(PD/Agencias).- Mac Robertson es un electricista británico que hace 30 años tuvo la buena suerte de ir a tomarse algo a un pub de Londres y coincidir allí con un colega que estaba de bastante mal humor.
Unos obreros que trabajaban en el estudio de este hombre le habían pisoteado sus cuadros y otras pertenencias, así que cuando Robertson le pilló por banda estaba a punto de tirarlo todo a un contenedor. Robertson tuvo suerte, sí, pero tampoco tenía un pelo de tonto.
«Es todo tuyo, quédate con lo que quieras», le dijo su amigo cuándo el electricista le preguntó si podía apropiarse de sus trastos.
Y dicho y hecho: Robertson guardó cuadros, diarios, fotos y otras chucherías en el trastero de un amigo, hasta que 30 años después, y merced una subasta y sobre todo a la identidad del colega malhumorado, el pintor Francis Bacon, la basura se ha convertido en un tesoro, valorado en 1,417 millones de euros, según ha informado el diario The Guardian.
Los subastadores esperaban recaudar medio millón de libras (734.000 euros) con la venta de los 45 lotes, y en total han conseguido 965.490 libras.
«La sala estaba llena, sólo había espacio al fondo, tuvimos incluso que traer más teléfonos y había un montón de pujas a través de Internet», cuenta un portavoz de la casa de subastas Ewbank Fine Art Auctioneers & Valuers. Entre los cuadros vendidos anoche, un estudio para un retrato, posiblemente del también pintor Lucian Freud (400.000 libras) y otro de un perro (260.000). En su mayoría, estos objetos parecen bastante etereos, casi esquemáticos.
Entre los diarios vendidos, había algunos en blanco. Otro contenía una entrada: «24 de octubre de 1971. George [Dyer, su ex amante] ha muerto en París».
Ewbank Fine Art Auctioneers & Valuers es una casa de subastas modesta de Surrey. Les tocó el premio gordo porque eran los que más cerca estaban del trastero del amigo de Robertson.
«Somos anticuarios. Desde luego, esto no es normal para nosotros», ha indicado su dueño, Chris Ewbank. Y desde luego no deben estar acostumbrados a recibir pujas desde el otro lado del Atlántico (de Estados Unidos a Nueva Zelanda, entre otros países).
Es por ello tal vez que erraron en sus previsiones de precio de venta. En cualquier caso, nada comparable a lo que espera recaudar la casa Sotheby’s el mes que viene con otro cuadro de Bacon: 15 millones de libras (22 millones de euros).
