunamente a favor de corriente, tras el premio que le ha dado La Academia Europea de cine a Eduardo Chapero-Jackson por su corto “Alumbramiento”, parece que se hayan dado cuenta ahora de que una de las categorías que mejor se les da a los directores españoles, y que últimamente han aportado más alegrías que los largos, así que donde dije digo…, y han dado marcha atrás, después de que la decisión primera ya se había hecho pública, haciendo un lamentable ridículo. Si erróneo era suprimir de un plumazo uno de los pesos pesados de nuestra industria, cómico resulta dar marcha atrás de esa forma, dejando las vergüenzas al aire. Spain is different; sigue valiendo, por desgracia, el topicazo…

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Juan Carrasco

Éste homínido ceutí es crítico de cine desde hace años en el diario El Faro de Ceuta, así como responsable del espacio cinematográfico y de opinión "Fila 7" en la web www.ceuta.com y colaborador en la emisora de radio Onda 0 con su sección semanal "El Cine en la Onda".

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